Él se atravesó en mi camino, ese hombre atractivo y serio tomó lo que mis ojos vieron primero, pero no sabe que, aunque me hayan echado como a una vil ladrona, yo no estoy acostumbrada a perder, solo que jamás esperé que mi destino y el suyo estuvieran unidos por secretos enterrados hace mucho tiempo.
Secretos que fueron el motivo de convertirme en una emigrante, a conocer solo el trabajo duro a mis veintiún años y vivir sin oportunidades para mantener a mi familia. Pero pronto él y yo volveremos a encontrarnos para conocer la verdad que nos une y la locura de amar y por qué no… ¿pelear?