Linaje del Mal

24. Todo estará bien

 

Sebastian 


Mierda. Eso si que no lo vi venir.


El hombre se sienta en la silla vacía y pone una sonrisa encantadora, aunque a mi solo me da asco. Andromeda me había dicho que su esposo murió hace más de trescientos años. Hablando de Andromeda ella está en shock no me sorprendería si se desmaya en este instante. Su rostro está más pálido de lo normal.


—    Mi esposo murió el 14 de noviembre de 1653, murió ahogado, así que no se que tipo de broma enferma Dahlia cree que hace pero te aconsejo que te vayas antes de que te arranque la cabeza.


El chico solo se ríe y le contesta:


—    Como olvidar cuando morí, al fin y al cabo todo fue tu culpa. Llevaba  muchos años en el limbo cuando sentí una energía extraña en el ambiente de los Ivanovas y sorpresa, sorpresa esa energía era de la pequeña Dahlia, bueno ya no tan pequeña.

 

—    No entiendo, Isaac de que estas hablando.

 

—    El limbo es un lugar muy peligroso querida, porque significa que aún le puedes joderle la vida a los que no fueron muy lindos contigo cuando estabas vivo.


Mierda, este tipo se volvió loco, veo lágrimas en los ojos de Romy pero ella se niega a que salgan. ¿Soy yo o el la está culpando por su muerte?


—    Isaac por favor.

 

—    Por favor, no tienes ni idea como yo repetía esas palabras para que me salvaras mientras me hundía en ese maldito lago. Como decía, hace uno par de meses sentí algo raro y pude ver una borrosa imagen de una Dahlia muy enfadada y pensé: ¡Está es mi oportunidad para vengarme! , específicamente de ti, Dahlia me consiguió este cuerpo hace una semana, aunque es un poco inútil porque no tengo mis poderes todavía pero aparte de eso todo va de maravilla, en dos días sacrificaremos al engendro de Satán, disculpa el hijo del señor Corvus aquí, seremos los brujos más poderosos y le daremos un nombre importante a el apellido Ivanova.


Siento como mi sangre empieza a hervir a la mención de mi hijo, si este maldito enfermo lo toca voy a hacer que su piel queme hasta que ya no quede nada.


—    Isaac tu no eres así y sabes que no fue mi culpa lo que te pasó. —ya no contiene sus lágrimas y toma mi mano por debajo de la mesa.

 

—    Este soy yo querida, ¿sabes? Siempre quize tener un largo linaje poderoso, todas mis esperanzas se fueron a la mierda cuando Lyudmila reveló que eras infertil, pero tal vez tenga esperanzas con mi querida sobrina. Dahlia tiene mucho potencial, ella será la que continúe con el linaje, claro que están los dos otros mocosos de Lyudmi pero ellos son unos mediocres, no los necesito. Ah y por cierto, tenias razón, ¿Quién necesita a una esposa infertil? Después de todo si eras una completa inútil, como bruja y esposa, ya que ni siquiera intentaste vengarte de mis asesinos y como mujer, que no puede concebir hijos.


Y en un abrir y cerrar de ojos, el hijo de perra desaparece. Es evidente que este tipo es del siglo diecisiete, ¿Cómo se atreve decirle esas cosas a Romy? Jamás conocí a alguien tan machista.


—    Vámonos de aquí. —la sujetó por el brazo y la llevó hasta el auto, ella no dice nada solo camina a mi par.


Cuando llegamos al penthouse ella se quita los tacones y los deja en el suelo. Le digo que espere en mi cama y eso hace. Busco en mi armario una camiseta que ya no me queda y unos pantalones de algodón, Romy los toma y se cambia frente a mi,  y como el caballero que soy le doy la espalda para que tenga más privacidad. Cuando termina de vestirse se acuesta dándome la espalda. La imito y me acuesto mirando el techo cuando escucho sus sollozos. Inmediatamente la abrazo por atrás y le doy un beso en la sien. 


—    Shh, todo estará bien, no eres una inútil.


Ella se voltea y entierra su cabeza en mi cuello aferrándose a mi. Su llanto me rompe el corazón, llora como si el dolor fuera físico. Aunque yo también lloraría si alguien me hubiese dicho lo mismo que ese pedazo de mierda le dijo a Romy. 


—    Eres una excelente bruja y una fuerte mujer, criaste a los hijos de Lyudmila como si fueran tuyos, porque quisiste. Estoy segura de que si pudieras serías una excelente madre. Mañana temprano partiremos a Vermont, recuperaremos a Lukah y haremos pagar a esos desgraciados.


Le besó la cabeza una última vez mientras juego con su cabello y en menos de cinco minutos ambos nos dormimos. 




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