Locura, amor y ¿peleas?

Capítulo treinta y nueve. ❤️

Emiliano.🧣

Aurora me mira con dolor.

—Solo dime que tu tía no murió en un accidente en esta ciudad. —No lo pregunto, lo afirmo.

—Sí, en el 2007, mi mamá y mi tía, murieron en un accidente. — confirmó.

—No eres sobrino de este señor, pero sí de mi tía. — dice dando un paso atrás. —Me acosté con mi primo. —Se toca la cabeza como si no pudiera procesar, lo que estaba pasando.

Ahora todo lo que está pasando hace que mi mente trabaje a todo marcha.

—Julieta. —Digo viendo a la mujer que mi tío tiene bien agarrada. —Dime que no eres familia de Susana López, por favor.

Ella me mira con dolor. —Lo siento, pero Aurora no es la primera emigrante de la familia.

Mi hermana Susana, Rosaura y yo, nos decidimos venir aquí para poder darle una mejor vida a ustedes, pero… —Ella no puede proseguir, pues se toca la cabeza y empieza a tener un ataque.

Massimo, al verla así, decide intervenir. —No te esfuerces, por favor. —Dice Aurora llegando a ella.

Julieta termina desmayada, el hermano de Aurora llora, por lo que está pasando a su mamá y yo ya no sé qué hacer.

Voy detrás de todos ellos, con Kenneth en mis brazos, el compromiso no puede seguir, llamo a Greg, para que se haga cargo.

Lo único que tengo seguro es que Aurora no me va a dejar, tengo que encontrar las respuestas.

—Luz. —Ella tiene que tener que saber más de lo que dice.

Llamo a Byron —Hermano, necesito que detengas a Luz y la lleves que Blue, él sabrá qué hacer. —Suelto de golpe.

—¿Luz? No quiero problemas Emiliano. —dice.

—No lo tendrás, solo hazme el favor, ¿Sí?

Escucho cómo resopla, y sé que ya lo convencí. —Está bien. —responde, le doy las gracias y corto la llamada.

Busco entre el tablero y encontró al de Blue.

—Señor. —Responde él.

—Necesito que retengas a Luz y a su tía. —Suelto y volteó a ver a Kenneth, parece más calmado con el dulce que le di.

—en seguida señor. —Corto la llamada y sigo el coche de mi tío cerca.

No me voy a quedar con los brazos cruzados, ella es mía incluso si llega a ser mi familia. Y aunque creo que es una broma de mal gusto.

Todavía no puedo creer que nos esté sucediendo esto en un día que creí sería importante en nuestra historia.

Llego al hospital y a la primera que me encuentro es a Ana, la hermana de Aurora.

—Puedo hacerme cargo de él. —dice extendiendo los brazos a Kenneth.

Este se niega, se arrecusta para que pueda llevarlo yo, lo bueno que ella no insiste.

—Lo siento.— Dice con sinceridad. —Nunca me imagine que terminaría así.

—Voy a aclarar todo, no te preocupes. —digo entrando al hospital.

—Mamá estará bien, ella todavía le cuesta recordar. —Asiento en respuesta.

Cuando llegamos el médico, no ha salido, todos estamos metidos en nuestros propios pensamientos.

Dos horas después sale el médico, solo recuerdo cuando estaba solo esperando noticias de Aurora.

—Familiares de la señora Julieta López. —dice el médico.

Todos nos levantamos. —Bueno, siéntense por lo que tengo que decir, la señora está bien, pero se encontró un medicamento que hace que sus hormonas afecte su estado de ánimo e incluso podía tener episodios psicóticos, y perdida de memoria.

.

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.Aurora.❤️.

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Lo que dice el médico me deja con un mal sabor de boca.

—¿Qué dice? — pregunta Ana. —Mi mamá la diagnosticaron con esquizofrenia, y le damos el medicamento que el médico recentó.

—Tendrían que hablar con un médico especialista en esos casos, para confirmar eso, pero con los resultados pueden ir a abrir un expediente contra el médico que la atiende.

Entrega los papeles y nos dice que la pasarán a una habitación donde va a estar en observación por unas horas.

Volteó donde está Emiliano, pero Massimo me llama y sé lo que quiere y yo también. —Sé que no es el momento, pero será mejor salir de esta duda de una vez.

Yo asiento y vamos al laboratorio, mientras mi mamá es pasada a la habitación, volteó una vez más y veo como Emiliano, entrega a Kenneth a Ana y se va.

Llegamos al laboratorio y extraen nuestras muestras y tendríamos que esperar unos días.

—No la necesito, porque sé que eres mi hija. —Dice él con dulzura.

Por mi parte me siento confundida, no sé qué hacer o qué creer.

—Solo necesito saber que mi mamá va a estar bien, lo demás veremos después. —Digo pasando de él.

Las horas pasan y yo me quedo a cuidar a mi mamá, aunque Massimo no se a ido del todo, esta afuera por si ocupamos algo.

—Hija. —dice entrando a la habitación. —Necesito ir a ver a Emiliano, tiene noticias, cualquier cosa me llamas. —Yo asiento y él se va, dejándome con la incertidumbre de lo que va a pasar de ahora en delante.




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