Limit Breaker: Tokyo Dungeon

Capítulo XLI: Todo por los amigos

Unos minutos antes, la batalla en los calabozos se intensifica. Kyubo ataca sin piedad a los gurkas que tratan de contenerlo mientras que Yujin y Tanya priorizan la liberación de los prisioneros y encontrar a Kamal y su esposa. Ichika mantiene a raya a los enemigos restantes mientras intenta de acercarse a Sryza.

Ildra solo observa con expresión iracunda al ver que sus planes se caen a pedazos:

Ildra: “Así que esta maldita mocosa es importa ¿huh? Entonces…” — tira una vez mas del cabello a Sryza — “seguramente esta mocosa tendrá algún valor para ustedes”

Tanya: “No…podemos dejar…que la princesa sea…lastimada…” — le dice a Yujin con dificultad para respirar

Yujin: “Por más que quisiéramos no podemos ni tenemos los suficientes números para priorizar a todos”

Ichika: “Si…sí que podemos” — responde habiendo oído desde lo lejos — “¿verdad?” — mira a Kyubo transformado en un enorme zorro de pelaje brillante

Kyubo: “Por supuesto” — le sonríe — “pero tendremos que ser precisos

Ichika arroja a un lado su lanza y saca su espada maltrecha pero que le permite usarla debido a su experiencia como espadachina. El tiempo pasado en el templo, practicando y estudiando formas de usar tal arma nunca podrían ser un desperdicio para ella.

En otras palabras, sus habilidades de espadachina la hacen un prodigio.

No hay manera de que abandone a los inocentes y menos a aquellos encarcelados por los gurkas. Entonces se concentra para poder usar su energía mágica de elemento rayo, sabiendo que aun es novata.

Rodeados por los gurkas restantes, mientras Yujin y Tanya liberan de las celdas a los prisioneros, Ichika y Kyubo reanudan sus ataques con mayor cuidado para evitar que el techo se desplome por completo sobre ellos.

Ildra no para de maldecir y amenazar con asesinar a Sryza pero la imagen que da a los demás inclusive a sus aliados es de alguien que no tiene la sangre fría como para matar a una persona y es que nunca ha usado su mano para quitar una vida, mas bien ha dado las ordenes para hacerlo a comparación con Indira, quien no ha dudado en masacrar hasta a sus subordinados.

Sin mas alternativa que simplemente rendirse, Ildra opta por escapar cobardemente hacia las afueras del castillo. No sin antes tomar en el camino la lanza que Ichika había arrojado hace momentos.

Los gurkas que resisten ferozmente se van rindiendo al ver que su líder huye sin decir una palabra, ni dar orden solo busca salvarse a si misma. En contraste con Indira quien está luchando con sus hombres contra el enemigo invasor.

Mientras Ichika pelea con la katana usando el filo que no está afilado para no matar a los gurkas, Yujin encuentra en una celda remota y abandonada bajo condiciones infrahumanas a Kamal y su esposa, desnudos y en lamentable estado de desnutrición, sucios y con heridas infectadas:

Yujin: “Oh por dios” — se sorprende por la extrema condición de ambos — “¡Que hijos de perra!” — dice indignado

Tanya: “¿Son ellos?” — pregunta

Yujin: “Si, tenemos que…”

De un veloz movimiento de su espada, Tanya corta los barrotes oxidados:

Tanya: “Ve” — se apoya contra los barrotes que se encuentran enteros

Yujin: “Gracias y discúlpame por no curarte aun”

Tanya: “Si, si, ya se que guardas tu maná para los heridos de aquí. Solo apresúrate” — lo empuja

Yujin entra a la celda y extiende ambas manos hacia la pareja para poder curarlos, no sin antes tomarles el pulso y comprobar que están vivos, pero a duras penas. Kamal abre sus ojos y ve al coreano:

Kamal: “Y-Yujin…” — dice con voz débil — “¿e-eres tú?” — intenta ver como puede. Debido a permanecer durante días en la oscuridad, su vista se ha vuelto sensible a la luz.

Yujin: “Si, soy yo. Espera un momento, los sacaremos de aquí” —rompe con pequeñas cuchillas de aire las cadenas que los apresaban

Kamal: “Olvídate de mí. Sálvala ella” — señala a su esposa

Yujin: “Los llevaremos a todos sin excepciones. Solo quedan ustedes así que aguanta un poco más”

Kamal: “¿Y…ese ruido?” — se mueve a un lado y ve a un enorme zorro y a Ichika peleando con docenas de gurkas — “¿I-Ichika? ¿ese quien…es?”

Yujin: “Es una larga historia, pero no servirá de nada contarlo. Este lugar se está desmoronando y ya no quedan esclavos y rehenes” — levanta entre sus brazos a la mujer — “la llevaré en brazos. ¿Puedes apoyarte en mí? No iremos muy lejos”

Kamal: “Está bien” —se pone de pie con sus piernas temblando y apoya su cuerpo en el hombro de yujin

Tanya: “Ven, deja que te ayude” — se acerca a Kamal y le ofrece su hombro

Kamal: “M-Muchas gracias…”

Yujin: “…”— se voltea un poco y asienta con la cabeza




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