Emiliano., ❤️💕
Dejo que entre al edificio, esperando que desaparezca dentro del edificio, pero no me conformo que entre, decido seguirla desde lejos, para ver cuál piso y donde queda exactamente, veo que la seguridad del edificio es decadente.
Tendré que hablar con Aurora, para buscar un lugar seguro.
Estoy subiendo algunos escalones para llegar al siguiente piso. Cuando la veo detenerse a buscar sus llaves, estoy inmerso en verla, cuando un tipo la ataca por detrás, termino de llegar a ella.
Mi corazón late a mil por hora, sin más tomo al tipejo por detrás para inmovilizarlo, haciendo que afloje el agarre, dejando que Aurora salga y caiga, el tipo queda inconsciente.
No me importaría si pasara a la otra vida.
No me detengo a revisar, mi única prioridad, la recojo y veo sangre en su frente, como. Loco bajo las escaleras con ella en brazos.
Llego al coche y no lo pienso dos veces la subí con sumo cuidado, mi mente no tiene para pensar en nada más, necesito llegar al hospital lo más rápido posible.
Enciendo el vehículo, parece que la vida se me empieza a complicar con cada semáforo en rojo, que no pienso y cruzó con la luz de alto, las multas llegaran a la oficina o posible que me quiten la licencia, pero es lo de menos.
Solo de pensar que si no hubiera seguido mi instinto, otro cuento se estuviera contando, y eso me hierve la sangre, miro a Aurora, solo de pensar lo que ese malnacido quería hacerle…
Sin pensarlo más llamo a mi chófer y jefe de seguridad.
—Señor —. Responde casi al instante su celular.
—Necesito que te encargues de un tipo… — le doy las indicaciones y la dirección de Aurora.
No creo que el tipo despierte por un tiempo, el necesario para que Blue llegue, una vez que termino de dar las instrucciones doy por terminada la llamada.
Aurora nada que despierta.
Llego al hospital, inmediatamente bajo la cargo para llevarla a emergencia, la colocan en una camilla, y la llevan al quirófano para examinarla mejor, una vez dentro me quedo con las ansias en carne viva.
Los minutos se hacen eternos hasta que sale el médico que la está atendiendo, me acerco para saber de ella, pero la cara de pocos amigos me da un mal presentimiento.
—¿Qué es usted de la paciente? — preguntó directo el médico.
—Soy su novio. —Bueno eso es más que obvio, aunque ella no lo sepa, lo soy.
—Necesito que llene el formulario. —Me extiende un montón de hojas.
—Está bien. — Respondo, pero sé que habrá más problemas, por lo que coloco el número del seguro de salud de la empresa.
—Tendremos que intervenirla, los gangliones pequeños que tiene en la mano derecha también serán destripados, ya que tiene una factura en esta, tendrá unos días, donde tendrá que estar día y noche, porque la condición de STC, en sus manos es un poco complicada y ya solo con intervención es su única opción.
Todo lo que me dice me deja con más tenso y él prosigue:
—También necesitamos hacer unos pequeños puntos en su cabeza, por el golpe recibido, ya tomamos las muestras y se está haciendo el examen toxicológico, ya que la paciente muestra signos de haber sido drogada, ya dimos aviso a las autoridades correspondientes, tendrá que acompañarlos para hacer su declaración a los oficiales.
Ellos llegan y hacen su maldito interrogatorio, el cual me parece un poco absurdo en la situación que estamos pasando, hacen que vuelva a relatar desde el inicio, miro a mi abogado y esta asiente.
Me hacen perder el tiempo. Tiempo que estuviera pendiente de mi mujer. Saber si ella está bien.
Estoy muerto del miedo, al saber toda la condición que tiene a tan pequeña edad.
Terminamos y no dudo en ir a la sala de espera, veo como sale una enfermera cubierta de sangre y voy a saber qué pasa con Aurora.
—Señorita, sabe algo de la paciente Aurora. Ella me mira y niega.
—Lo siento, no puedo decir nada hasta que el médico salga.
Así pasan los minutos que se convierten en horas, nunca me imagine que nuestra primera cita terminará así.
Es a las cuatro de la mañana que el médico por fin sale.
Editado: 15.11.2025