CAPÍTULO 14
Aburrimiento
Llega el mediodía. Samantha, sin saber qué hacer para entretenerse, empieza a revisar a sus amigos en redes sociales para encontrar con quién charlar un rato.
La lista, algo corta, se acaba en minutos, dejándola tal y como empezó.
Suelta un leve suspiro, cubriendo sus ojos con el brazo.
"Mejor miro una película... ¿Pero cuál? No sabía que había tanta variedad de series."
Luego de un rato buscando algo bueno para ver, encuentra una serie de policías.
Mientras está sumergida en el primer capítulo, disfruta de la acción y el drama.
La idea de un policía condecorado echando a perder su carrera solo por un error es intrigante y adictiva de ver cómo se desarrolla.
Pero al escuchar el timbre, deja de poner atención al capítulo.
Aunque las paredes no dejan pasar mucho el sonido, puede escuchar las voces.
—Gracias por venir antes. Me apena pedirte ayuda, pero tengo mucho trabajo —la voz de Ángel se escucha nerviosa.
—No te preocupes, tenía tiempo y sirve para aprender tu estilo —Alison suena con dulzura en sus palabras.
Mientras escucha el timbre de la voz de Alison al hablar, la expresión de Samantha se transforma en un semblante serio, abrazado por un pestañeo de aburrimiento.
Ángel le empieza a enseñar cómo edita ciertas escenas, con suavidad en su voz:
—Mira, para los subtítulos los generamos automáticamente, pero cambiamos la fuente a esta, y luego les ponemos el color para que combine con la camisa de quien habla.
—Jamás se me había ocurrido, aunque ya había visto algo así —el tono de Alison no pierde esa serenidad.
Samantha decide seguir viendo el capítulo, pero con audífonos puestos a todo volumen.
Ve capítulo tras capítulo sin descanso, adentrándose en cada caso junto al equipo S.W.A.T., pero sin darse cuenta, cae dormida.
Un recuerdo muy antiguo logra colarse en el sueño, llevándola al pasillo de un hospital.
Enfermeras corriendo por todos lados desorientan a Samantha, quien se asusta al ver cómo la empujan al pasar de largo.
Intenta llegar a la sala de espera que logra ver a lo lejos, pero por tanto empujón cae al suelo y sus manos terminan machucadas. Con ira en el rostro, se levanta devolviendo cada empujón y, como un toro, corre con intención de embestir a quien se le atraviese.
Luego de unos momentos, llega a la sala de espera. Sin embargo, nota cómo todo es más grande, y esto la desconcierta. Voltea a ver a todos lados y ve cómo todo está más grande.
Mira sus manos y pies con confusión:
"¿Soy una niña?"
Un llanto mal contenido se escucha a lo lejos. El rostro de Samantha reacciona instantáneamente: su mirada baja, sus lágrimas caen, y su corazón se acelera con miedo.
Sigue el sonido de los sollozos, encontrando una habitación. Con un temblor descontrolado en su mano izquierda, intenta abrir la puerta.
Mientras la abre lentamente, es sacada abruptamente del sueño al escuchar la voz de Beatriz.
—Despierta, el almuerzo ya está listo —la voz de la niña, un poco baja por tener la garganta irritada.
Samantha se levanta con un gran bostezo y una leve sonrisa, pero esta desaparece al notar preocupación en los ojos de Beatriz. Así que le pregunta:
—¿Qué pasa?
—Estás... estás llorando —responde la niña, mientras le pasa un pañuelo desechable.
Ella se limpia las lágrimas rápidamente y, recuperando la sonrisa, le dice:
—No te preocupes, son lágrimas por tener sueño y bostezar.
Beatriz pregunta con un tono dudoso:
—¿Estás segura?
A lo que Samantha solo asiente, manteniendo la sonrisa.
—Él me dijo que te trajera la comida —el tono de Beatriz ahora empieza a brillar con dulzura.
—Estos fideos se ven deliciosos. ¿Los comemos juntas? —el tono de Samantha cambia a uno cálido.
Ambas pasan un rato comiendo y charlando.
Samantha saca su tablet para mostrarle las caricaturas que veía de pequeña, pintando de nostalgia su voz al mencionar los nombres de cada serie, desde Chowder hasta Tom y Jerry.
Luego de comer, Samantha empieza a peinarla y a trenzar los hilos dorados que conforman el cabello de Beatriz, mientras la niña mira un capítulo de Chowder, llenándose de risas por el humor absurdo de cada chiste.
...