Emiliano.
Llegamos a la mansión, que todos nos están esperando, tomo la mano de Aurora.
Entramos, saludamos y buscamos donde sentarnos, la tía de Aurora empieza a relatar.
Recuerdo que cuando estamos pequeñas todas nos llevábamos jugando, pero no éramos pobres, nuestros padres tuvieron la brillante idea. —dice con sarcasmo. —De enviarlas a cumplir en sueño americano solo con tener unos diecisiete años cada una, bueno, a excepción de Susana, ella era dos años mayor, y fue la primera en casarse y se olvidó de ayudar a la familia una vez que su situación migratoria cambio.
Al menos en eso no mintió pienso, María sigue relatando. —Lo que nunca nos imaginamos era que Susana manipulara a tal grado a las dos para que trabajaran de bailar así en un tubo, y luego le quitara el hijo a Rosaura, lo supe, porque en aquel entonces la pobre Rosaura llamo desesperada a mis madres para que hablaran con Susana, cosa que no sirvió para nada, ya que el bebe ya esta registrado.
Una punzada de culpa me atravesó. — Bueno, la cosa no termino ahí, porque en eso nació Ana, pero la pobre no podía con la carga, aunque la pudo por unos días, hasta que el malnacido se enteró de que no había hecho lo que pidió, casi la mata, estuvo en coma por un mes, Julieta no tuvo otra opción de vender… —Baja la mirada con vergüenza. — Es ahí donde entra tu padre, se enamoró de la brillante de tu madre, y al saber que nadie la había tocado, compro ya saben que, así, tu madre quedo embarazada y se hizo cargo de Ana.
»No la culpes, solo hizo lo que tenía que hacer, Massimo la saco de ese lugar con Rosaura, pero ella, desde ese momento, ya estaba mal de la cabeza, y luego entro Susana con su cizaña, hizo que ellas se separan y lo demás ya lo saben, ahora quiero pedir disculpas por mi hija y si quieren presentar cargos contra ella, lo comprendo, no voy a interferir, solo pido un trabajo para mantener a mis nietos, trataré de educarlos mejor, para no fallar como lo hice con Lucia.
Después de que ella terminara de hablar, y seguir con temas triviales, subí a mi habitación, tome lo que ella escribió y lo desdoble.
Querido Emiliano.
Pueda que me estés juzgado por todo lo que te hice, y lo acepto, no luche por ti como la madre que merecías, pero cuando naciste, eras la cosita más hermosa que he visto, no te voy a negar que cuando supe que estaba embarazada no me aterre, tenía miedo de no ser suficiente, y por eso no quería traerte a este mundo.
No hay justificación, pero ahora solo quiero que seas feliz y que siempre te estuve cuidando desde la sombra y TE AMO tal y como lo he hecho con tu hermana, solo les pido, cuídense, ámense, y sean felices, la vida es muy corta.
att. Mamá Rosaura.
Solo cuando llore, sentí como poco a poco la carga que cargaba se iba disminuyendo, siento como alguien me abraza y su olor me trasmite ese paz que tanto necesitaba, tal vez no pidió perdón directamente, pero lo hizo a su forma, ya no podre seguir juzgándola desde mis privilegios, porque ahora entiendo por qué Bob siempre me dijo que teníamos que ver el mundo con ojos diferentes y ahora lo estoy haciendo.
—No sabía cuanto necesitaba estas palabras. —Le digo a Aurora.
—Llora, saca todo lo que llevas dentro, desahógate y estarás mejor.
Y así lo hice, no me importo que ella me juzgara, pero me sentía como aquel pequeño niño desamparado, ella estuvo sosteniéndome cuando mi garganta se sentía arder, de todo mi dolor.
Sabía que tenía que sobrellevar todo, toda la maldita verdad, y sobre todo la culpa de haber juzgado a la persona equivocada.
Editado: 29.11.2025