Lo Que Juramos

Capítulo 22: "Una mala decisión"

Ya habían pasado tres semanas desde que Eli decidió obedecer lo que el señor Camphell le dijo, irse de Metrópoli. Tres semanas muy tristes para ella, tres semanas atormentándose por la decisión tomada; tres semanas sin saber nada de Leo, pues a pesar de que mantenía contacto por el chat o por video llamada con Clarisa y Paulina, ella nunca preguntaba por él y ellas tampoco lo mencionaban; tres semanas preguntándose si él ya habría retomado su relación con Malena o aún seguía guardando sentimientos por ella, tres semanas atormentándose pensando en que de seguro la odiaba, tres semanas teniendo como único recuerdo de su único amor a aquella muñeca de trapo que él le regalo de niños, a la cuál se aferraba siempre, aún más cuando sollozaba recordándolo.

Por su parte Leo, durante esas tres semanas se la había pasado encerrado en su habitación, este lugar, se había convertido el refugio perfecto para todo el dolor que había sentido tras el término de su relación con la castaña, e incluso seguía sintiendo después de este. Leo no salía no salía de su habitación ni para comer, sus alimentos eran llevados por sus familiares a su habitación, en donde casi siempre lo encontraban con los ojos enrojecidos, debido a largas horas de llanto.

Malena tras esas tres semanas había decidido poner en practica el consejo de su tío, aprovechar el rencor que de seguro estaba sintiendo Leo hacia Eli tras asimilar lo sucedido y haber llorado lo suficiente, para acercarse nuevamente a él y retomar lo que tuvieron, aunque ahora su objetivo era casarse lo más pronto posible con él. Para ello, la joven había decidido ir a casa de los Colbergs, y empezar con su plan de reconquista.

—Pase señorita — decía una empleada llevando a Malena a la sala.

—¡Malena! — pronunció sorprendida la madre adoptiva de Leo.

—Señora Colbergs, ¿Le sorprendió mi visita? — respondió la joven, sonriendo.

—La verdad si, no te esperaba — dijo la mujer madura.

—Lo imagine, sé que no debería de venir después de que Leo rompió lo nuestro, pero estas últimas semanas sentí una opresión muy fuerte en mi pecho y no he podido dejar de pensar en Leo, por ello decidí venir, pues quería saber cómo se encuentra — pronunció Malena, fingiendo preocupación y tristeza.

—Vaya, debes amarlo mucho para haber sentido su sufrimiento — expreso la señora Colbergs.

—Claro que lo amo, pero ¿Por qué ha sufrido mi Leo?, pensé que él era feliz tras nuestra ruptura — decía Malena, fingiendo desconocimiento.

—Mejor, habla con él hija, pasa a su habitación, desde hace semanas que nos sale de ella, ni siquiera está asistiendo al conservatorio, si sigue así, no creo que pueda cumplir con todos los compromisos de trabajo que tiene — respondió la señora Colbergs con nostalgia.

—Voy a verlo — dijo Malena.

Malena, fue a la habitación del joven de ojos color cielo, quien se encontraba acostado en su cama con la mirada perdida mirando al techo. La joven toco con delicadeza la puerta, a los pocos segundos escucho la cálida voz de su ex prometido, aunque esta vez su voz a pesar de su calidez, sonaba bastante triste.

—Adelante — escucho la joven, quien inmediatamente giro la perilla de la puerta para abrirla. ¡Hola Leo¡ — expreso Malena, con la mayor dulzura que pudo, mientras se acercaba a la cama donde estaba su ex prometido.

—¡Malena¡ — dijo Leo sorprendido, poniéndose de pie.

—¡Disculpa que haya venido¡ sé que dijiste que ya no querrías verme, que lo nuestro acabo, pero sentí necesidad de saber cómo estabas, te he estado soñando mucho últimamente — respondió la joven con calidez.

Ante las palabras de la joven, Leo, sintió un profundo sentimiento de dolor y culpa, y tras mirarla por algunos segundos, decidió darle el encuentro y se arrodillo ante ella sollozando.

—¡Discúlpame¡ Tú no merecías lo que te hice, tú no lo merecías — decía Leo, dejando caer unas lágrimas al piso.

—No hagas esto, no es necesario, además, tú no me hiciste nada, solo fuiste sincero conmigo, lo nuestro ya no daba para más, por ello, decidiste terminar lo nuestro, pues ya no sentías el mismo amor por mí, y no era correcto seguir adelante en un matrimonio solo por cariño, ¿No?. Tú querías estar solo, yo ya comprendí ello, por lo mismo, no debes sentir culpa de nada — expreso Malena, arrodillándose frente a él para abrazarlo.

Ante las palabras de Malena, Leo, aumento su sollozo, y debido a la sobrecarga de tensiones y sentimientos que tenía le comento a Malena, su historia con Eli en el orfanato, lo que sintió cuando la volvió a ver y la manera como ella la uso para vengarse. Malena solo lo escuchaba fingiendo desconocimiento, mientras lo abrazaba.

—¿Entonces si rompiste el compromiso por una mujer? — dijo Malena sollozando.

—Si — respondió Leo, bajando la mirada.

—Eli, siempre me odió, yo nunca te dije ello porque no lo creí necesario, pues nunca imagine que la conocieras, de haberlo sabido te lo hubiera dicho, así ella nunca habría podido usarte para hacerme daño — expreso Malena, fingiendo tristeza.

—¡Perdóname Malena¡ — pronunció Leo, aún con la mirada baja.

—Ella logro separarme de ti, después de todo se salió con su gusto — decía Malena, empezando con su plan: Manipular a Leo, nuevamente a su antojo.




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