Lo bonito de un día nublado

17

Estando entre los brazos de aquel chico se sentía tranquila, pero ese sentimiento no iba a durarle mucho, pero justo en ese momento no le importaba. Sus sentimientos por él estaban cambiando y ella se daba cuenta. Pero¿Qué si él no sentía lo mismo? Aún que él se fijará en ella, ella no tenía nada que ofrecerle, estaba dañada, estaba rota, no iba a decir que no tenía corazón por que de ser así ¿Por qué le dolía tanto? Tenía una alma,una muy grande, pero él se merecía más que una pequeña criatura dañada.

–¿Tienes frío?.–le pregunto Dan cuando noto que April se estremecía.

–si, vayamos adentro.– le dijo ella, pero era mentira, su cuerpo había reaccionado ante sus pensamientos.

–¿Segura?.– pregunto Dan.

–si, pondré el cerrojo.– contestó ella

–de acuerdo.– le dijo Dan al tiempo que le tomaba la mano y dejaba que ella lo dirigiera al interior de su habitación.

–¡wow! .– exclamó por lo bajo cuando vio cuán amplia era la habitación, en una esquina era como su pequeña sala de música, tenía un piano, una guitarra en su portador un violín, un violonchelo, y ...¿Qué era eso? ¿una arpa ? Esto resultaba bastante importante, en las paredes habían partituras escritas con rotuladores de colores diferentes, había una cama enorme llena de cojines, un tocador y una alfombra gris claro que cubría la mayor parte del piso.

–las cosas cambian dependiendo el punto desde el que se miren.– dijo ella notando el asombro de Dan.

–lo siento.– le dijo él apenado.

–tranquilo.– dijo April.– si yo estuviera en otra piel supongo que mi reacción sería igual.

–¿A qué te refieres?.–pregunto Dan.

–Cada una de las cosas que componen esta habitación tienen dos fines. Uno es aumentar  el peso y el otro es ayudarme a aguantarlo.

–¿Cómo te sientes?.–pregunto Dan al notar que se empezaba a poner nostálgica.

–mal.–contesto ella sin miramientos, camino hacia la cama y se sentó en la orilla, descanso sus codos sobre sus piernas y piso su cara entre sus manos, cada vez se sentía más rota.

–¿Siempre te sientes así?.–pregunto el chico.

–no.–respondió ella, levanto la cabeza y lo miro, esbozo una leve sonrisa y siguió hablando.– sólo por esta noche.–y no mentía, el que él estuviera para presenciar su infierno hacia que su realidad se sintiera más espesa, más fuerte...... más real, anteriormente buscaba distractores pero no esa noche, no con alguien extra viviendo por un momento lo que ella llevaba viviendo por años.

–¿Quieres seguir hablando de esto?.– pregunto él.

–no realmente.– respondió ella.

–¿Qué quieres hacer?.– cuestionó Dan.

–de todas mis respuestas la más razonable es dormir.– contesto

–¿puedo quedarme.– pregunto dudando si eso estaba en los límites aceptables todavía.

April volteo hacia la puerta, dudo y después de un rato dirigió nuevamente la mirada hacia el chico lindo que la veía como si la vida dependiera de ella.

Asintió y se subió a la cama, pero después se acordó de que su mamá la visitaba por las noches así que se levantó y le fue a poner pestillo a la puerta.

–listo.– aviso

–ven.- el le tendió su mano para que la tomará, ella no lo dudo ni un segundo y puso su mano encima de la de él joven.– hay que dormir.– cuando se acostaron el la halo hacia su pecho y ella lo rodeo con el brazo, y así ambos se perdieron en el sueño.

 



#40727 en Novela romántica

En el texto hay: despedidas

Editado: 20.03.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.