Lluvia del corazón

Capítulo XXIII: Entre noche y noche

Los días posteriores a este continuábamos hablando, pero no tan seguido como antes, mis sentimientos se encontraban de una manera tan confundidos como ninguna vez había ocurrido, no podía imaginarme alejarme de su lado pero al mismo tiempo sabía que esto acababa conmigo lentamente, solo quería que en parte si ella jugaba conmigo que lo hiciera de una manera que me destruyera por completo, de una manera que acabara conmigo de tal forma que mi único camino fuera el suicidio, no quería saber del resto del mundo si me enamore perdidamente de ella después de aquella primera noche.

Un día la volví a ver y comenzamos hablar sobre cosas que realmente me rompieron, que parte de mí se quebró, ya que insistía en mantenerme alejada, era algo que no quería hacer, algo que no podía dejar que ocurriera, llego la noche, de igual manera la acompañe a su casa y me invito a pasar un rato, decidí entrar y solo nos besamos, mis sentimientos se entraban tan confundidos, pero deseaba tenerla a mi lado en todos los sentidos, era algo que necesitaba hacer.

No solamente era una parte de mí que la deseaba, era todo mi cuerpo me lo pedía a gritos y de alguna forma era algo que consideraba imposible de lograr, podía intentar enamorarla pero no sabía si eso podría funcionar, después del beso simplemente nos dejamos llevar, poco a poco la intensidad fue subiendo de nivel al grado de que la ropa parecía estorbosa en ese momento, cada prenda comenzaba a caer, en ese momento no sabía si detenerme o continuar, tenía miedo a que ella se arrepintiera o que ella no deseara hacerlo, pero parte de mí no podía evitar continuando marcar mis besos pos cada parte de su cuerpo, dejar sobre su piel mis besos y caricias, conocer su cuerpo hasta el último rincón o hasta donde ella me lo permitiera, cumplir sus deseos y lograr elevarla a un estado de placer alto, solo pensaba en besarla, tocarla, tener su piel junto a la mía, en un momento a otro me di cuenta de que la tenía frente a mí, que podía observar cada centímetro de su cuerpo, que podía tocarlo y tratarlo con ternura, aunque deseaba ser un poco ruda con ella y dominante, pero primeramente quería hacerla mía de una manera que le sería imposible olvidar, que mis besos hasta el día de hoy sigan vivos en su cuerpo y que cada noche al dormir recuerde ese momento que al fin fue mía…muchas personas solo “cogen” o “follan”, yo me di cuenta de que no solamente buscaba eso de ella, si no que yo quería aun ir más allá, para mi ese día no lo fue, aquel día yo no folle a nadie, sino que le hice el amor a una persona de la cual me enamore.

La noche transcurrió y al día siguiente salí con ella, ese día comenzaríamos a formalizar nuestra relación, la forma de pedírmelo fue única, y muy linda, la cual hasta la fecha me da mucha ternura el recordar, fue algo que no esperaba que llegara a suceder, nuestra historia tuvo un raro comienzo y una intensa historia en su transcurso, que todavía al día de hoy me pregunto cómo pudo ser real todo lo anterior, algo que típicamente se puede ver como una historia de fantasía se convirtió en realidad, una historia entre millones.

Este mismo día comenzamos a tener problemas, discusiones que no tenían caso, desde aquí sabía que esto sería algo difícil desde un inicio, si contara a detalle cada problema que sucedía en nuestra relación, sobre cada pelea o discusión, esto se alargaría mucho más, y son cosas que no deseo recordar.



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En el texto hay: lesbico, lgbt, amor

Editado: 26.01.2019

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