Eli, se encontraba sentada sobre el borde de su cama, con la mirada vacía, meditando sobre qué es lo que debería de hacer para vengarse de Malena.
—Sí, no hay otra mejor opción, esa es la única manera que encuentro para darle donde más le duela. Le quitaré a su prometido, si, eso haré, Leo la dejará por mí, pensó la castaña, mientras empezaba a planear como haría para acercarse a su ex amigo, sin que este relacione su cambio de actitud con él con un posible plan de venganza hacia Malena.
Tras casi dos horas de meditar su paso a seguir, Eli quedo satisfecha con su plan, se puso de pie, y camino hacia el armario de su habitación, tomo una toalla limpia, y entro al servicio que estaba en su habitación. Luego de darse un refrescante baño y cambiar de prendas, salió de la habitación.
—¿Saldrás? — escucho.
—Sí — respondió la joven, continuando su camino, sin detenerse a dar mayor explicación. «En el camino le marco a Clarisa para que me de la dirección de la casa de sus futuros suegros»
Eli salió de casa de los Camphell y abordo un auto que había solicitado. En tanto, en la casa de los Colbergs, específicamente en una habitación, se encontraba un joven de ojos color cielo, mirando a través de una de las ventanas de la misma, mientras pensaba la forma de acabar con su compromiso con Malena.
—«No quiero lastimarla, pero estar a su lado sin amor, sería mentirle, además igual la terminare haciéndole sufrir, pues no podre amarla como ella quiere» — pensaba Leo, con tristeza. Entonces, debería enfrentarla ya, aunque duela, debo de hacerlo…
Toc Toc Toc, se escuchó en el lugar, interrumpiendo el pensamiento del apuesto joven.
—Adelante — pronunció Leo.
—Joven Leo, la señorita Elizabeth Camphell, solicita hablar con usted — expreso una uniformada.
—¿Elizabeth? — pronunció sorprendido el joven de ojos color cielo.
—Si joven, la señorita Elizabeth Camphell, así me dijo que se llamaba, ella está en el jardín, no quiso pasar al recibidor — decía la empleada, mientras el joven de ojos color cielo esbozaba una sonrisa.
—Ahora voy — respondió un feliz Leo, saliendo a la velocidad de un rayo de su habitación. «Eli, esta en casa de mis padres, ella ha venido a verme, pero ¿Por qué ha venido a verme?, pensé que estaba molesta conmigo, además, ¿Cómo supo donde vivo?, no creo que se lo haya preguntado a Malena, no claro que no, a lo mejor su padre se lo dijo, después de todo él sabe que vivo con mis padres, y él conoce donde viven, si eso debe ser» — pensaba el apuesto joven.
Tras algunos minutos de camino, Leo, llego al jardín, y pudo ver a la castaña observando unas rosas, ante ello, él decidió acelerar sus pasos para llegar frente a ella.
—Eli, ¡hola¡ — decía Leo, emocionado mientras sonreía, al estar frente a la joven.
—¡Hola¡ — respondió Eli con calidez, sintiendo su corazón explotarle al verlo sonreír.
—¿Cómo supiste donde vivo? — añadió Leo, para resolver una de sus inquietudes ante la presencia de la castaña en casa de sus padres.
—Se lo pregunte a Clarisa, la prometida de tu hermano, ella es mi amiga — contesto la joven, haciendo una pausa para acotar — Necesitaba pedirte una disculpa por mi comportamiento del otro día, tú no tienes la culpa de los problemas que yo haya tenido con Malena — añadió la joven.
—Claro, ahora que lo recuerdo Enrique me dijo que su prometida y tú eran amigas — dijo Leo, con calma, haciendo una pausa para añadir — Me alegra que estes aquí, pues necesito hablar contigo, tenemos que aclarar muchas cosas....
—Lo sé, por eso estoy aquí.
—Pero no podemos hablar aquí, vayamos a un café — expreso Leo.
—¿Por qué no podemos hablar aquí?, ¿Acaso tienes miedo de que te vean conmigo?, ¿Acaso no les comentaste a tu familia que nos conocemos? — dijo la joven de ojos color miel, con tristeza.
—No es eso Eli, mi familia sabe que nos conocemos, que fuimos buenos amigos durante nuestra estancia en el orfanato, sin embargo, considero que por ahora no es conveniente que nos vean juntos — contesto Leo con tristeza.
—Bien, comprendo, no es correcto que alguien comprometido reciba la visita de una amiga en su casa, pero es peor que nos encontremos en otro lugar solo los dos, ¿No?, por ello pensé que lo mejor era venir a pedirte disculpas al lugar donde vives — pronunció Eli con nostalgia.
—No es malo que reciba visita de amigas o amigos en casa de mis padres, lo malo es que aquí no podremos sostener la platica que quiero con tranquilidad, por ello te estoy proponiendo que vayamos a un café privado…
—Bien, ¡vamos al café que propones¡ — respondió Eli, mientras pensaba — «Las cosas están saliendo mejor de las que las planee. Ahora empieza mi venganza Malena»
El par de jóvenes abandonaron la casa de los Colbergs en el auto de Leo, en tanto, en cada de Malena, esta se encontraba reunida con el diseñador encargado no solo del diseño de su vestido de novia, sino además de la confección del mismo, quien se encontraba tomándole las medidas respectivas, mientras esta se encontraba sumida en sus pensamientos.
—«La estúpida de Elizabeth está enamorada de mi Leo, por eso se comporta así y él también lo está de ella, lo sé, y por lo mismo, debo ser más astuta que ella, necesito mantenerlos alejados, ella tiene que pensar que mi relación con Leo es la más apasionada del mundo, y él tiene que pensar que ella tiene novio» — pensaba Malena, sin saber que Leo y Eli, encontraban juntos en ese momento.
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Editado: 14.12.2024