♥Aurora. ♥
Estoy escogiendo tomates, concentra en encontrar los mejores, era para hacer una pasta que me había enseñado Mía, quería ver si había avanzado con lo que ella le había enseñado, suspire al saber que iba a hacer un poco difícil.
Cuando iba a pedirle ayuda a Emiliano, pero al ver que él estaba ocupado, lo mejor será escogerlo por mi cuenta, hasta que escucho la conversación. ¿Presentarme como su novia?
—¿Qué pasa Aurora? —. Pregunta, haciendo que el silencio desapareciera, ¿tengo que ser sincera? —Dilo, necesito saber lo que piensas, sé que cometí un error al presentarte como mi novia y lo siento por eso, ¿sí?
—No estoy molesta por eso, pero no me gusta que me tomen como cortina de humo, si no quieres salir con ellos diles, si quieres aparentar conmigo, eso no es necesario, eres libre de hacer lo que él sugirió.
—¿En serio? Si eso quieres, le hablaré para quedar con él—. Eso me hace voltearlo a ver.
—Claro, si eso quieres, podemos terminar aquí, luego lo llevas a tu apartamento.
—Aurora, no, no quiero salir con ellos, contigo es más que suficiente, desde que estás en mi departamento hace más de un mes me he dado cuenta de que, no necesito salir de fiesta, cuento cada minuto para verte, quiero tener una cita contigo, ¿qué dices?
Lo que me dice me hace verlo, ¿una cita? Siento mi respiración detenerse.
—¿Una cita?
—Si la primera de muchas, quiero que me veas como un hombre, no como tu jefe, por favor—. Me toma de la mano, para que me acerque. —creo que te has dado cuenta de mi interés por ti, y creo que ya me has conocido, ahora dime, ¿aceptas?
Mi corazón suena en mis oídos.
—Vamos intentemos conocernos mejor.
—Está bien —. Contesto, sintiendo mis manos sudar.
Suelta un suspiro, dejándome saber que está nervioso.
—Este fin de semana, si este fin—. Dice más para él que para mí.
—Sí, este fin, vamos que tengo hambre—. Digo tomando su mano, para que no siga haciendo más el ridículo y la gente nos deje de ver.
—Dijo que sí. — lo dice casi gritando.
—Silencio, no podemos hacer este tipo de espectáculos, solo vamos a tener una cita.
Trato de no ponerle mucha importancia, porque voy a terminar igual o peor que él. —Vamos Emiliano.
—Sí, nena vamos.
Salimos del supermercado, él con el carrito lleno hasta llegar hasta el carro, empezamos a llenar el malero, una vez terminamos de subir la última bolsa, él regresa a dejar el carrito, me rio al ver, que se impulsa para subirse, su faceta de niño todavía me sorprende, es raro, claro que lo es, pero es emocionante.
Regresa unos minutos después, y ahora sí a preparar la cena que tanto queríamos hacer.
♥♥♥♥
Terminamos de cenar y el proponer ver una película, acepto para no es tan tarde.
—Entonces has tenido citas. —Saca el tema a relucir, como que era un tema trivial para los dos.
—En realidad no—. Soy sincera —. Nunca me imagine que mi primera cita seria con mi jefe, es algo raro.
—¿Bueno o malo?
—Solo raro, no tiene que ser ni bueno, ni malo, te imaginas nosotros llegado a un restaurante, tú con tu porte y yo con mi torpeza.
—Eres hermosa, inteligente, audaz y sobre todo alguien con un gran corazón, que me gustas.
Todo lo que me dice me deja con mi corazón con hecho un desastre. —No me quedes viendo, es la verdad, es lo que veo en ti.
—¿gracias? — digo un poco incómoda, pero sé que me tengo que acostumbrar.
Cambiamos de tema, para continuar la noche.
El día siguiente voy a la pizzería, y me encuentro con Bob, no le hago nada, está con un humor de perros.
—Aurora, pasa a mi oficina, tenemos que hablar.
—¿Pasa algo Bob? — preguntó con miedo.
—Nada, solo tenemos que hablar de un tema importante.
Cuando iba a contestar mi celular nos interrumpe, es mi hermano, me disculpo con Bob.
—Hola bebé. — le dijo solo al contestar.
—Au, ya casi terminamos mi graduación, mi mamá dijo que vendrías acá.
Se me hace un nudo en la garganta. —Mi amor, yo voy a hacer todo lo posible, pero si yo no puedo ir te juro que te mandaré un gran regalo.
Sé que no tendría que usar ese tipo de chantaje, pero tengo que usar eso con sus seis añitos no puedo jugar con sus sentimientos.
—Lo prometiste…
—Sé lo que prometí, pero aquí tengo cosas que hacer bebé.
—Ya no me quieres —. Dice en llanto y corta la llamada, veo el mensaje de la llamada terminada.
Y mi corazón se rompió.
Editado: 15.11.2025