¿En qué abrazo nos volvimos inseparables?
¿En qué beso nos volvimos inolvidables?
Andrés Ixtepan
Hilary
-¡¡Vamos, London giants, podemos ganar, podemos ganar!!-apoyaba la multitud eufórica, estábamos en un enorme y avanzado gimnasio de Los Ángeles, ya eran las nacionales y el quipo debía vencer a Los Ángeles Clippers, el juego estaba treinta y seis a treinta y ocho, llevábamos la cabecera. Max había encestado cuatro veces y Oliver una vez.
Todo el instituto había venido a apoyar al equipo, trajimos pancartas y algunas chicas se pintaron la cara de los colores de nuestra bandera, yo estaba en la cuarta grada apoyándolo, con una pancarta en mis manos.
Oliver tenia la pelota, pero un jugador del equipo contrario lo bloqueaba impidiéndole encestarla, reviso asi los lados, Max era el único libre.
-¡Pasádmela a mi!-le grito agitando sus manos-Estoy libre-insistió, pero este le ignoro y..
¿Pero que haces?
¡No imbecil!
Oliver intento lanzar la pelota, pero inmediatamente el chico frente a el la atrapo y con rapidez encesto.
La multitud que apoyaba al equipo de Los Ángeles celebro el empate. El arbitro sonó el silbato y dio diez minutos de descanso.
Los jugadores fueron a tomar agua, menos Max que se fue contra Oliver hecho una furia.
-¿Qué mierdas te pasa?-escupió Max y baje las gradas, dejando la pancarta donde estaba para correr hacia ellos-Acabas de hacer que empatáramos, pedazo de mierda-lo empujo con una mano y Oliver le devolvió el empujón.
-Mantén tus manos en su sitio si quieres conservarlas-le amenazo Oliver y antes de que se pelearan me pare entre ambos.
-Déjale, Max-le pedí, Oliver se pego a mi espalda abrazándome por la cintura y me removí incomoda.
-Te extrañe estos días, preciosa-dijo lo suficientemente alto como para que Max le escuchara y aparte sus manos de mí.
-Quita tus asquerosas manos de ella-espeto y Oliver rio amargamente.
-Y si no lo hago, ¿qué harás?-lo provoco-¿Me vas a golpear? A no, espera, eso ya lo hiciste-Max frunció el ceño y antes que hiciera algo de lo que se arrepintiera después me enganche a su brazo.
-Vámonos, no vale la pena-le dije arrastrándolo y el me miro a los ojos para finalmente asentir poco convencido.
Tome una botella de agua y nos sentamos en la ultima grada, el lugar estaba algo vacio ya que algunas personas habían ido al baño o a tomar algo.
-Vamos a ganar-aseguro, le pase el agua y se tomo la mitad en un suspiro.
-Yo sé que si-le sonreí.
-¿Sabes por que voy a hacer que ganemos-indago sonriendo y me encogí de hombros.
-Pues porque son las nacionales-respondí con simpleza y el rio.
Las personas entraron nuevamente al gimnasio y me puse en pie para irme a mi lugar.
-Debo irme suerte-le sonreí y me fui a mi sitio.
El juego continuo más intenso que antes, ambos equipos eran buenos y los contrincantes del nuestro tenían una ventaja:
Eran más altos que los de nuestro equipo, pero a pesar de ello los chicos estaban dandolo todo en la cancha, Max más que todo, el había intentado encestar mas de cinco veces.
-Max esta jugando mejor que nunca-comento Luca, a mi lado.
El y Max ya habían hecho las pases.
-Si, parece desesperado por encestar-fije mi vista en Max, tenia la pelota y trataba de encestar, pero le era imposible, lo tenían rodeado.
Contuve la respiración cuando vi lo que estaba apunto de hacer, flexiono un poco más las rodillas y se movió de un lado a otro distrayéndolos mientras los chicos le hacían señas para que les pasara la pelota, el hizo un ademan de lanzarla a la derecha y cuando sus oponentes se movieron, aprovecho para saltar lo más alto que podia y encestar.
EL publico enloqueció y tuve que taparme los oídos, pero a pesar de eso estaba súper feliz por esta victoria.
-¡Han ganado!¡Por Dios, han ganado!-grito emocionado y cuando me gire hacia el todos los gritos fueron reemplazados por murmullos.
¿Ahora que paso?
-¿Asi celebran los triunfos, aquí?-le pregunte a Luca quien también se quedo plasmado y negó con la cabeza para después señalar la pantalla que colgaba sobre el centro del techo de la cancha.
Casi se me cae la quijada al suelo cuando vi de que se trataba, en la enorme pantalla estaba escrito la famosa pregunta:
¿Quieres ser mi novia?
Mientras Max se acercaba a mi con grandes zancadas.
¿Estoy soñando?
No es verdad. Todo el mundo me mira y espera mi respuesta, trague saliva y el corazón casi se me salió del pecho cuando se detuvo frente a mi tomando mis manos.
-Meri, desde que tengo memoria eres mi amiga, mi confidente, pero ahora quiero que seas también mi novia, ¿qué dices?-pregunto con una sonrisa arrebatadora y Luca me pincho las con el codo para que reaccionara.