Linaje del Mal

36. ¿Papá?

Malcom

 

Su grito es desgarrador, su llanto me hace querer arrancarle la cabeza a la desgraciada de mi hermana y el idota de Isaac. No sé cómo Romy se pudo casar con ese imbécil.

 

Andromeda no hace nada más que llorar y me siento impotente. Tengo que hacer algo. Me acerco a ella y la envuelvo en un fuerte abrazo. Me rompe el corazón verla así. Mientras crecía Romy siempre se encargó de que fuera feliz, que no me faltara nada. Siempre me protegió de todo lo malo, como una heroína sin capa. Y ahora esta destrozada, el hombre que ama está muerto y una de las personas en quien más confiaba la traicionó. Me dan náuseas de tan solo pensar en las marcas de Jay. Dahlia estuvo dispuesta a herir a su hermana menor. 
 

— ¿Momi? —Romy y yo giramos nuestras cabezas hacia la puerta y encontramos a Lukah de pie ahí. 
 

Parece un muñeco, es un poco pequeño para su edad, pero muy inteligente. Andromeda se limpia las lágrimas de manera rápida y le da unas palmadas al colchón para que el venga a sentarse.
 

— Es Romy. —enfatiza en la "r"— No es muy difícil monito, solo Romy. —Lukah niega con la cabeza molesto y empuja su labio inferior hacia fuera.
 

— Mami. —esta vez lo pronuncia fuerte y claro. 
 

Romy se congela y las lágrimas vuelven a llenar sus ojos. El labio le tiembla y baja la mirada. Lukah pone su pequeña manita en su mejilla y le da un suave beso en la frente.
 

— ¿Papá? —pasas su mirada por toda la habitación como si lo buscara y no aguanto. Tengo que salir. 
 

— Los dejaré solos. —le doy un beso en la cabeza a Romy y sacudo el cabello de Lukah.
 

Me encierro en el baño y preparo uno  caliente. Me deslizo por la tina hasta que mi cuerpo queda totalmente cubierto por el agua. Tengo ganas de quedarme así, quedarme bajo el agua. Olvidar todo, pero no puedo, tengo que cuidar de mis chicas. Mi familia y el pequeño Lukah.
 

Termino mi baño, me visto y voy al jardín. Ahí está Lydia, sobando la cabeza de Brutus. A veces me da lástima, perdió a gente muy importante en su vida en menos de una año. Me siento a su lado en silencio.
 

— Mi madre, Graham, Mitch, tia Anyka y ahora Sebastian. ¿A cuántas personas perderé? Solo me queda mi padre y Lukah. —su rostro no muestra ninguna emoción, solo cansancio.
 

— No sé que decirte. Solo sé que no me gusta ver a mi hermana y a Romy así. Por primera vez en su vida las cosas le estaban saliendo bien. No tenía que huir, esconderse o planear una venganza. 

 

Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que alguien sale de la casa.

 

— No está muerto. —dice una voz a nuestras espaldas. Nos giramos y encontramos a Charles con un cigarrillo entre sus dedos— La chica me llamó, hace una semana, me dijo que le entregara a Andromeda, pero no pude. Es obvio que a ella y el tal Isaac no les pasó nada. Y estoy cien por ciento seguro de que tienen a Sebastian como prisionero.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.