Locura, amor y ¿peleas?

Capítulo treinta y cuatro. ❤️

Emiliano. 💕

Abrazo a Aurora, por la espalda, todavía no puedo creer que ella tomará la iniciativa a esto, solo me hace pensar que era una decisión que tomó para esta noche, está dormida plácidamente en mis brazos.

Por fin es mi mujer en toda la extensión de la palabra, mi mujer.

Besó su cabeza y decido que es hora de dormir, por fin, el mejor día de mi vida, pronto se resolverá sobre su situación legal en el país.

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Luz.

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—Él no puede hacer eso. — le digo a Rossy, no, él no me puede hacer eso.

—Tienes que hacer algo para separarlos. — me sugiere ella.

No contaba que me iba a enamorar de Emiliano, pero ¿cómo no hacerlo? Él, es un hombre excepcional.

—Tiene que ser mío. — digo apretando mis manos.

—Lo será, pero tienes que pensar con la cabeza fría, no puedes hacer todo por impulso.

Me queda claro que tendré que hacer una de mis jugadas, no puedo quedarme con los brazos cruzados viendo como me lo quitan.

—Piensa o usa el poder qué tienes en tus manos. — me dice y no tengo mucho que pensar.

—Claro que lo haré, solo tengo que tener una pequeña oportunidad.

—Crea esa oportunidad.

Ella sale dejándome sola con mis pensamientos, cuando estoy calculando los movimientos qué tengo que hacer, una llamada mi interrumpe.

—Hola hija. — saluda mi mamá.

—Hola mamá, ¿que pasa? — pregunto exasperada, no puedo manejar mi voz por lo irritada qué estoy.

—¿Pasa algo, hija? — pregunta preocupada, respiro profundo para poder controlarme.

—Nada, dime ¿qué ocupas? — pregunto.

—Bueno, aquí tus hijos preguntan por ti, ¿cuándo vendrás a verlos? Tienes meses sin verte, les haces falta, sabes que Irma al tener menos del año casi no te recuerda, pero los otros dos no es lo mismo.

Mi corazón se hace pequeño al recordarlos, sé que por ellos estoy aquí, para darle lo mejor, porque ese malnacido de Miguel, nunca se comunicó conmigo desde que se vino para acá.

Me dejó con una carga que no podía, pero que llorando y todo les di lo que pude.

Trataré de ir dentro de dos días, también necesito verlos, pero no sé si podré separarme si los veo.

Una lágrima traicionera se escapa de mis ojos.

—Tú tienes esa oportunidad de volver, no como la pobre de Aurora, que ni a la graduación de Kenneth pudo estar.

Solo la mención de esa tonta hace que mi humor empeore, sin querer aprieto el celular.

—Sí mamá, pobre de ella.

Seguimos charlando un poco más y se despide de mí.

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Rossy.

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Deja a la estúpida de Luz, todavía no puedo creer que se me cruzara la tonta idea que sería de ayuda, lo único que ha hecho es enamorarse de él, como si fuera lo suficientemente buena para él.

Pero tampoco es que me voy a quedar con los brazos cruzados para que termine con la hija de Amanda, primero sobre mi cadáver, y me siento demasiado viva para no detenerme a ver como se une a ella.

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Aurora. ❤️

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Un nuevo mes llego, y con la noticia de que puedo retomar mi trabajo, pero al menos ya podré hacer algo más en la pizzería que ver lo que haga falta y que no se quemen las pizzas.

A regaña dientes Emiliano me dejo regresar.




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