Lo Que Nadie Sabe De Ti

44: En camino

Cerré los ojos para descansar y recordé mi rencuentro con Anthony luego que su abuelo informara a la familia de lo que está pasando.

—Lamento alejarme de ti estos días, yo no estaba bien —Anthony toma mi mano.

Yo niego y me acerco a él para abrazarlo, él me rodea con sus brazos. —No, no digas que lo sientes. Esto es difícil para ti, lamento que esto esté sucediendo pero voy a estar contigo, ¿sí? Pase lo que pase.

Me aprieta más a él. —Te quiero.

Cierro los ojos contra su pecho. —Yo también te quiero, estaré contigo.

Mañana es el primer día de escuela. Cuando supe que me iba a mudar y que tendría que comenzar de nuevo en otro lugar no sentí particularmente ninguna emoción, simplemente acepté la vida como venía.

Ahora las cosas son diferentes. Ahora estoy enamorada de un chico, su hermano tiene sentimientos por mí, mi abuelo encontró a su mejor amigo quien está enfermo. La cabeza me da vueltas con todo esto, ya no sé qué esperar del nuevo año escolar.

Anthony y yo estamos en los columpios, él se aferra a mí sin hablar nada más. No necesita hacerlo, ni yo tampoco, solo quiero que se sienta seguro conmigo. Quiero cuidarlo como él me cuida.

—Mi abuelo quiere que sigamos con las historias —afirma—. Quiere que vivamos como siempre, él odia vernos tristes. Lo estamos intentando por él, Leonor se ha sentado con él para ver películas a pesar que sus ojos se ven tristes, Hugo… se ha cerrado emocionalmente. No quiere hablar conmigo.

Bajo la mirada.

Anthony me suelta y se sienta en el columpio metálico que rechina al sentir el peso, estira sus manos para que yo me acerque. Me toma de los brazos y me sienta en sus piernas, coloca su mentón en mi hombro y rodea mi cintura, yo coloco mis manos sobre las suyas.

—Yo creo que tu abuelo es fuerte y no pienso que sea el final, solo deberías recordar que ahora mismo está aquí. Sigue contigo —afirmo.

Anthony besa mi mejilla. —Sí, tienes razón —admite—. Voy a intentar ser como antes, supongo que tengo que seguir con el libro. Él quiere contar su historia, tengo que hacerlo.

Acaricio sus dedos. —Lo haremos, ¿sí?

—Isabelle —puedo escuchar que habla con un nudo en la garganta—. Yo sé que esto es parte de la vida, sé que mi abuelo no puede vivir para siempre pero no estoy listo para decirle adiós, no quiero.

Ahora coloca su frente sobre mi hombro y puedo escuchar que comienza a llorar. Yo bajo el rostro y lágrimas se acumulan en mis ojos. Quisiera tener las palabras correctas pero no hay nada que pueda decirle para evitar que se sienta de esta forma.

No puedo resistir escucharlo llorar. Me levanto de su regazo, me inclino sobre mis rodillas y lo atraigo hacia mí. Él coloca su rostro entre mi cuello y yo acaricio su cabello lentamente. Creo que no hay palabras para que su corazón deje de romperse, solo puedo acompañarlo en este doloroso proceso.

—Lo siento —susurra despegándose de mi—. No quiero que tu… no estas obligada a consolarme.

Tomo su mano y limpio sus lágrimas con mi otra mano. —No estoy obligada pero quiero estar contigo. Llora conmigo, habla y haz lo que sea necesario, ¿sí?

Toma mi mejilla con su mano izquierda. —Gracias.

—Ven aquí —vuelvo a abrazarlo y beso su mejilla—. Estoy contigo. Tú me dijiste que no te irías, yo tampoco. De verdad, Anthony.

Puede que él y yo nos enamoramos relativamente rápido, solo fue una cosa de semanas pero no por suceder de esa forma significa que no es real. Yo me conozco, sé qué tipo de persona era antes y después de conocerlo. Sé que Anthony me quiere y sé que no quiero estar lejos de él.

Sé que si fuera al revés, si mi abuelo estuviera en esa posición, Anthony me ayudaría con todo lo que pudiera.

Respira profundo y se limpia el rostro, se levanta y aclara su garganta. —Bien, tengo que hacerlo. Voy a ser yo… todo estará bien —yo me levanto también—. ¿Puedo besarte?

Asiento y me acerco a él. Este es nuestro primer beso después del que me dio Hugo. Odio recordar ese momento pero en parte puedo entender a Hugo y se disculpó. Pero yo no quería besarlo, yo solo quiero besar a Anthony.

Él se acerca y nuestros labios se encuentran. Con él todo es diferente, se siente plenamente bien. Yo rodeo su cuello y él me toma de la cintura, nos despegamos y finalmente sonríe. —Te quiero.

Paso mis dedos por su cabello. —Sabes que yo también te quiero.

Él acaricia mi mejilla dejando una mano sobre mi cintura. —Mañana hay que ir a la escuela, ¿Quieres que vayamos juntos? Te llevo, ¿sí?

Asiento. —Claro.

Sigue acariciando mi rostro. —Al menos te tengo ahora, creo que todo esto sería más difícil si no estuvieras conmigo.

Me paro de puntillas para darle un beso corto.

Anthony me abraza y besa mi frente. —Si tengo que actuar como antes tengo que ser cursi de nuevo —me inclina un poco para verme el rostro—. Um, en ese caso diré que eres la chica más linda del mundo y me siento afortunado de tenerte.

Pero ya no pienso que sea cursi, ahora solo creo que es lindo. — ¿Ah, sí?

Levanta sus cejas. —Estaré celoso en la escuela, todos esos chicos querrán salir contigo e invitarte a citas y bailes.

Ruedo los ojos. — ¿Crees que yo aceptaría?

Sonríe levemente. —Pues este verano solo has tenido dos opciones, Hugo o yo. En la escuela hay chicos populares, inteligentes…

Me tenso al escuchar el nombre de Hugo.

Me separo de él y cruzo mis brazos. —Anthony, ¿Piensas que voy a dejarte solo porque puedo conseguir algo que según tú, es mejor?

Sonríe inocentemente. —No, pero si quieres… mereces alguien mejor.

Chasqueo mi lengua. —Sigues siendo un tonto —doy un paso al frente—. Uno muy tonto.

—O yo podría salir con otras chicas, he escuchado que cuando alguien tiene novia consigue la atención de las personas más rápidamente —bromea.

Ruedo los ojos. —Hazlo, no me importa.




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