Justo el primer día de clases paso algo que no tenía en mente, después de haber entrado al salón transcurrieron los minutos y lo vi entrando por la puerta ¡era él!, a la persona que me querían presentar mis amigas y que preferí alejarme de él por obvias razones, Manuel me agrado el volverlo a ver y más por la razón de tenerlo como compañero y el hecho de que mis amigas ya me dejaran de hablar pues no sentía alguna responsabilidad de no intentar acercarme a él, pero bueno solo el tiempo lo podría decir, y en cierta manera era más fácil lograrlo ya que él se había sentado justo detrás de mí, fue algo que me emociono y me puso algo nerviosa ver eso, pero las sorpresas no acabaron ahí porque minutos después también vi entrar a Daniel, era algo que no sabía en qué pensar, por momentos me dio risa, pero a la vez nervios, miedo y con sentimientos encontrados, todo eso me ocurría de un minuto a otro, pero en el salón que me habían asignado desde el principio no sería el que tendría durante toda la preparatoria, si no que un semestre después nos separarían por especialidades así que preferí no hacer mucho por mi parte en intentar acercarme alguno de ellos dos, durante mi primer semestre fue todo aburrido, nada interesante que destacar, paso el semestre ya al entrar al nuevo donde nos separarían por tipo de especialidad conocí a una chica llamada “Jennifer” para mi mala suerte ella pidió cambio de turno y mi amistad duro muy poco, pero lo que más me intrigaba era saber que durante el inicio del nuevo semestre ya sabría si alguno de los dos chicos estaría conmigo, y para mí fue algo tan inesperado.
Sí, así es…ambos chicos tomaron la misma especialidad y ambos continuaron en el turno vespertino, ya no sabía si debía ponerle importancia a esto o dejar que todo siguiera su curso, pero bueno esto no fue nada así…comencé a platicar con las chicas de mi salón ya que tenía más confianza en hablarles que a los hombres, debo decir que hasta el día de hoy sigo teniendo como mejor amiga aquella chica que conocí, sin importar las cosas que atravesamos eso nos ayudó a reforzar nuestra amistad su nombre es “Yunuen” ella sin duda es de las pocas personas que me alegra haber conocido, de esas pocas personas que te hacen cambiar para mejorar, que te escuchan y están junto a ti cuando lo necesitas, de estas amistades existen pocas y me alegra haberla podido encontrar, pero durante el primer semestre aparte de conocerla a ella, también comencé en hablarle a Manuel lo cual bueno era algo que se dio, pero no paso mucho tiempo para que él comenzara a tener una amistad más cercana con mi amiga “Yuni”, se la pasaba más tiempo a su lado y hablaban más, en este tiempo pude darme cuenta de que no me gustaba tanto como yo lo imagine, ya que al convertirme en su amiga conocí su personalidad y fue algo que no me gusto, permítanme explicarles de alguna manera…es prepotente, se cree el centro de atención, muy egoísta, narcisista, con un ego muy elevado, solo le importa la fiesta, le encanta fumar al igual que tomar y consumir drogas, su actitud que tenía hacia otras personas era entre mamona y creída, sin dudas pude darme cuenta de que no era el chico que tanto había esperado, que no era esa persona que me había llamado la atención, me di cuenta a que no me tengo que guiar con el aspecto físico de una persona sino que también debo de ir más allá, puede que él sea atractivo, pero su manera de ser es un asco, al pasar primer y segundo semestre mi enamoramiento se esfumo repentinamente, ahora solo lo veía como un compañero y posiblemente como un amigo, al pasar este semestre casi al finalizar recuerdo que me encontraba en laboratorio realizando experimentos cuando el maestro que impartía la clase se acercó y menciono que tendría mi equipo un nuevo integrante, lo cual no me molestaba pero al saber quién sería solo pude pensar en que fue el destino quien decidió que esto sucediera así y que tarde o temprano era algo que terminaría pasando.