Capítulo XIV: Todo a su tiempo

Recuerdo que le mande un mensaje de felicitación por su cumpleaños a Daniel, yo dudaba que me respondiera ya que había pasado bastante tiempo de la última vez que habíamos hablado, después de 6 día me conecte y vi que un mensaje sin leer, mi sorpresa…era él, después de responder su mensaje hablamos un rato y nos quedamos de ver, yo en verdad ya extrañaba esas salidas, nos volvimos a reunir regresando a clases porque el hecho de que eran vacaciones se nos complicaba un poco, ya que mis padres se volvieron aún más estrictos, aun así comenzamos a platicar todos los días, o en las madrugadas me llamaba, eran cosas que me resultaban lindas de su parte pero no sabía cómo responder ante esto ya que lo estuve intentando por años y nunca me hacía caso, nunca me veía más allá que una amiga y comenzaba a rendirme y dejar que eso pasara, en tener otra pareja si se daba la oportunidad, en salir con nuevas personas y conocer nuevos lugares, y así termino el mes de Diciembre siendo algo complicado ya que mi universidad no tenía clases por falta de pagos hacia los maestros lo cual nos ocasionaba que perdiéramos clases, el problema se arregló en esos días y regresamos en las primeras semanas de Enero a clases y planeamos nuestra salida cuando nos encontrábamos ambos allá, nos citamos un día lunes, yo me encontraba realmente emocionada de volverlo a ver, y de ahí solamente caminamos por un buen rato, llegamos a un bosque que en lo personal me encantaba, solo nos sentamos a platicar y ya después me invito a tomar unas cervezas en un bar no muy lejano, así que fuimos, después de un rato llegamos y platicábamos aun más, pero ya era algo más personal que involucraba temas sentimentales, comenzó en hablarme que extrañaba los tiempos de la preparatoria, y que también echaba de menos esos momentos que nosotros hablábamos, después de un rato comenzó a comportarse de una manera muy atenta conmigo, y de la nada comenzaba a decirme todas las cosas buenas y lindas que pensaba de mí, y de la misma manera que él se dio cuenta la falta que le hacía en su vida, que había conocido personas pero que estas no se podían expresar de la misma manera que yo, que no tenían mi forma de ser o mi sentido del humor, lo cual a él le hacía extrañarme más, pero que de igual manera no me hablaba porque pensaba que lo ignoraría o que me estaría interrumpiendo en algo importante, pasaron las horas, y me pidió de favor que lo acompañara a su departamento, que él quería seguir tomando ahí conmigo, me pareció una buena idea y decidí ir, compramos algo de tomar y nos fuimos, al llegar a su departamento puso algo de música y continuamos, pero llego al punto de que ambos no emborrachamos, no soy de las personas que cuando está muy tomada no recuerda nada, sino que aunque este muy tomada recordare cada cosa que diga o suceda, y pues la verdad no era como me lo imaginaba, o como lo huera deseado pero sucedió, después de años ocurrió…un beso.

La verdad yo lo esperaba “mágico” como muchas chicas lo sueñan, un beso único e ideal, y no lo fue…de hecho en la actualidad ha sido de los peores besos que he recibido…la verdad si me arrepiento un poco, pero como podría saberlo si no lo intentaba, anocheció y me tenía que regresar a mi casa, realmente nunca había dormido fuera de ella y no me sentiría cómoda y menos en el estado que me encontraba, él no me acompaño a mi casa, desde aquí no se percibía nada de “caballerosidad” nunca le importo comportarse así conmigo y no sabré si realmente era así con las otras chicas o solamente conmigo, ese día me acompaño solo en el camino, hasta mi casa tuve que irme sola, y al llegar solo me recosté hasta quedar dormida, en la mañana siguiente solo me daría vueltas en mi cabeza todo lo que había sucedido.