Locura, amor y ¿peleas?

Capítulo cuarenta y cuatro. ❤️

Aurora.

—¿Kenneth es hijo de Massimo? —Pregunto con el corazón queriendo salir de mi tórax.

—Sí. —Respondió sin un milésimo de duda. —Le di esa oportunidad a tu padre y no la aprovecho en el buen sentido.

—Me embriagaste primero.—Se defiende él, y ella se encoge de hombros, —Nada es fácil en esta vida, —Dice así por así.

—Bueno, ahora ya saben la verdad. —Dice parándose de la cama. —Vengan por mi mañana, hoy quiero descansar. — y trata de salir de la habitación como puede. —Vamos Susana, los invitados ya se van.

Vemos como sale de la habitación para entrar a otra cerca, como si la casa le perteneciera, es evidente que su cabeza no está bien, miro a Emiliano su expresión de difícil de descifrar, llegamos al hospital las horas que hemos vivido todo esto han perecido días y que por fin podemos ver la luz del día.

El recuerdo de ella es algo que nunca olvidaré, lo mejor hubiera sido que la arrestaran, pero Massimo decido que se hiciera hasta en la mañana y creo que fue un error haberle hecho caso, porque a la mañana siguiente la encontraron sin vida, con varias cartas, para sus hijos,Massimo, una para a mi mamá y otra para mí.

Se quitó la vida, dejando una nota que decía:

Puede que tomara decisiones precipitadas, pero está llevaba años sonando en mi cabeza, por fin puede ver con claridad, sé que el daño que provoque no se borra con un perdón, tal vez este momento de lucidez que estoy teniendo sea lo mejor que me pasara en todos estos años,aunque no los creen los amo hijos, aunque no era el tiempo debido de traerlos a este mundo, me alegra grandemente en las personas que se han convertido y sobre todo que no han pasado ningún tipo de dificultad.

Hasta la próxima vida, Rosaura.

Lo último que pudimos ver fue como trasladaban su cuerpo en una bolsa negra, recalcando que ya no estaba en este mundo.

Emiliano y Ana estaban metidos en sus pensamientos, cosa que comparto desde que supe quién era nuestro padre, y porque mi madre sufrió tanto, tendría que ir a interponer la denuncia a quién.

Pasaron los días, entregaron el cuerpo de Rosaura, quien murió envenenada, pero con una sonrisa en sus labios, se he hizo su respectivo entierro en la tumba donde esta su lápida, pero esta vez no iba a estar vacía, ahora ella en realidad si estaba allí.

Poco a poco mi mamá se fue recuperando, desintoxicaron su cuerpo, ahora van a esperar a ver como reacciona, nadie ha hablado de las cartas de Rosaura, todavía no he tenido el valor de leer la mío y no hablemos de mi mamá, ella no esta en condiciones para recibir este tipo de impresiones.

Han pasado un mes, todavía no estamos preparados en hablar de nuestra relación, si terminar o continuara donde la dejamos. Él viene a ver, y no puedo decir que no ha estado atento a mí porque lo ha hecho.

Mi tía, la mamá de Luz, vendrá dentro de poco, espero que con esto se cierre esa etapa de nuestras vida, principalmente para Emiliana y Ana que se lo merecen.

Una semana después veo como entra Emiliano, ya que mi madre seguía ingresada en un hospital y yo seguía con ella.

—Tu tía llega hoy, y quería… —No lo dejo terminar.

—Iré contigo. —Prometo. —Solo déjame llamar a la enfermera. —Él asiente y me deja ir. Cuando regreso él esta hablando con mi madre.

—Cuando esté mejor, podremos seguir con una ceremonia, quiero que usted entregue a su hija.

Él sabe que ese es mi gran deseo, aunque ahora tengo un padre, pero ella siempre estará presente en ese gran sueño.

—Claro que sí. — Responde mi madre.

Cuando toco la puerta, la conversación termina y nosotros nos vamos a la mansión, para dar cierre a todo de una vez por todas.




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