Lo Que Nadie Sabe De Ti

39: De regreso

 

Desperté la mañana siguiente y tuve que convencerme que lo que pasó ayer no fue un sueño, fue verdad. Anthony y yo nos besamos, ahora él sabe lo que siento y ahora sé cómo se sienten sus labios.

No puedo dejar de sonreír, no dejo de sonreír cuando me arreglo para bajar. No dejo de sonreír cuando me baño, ni cuando peino a Leonor. No dejo de sonreír cuando bajo las escaleras y veo que Hugo y los abuelos ya están abajo, junto con Peter tomando un jugo de naranja.

Me obligo a dejar de sonreír, tengo que comportarme más normal. Busco con la mirada a Anthony pero no está, no es como si no fuera a aparecer pero me pregunto si él se sentirá tan feliz como yo o se habrá arrepentido.

—Buenos días —digo y todos me contestan de vuelta.

Leonor baja después de mí y va a la cocina. Samantha sale de la cocina junto con Anthony llevando un tazón de frutas y un plato con tostadas a la francesa. Bajé la mirada por temor a descubrir que él no se sentía de la misma manera que yo.

—Buenos días Belle, ¿Qué tal estas? —pregunta Samantha.

Yo asiento. —Muy bien, gracias.

Anthony se sienta en la silla vacía a mi lado. —Hola Isabelle —saluda y finalmente lo veo, por suerte él está sonriendo.

Le sonrío de vuelta, ambos sabemos que estamos bien con lo que pasó a medianoche.

—Uy, dejen de verse así —pide Hugo.

¿Acaso nos vimos por mucho tiempo? Qué pena, no puedo creer que me estoy comportando así. —No estamos haciendo nada —respondo.

Samantha sonríe. —Comamos todos —pide.

Luego de su oración de gracias, comenzamos a comer las tostadas. Anthony toca mi brazo con su pulgar, yo sin verlo muevo mi mano y nos tomamos por debajo, oculto el rostro para que no se note mi sonrisa.

— ¿Qué tal te pareció Pearl, Belle? —Peter me pregunta.

Subo el rostro. —Es perfecto aquí —sin duda.

Mi abuelo asiente. —Disfrutamos mucho este viaje, muchas gracias por invitarnos.

Peter niega. —Ustedes ya son de nuestra familia, sin duda —mira a mi abuelo con una sonrisa—. Esperamos que nos acompañen en todos nuestros futuros viajes, la pasamos bien con ustedes aquí.

Samantha asiente con una sonrisa. —Ahora Belle es mi hija mayor, Leonor ya la considera como su hermana y usted señor Moss es muy apreciado por todos nosotros, en especial por Hugo quien siempre disfruta conversar con usted.

—Bueno, Hugo es un chico asombroso —admite.

Hugo sonríe —El señor Moss es un hombre inteligente, por eso nos llevamos bien —luego mira a su mamá—. Pero mamá, no digas que Belle es como tu hija, si es la novia de Tony eso sería raro.

Yo me quedo en silencio esta vez y Anthony también, Hugo voltea a vernos.

— ¿Qué? —pregunto.

Él entrecierra los ojos. —Acabo de decir que eres la novia de mi hermano, ¿No vas a quejarte?

Bueno no somos novios, no hemos hablado de eso. —Ya me cansé de quejarme, eres un caso perdido.

Los demás ríen y seguimos comiendo, Anthony y yo nos sostenemos las manos por debajo de la mesa y me gusta, aunque sea tonto y cursi, me gusta mucho.

Nos separamos cuando terminamos de comer y fuimos a limpiar los platos.

 Después de eso empezamos a guardar nuestras cosas, fue un viaje corto y según Peter tendremos que salir de aquí a la una para no cruzarnos con el tráfico de las cinco de la tarde.

Aún quedan algunas horas, Hugo avisa que irá un rato a la playa con los chicos y se despedirá de ellos. Anthony y yo lo acompañamos pero antes, él me pidió la camiseta que lo reté a usar.

—No tienes que hacerlo —le digo.

Él se encogió de hombros y lo hizo, la llevo sin ningún problema y no le importó que los chicos se rieran cuando lo vieron, él seguía con la espalda recta y sonriendo.

Nos despedimos luego de una media hora, ellos me piden por mis redes sociales y bueno, no las uso mucho pero les doy mi nombre y me envían invitación de amistad. Yo los acepto.

No sé si volveré a Pearl pronto pero si eso sucede, espero volverlos a ver, no me molestan tanto como al principio.

Regresamos a la casa y nos sentamos en el pórtico un rato, mientras Leonor avisa que nadará por última vez en la piscina.

Esta vez lo hace junto con sus padres, nos preguntaron si queríamos unirnos y lo hacemos aunque esta vez sí me quedo en la orilla y no entro al agua, solo me mojo un poco cuando ellos me tiran algo de agua.

Los abuelos se sientan también en el borde, uno en cada lado de mí y reímos todos. Mi abuelo toma mi mano derecha y me sonríe, él sabe lo que estoy pensando, que este es algo increíble.

— ¿Listo para regresar a nuestra realidad? —le pregunto.

Él mira hacia la piscina, luego hacia el señor Bradford y luego hacia mí con una sonrisa. —Yo creo que esta es nuestra nueva realidad.

Sonrío de vuelta. —Me gusta esta realidad.

—A mi también —afirma.

Pasamos una media hora y luego, nos cambiamos todos para comer unos bocadillos antes de prepararnos para salir. Peter afirma que será mejor comer más cerca de Porthsware, así pasamos la parte más pesada del tráfico y será más rápido llegar.

Desinflamos los inflables, ordenamos todo y guardamos las cosas en su lugar. Me hubiera gustado quedarme más tiempo pero tengo esperanza que algún día regrese, me encantó esta experiencia.

—Regresaremos de la misma forma —Samantha se refiere a los autos—. Y ya saben chicos, conducen con cuidado.

Anthony y Hugo asienten. —Claro —ambos responden al mismo tiempo.

Luego que todos estaban listos y de guardar todo Peter pide a Hugo y Anthony que vayan y revisen que las luces estén apagadas y las puertas también. Hugo afirma que irá a ver la parte de arriba y cuando sube, Anthony me toma de la muñeca y me mueve hasta la parte de atrás.

Se acerca y me da un beso rápido en los labios —Ayúdame a revisar.

Sonrío y volteo a ver para confirmar que nadie nos ha visto, me acerco y le devuelvo el beso. —Está bien.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.