Lo bonito de un día nublado

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Pasaron dos meses desde que conoció a la joven, aún no dejaba de parecerle intrigante.. pero se tenía que conformar con apreciarla de lejos, ella y Simón se hicieron muy buenos amigos, andaban juntos a todos lados, Dan en cierto modo aceptaba que sentía envidia, Simón podía disfrutar estar con ella, mientras él solamente podía observarla. Le parecía divertida la manera en la que se volteaba en su silla para poder quedar de frente a Simón, cada que hacía eso, se fijaba que no la estuvieran viendo, volteaba a todas partes excpto a donde se encontraba él, después se acomodaba la falda-los días que llevaba-y se metía en el espacio que quedaba entre el respaldo de la silla y el asiento, todo esto solo por qué no le gustaba tener la cabeza torcida. Se la pasaban jugando y cada vez que sonreía se le iluminaba la mirada.
A la hora de la entrada la joven llegaba con dos vasos humeantes de café en cada mano, buscaba con su mirada a su amigo y sonreía cuando lo encontraba- tampoco es que tuviera que buscar mucho, siempre estaba en la misma silla- y se acercaba a él y le entregaba su vaso. Todo esto se había vuelto costumbre para ellos, incluso se podría decir que también para los demás, Dan quería poder acercarse a ella, en todo este tiempo la mirada de la joven nunca había reparado en él, el quería que lo viera, quería que notará que existía, necesitaba un milagro para que sus caminos se cruzarán- lo que no veía era que sus caminos eran, literalmente,uno solo- cualquier cosa sería buena con tal de que ella viera en su dirección.
Como si el destino lo hubiera escuchado, la orientadora interrumpió sus pensamientos cuando entro al salón de clases.

-Buenos días chicos.- saludo la orientadora

-Buenos días.- respondieron todos al unísono

- estoy aquí por qué he recibido quejas de algunos de sus maestros, diciendo que platican mucho y son bastante inquietos .... Por tal motivo, vamos a hacer un cambio de lugares, van a formar dos filas en el pasillo de afuera, y se irán metiendo al aula conforme los valla llamando y van a tomar el lugar que yo les indique.- Dijo la maestra.

En todo el salón se hizo un alboroto y se escuchaban las quejas de la s alumnos inconformes. La maestra les pidió que se dieran prisa y sin permitirles más protestas los saco del salón.

 



#40751 en Novela romántica

En el texto hay: despedidas

Editado: 20.03.2019

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