Prólogo

Siempre me pregunté: ¿Qué hicimos mal?

Mi madre y yo curábamos a los enfermos y ayudábamos con las cosechas de nuestra aldea cuando había escasez. Pero todo esto cambió cuando llegó el Señor Pavlos Strovos llegó como un enviado del rey. Su tarea era poner orden en las aldeas que se encontraban en los rincones más oscuros del bosque y encontró la nuestra.

Strovos encontró un interés particular en mi amada madre, el quería desposarla, verán mi madre era una viuda, mi padre murió por la plaga cuando yo tenía dos años. Aunque mi madre se sentía muy honrada se negó a casarse con Strovos, supongo que ahí comenzó su odio hacia nosotras. Y tuvo la oportunidad de desacerase de nosotras cuando se enteró que la practicábamos brujería. Pero el ya no es un problema, ya que asesine a todo su linaje.

Los Strovos ya no existen, o al menos eso pensé.