Dicen que el fuego purifica. Es una mentira piadosa que nos contamos para justificar el desastre, para darle sentido a la devastación. Cuando ves todo lo que amas convertirse en humo —tu carrera, tus amigos, el amor que juraste eterno—, no te sientes purificado. Te sientes sucio. Te sientes vacío. Te sientes gris.
Durante mucho tiempo, creí que mi historia sería una comedia romántica. De esas donde la chica tímida de la Sección B se enamora del chico complicado, superan un par de obstáculos con una banda sonora pop de fondo y terminan caminando hacia el atardecer. Valeriana, mi país, se encargó de cambiar el género de mi película hasta que la convirtió en un drama de supervivencia.
Esta no es una historia de amor, aunque el amor está presente en cada página. Tampoco es una historia de éxito, aunque al final haya un diploma colgado en la pared.
Esta es la historia de una estafa. La estafa de creer que si eres bueno, la vida te tratará bien. La estafa de pensar que la persona que sostiene tu mano a los catorce años es la misma que estará ahí para secarte las lágrimas a los veintitrés.
Hubo un tiempo en que confundí dos conceptos. Creí haber encontrado al amor de mi vida, a mi alma gemela, a mi ancla. No sabía que algunas personas entran a tu vida no para quedarse, sino para enseñarte a dejar ir. No sabía que él no sería el amor de mi vida, sino la pérdida de mi vida. Y que esa pérdida, sumada a la tragedia de una bala perdida un domingo de junio, sería el cimiento sobre el cual tendría que edificarme de nuevo.
Me llamo Elara. Tengo un título universitario que nunca planeé tener, un negocio que nació de la desesperación y un corazón que ha sido roto, pegado, vuelto a romper y vuelto a pegar tantas veces que ya se ven las costuras.
Y esta es la crónica de cómo aprendí que las cenizas no son el final del incendio. Las cenizas son, simplemente, el material de construcción más resistente que existe, si sabes cómo mezclarlas con suficientes lágrimas y un poco de terquedad.
Bienvenidos a los escombros. Aquí es donde empieza todo.