Londres tiene sus propias estrellas

Capítulo 6 | Raven

—¿Ya te estás sintiendo mejor?

—Yo debería preguntar eso, teniendo en cuenta que no fui quién pidió antirretrovirales. ¿Sabes que debes ir a un médico para obtenerlos?

—Mitchell me los consiguió ya.

Subimos las escaleras así que me detengo un poco de verla para poder entender de qué va toda la situación. 

Podría preguntarle varias cosas, pero me sigue dejando anonadada el hecho de que Mitchell fue quién se los consiguió.

—¿Cómo para qué lo pediste? Aún no me quieres decir.

—Tú sabes para qué se usan esos medicamentos, Raven —me responde riendo.

—¿¡Tú tienes… VIH!?  —ella solo ríe —Pero ayer fuiste… con Rosé a tener, ya sabes.

—Sí, pues sí, fui a eso.

—¿Aún necesitando antirretrovirales?  

—¿Qué dijo Ashton luego de que me retirara por la llamada tras decir eso? —me cambia el tema.

—Nada, solo se quedó mirando a la nada. Todos nos quedamos así, Emmanuelle.

—Me llamas así otra vez y sí te vas a sentir mal —dice en amenaza.

—¿Cuándo no me he sentido bien? —pregunto sorprendida por el exabrupto.

—Ayer.

—No, yo realmente…

—Era obvio, Raven, no eres muy buena en eso de ocultar que estabas mal. 

Nunca he tenido que hacerlo.  Supongo que es por eso.

Sentirme mal es cosa de normalidad al tener cuenta de que soy extra sensible, entonces jamás lo oculté, lo expresaba a mis padres y me sentía mejor eventualmente. 

—Ansiedad, nada nuevo —digo. Cambio la conversación a cualquier otra cosa luego de contarle por qué me sentía mal. Es interesante como Emma me hace sentir en confianza como para hablarle de esta cosas. 

Ella me cuenta que me entiende, porque también se ha sentido un poco  forzada esta primera semana aquí. ¿Será el ambiente? No lo sé, pero lo que sí sé es que haber pasado dieciocho años cerca de mis padres se hace muy mala idea al tener que vivir en solitario ahora.

—¿Cómo te haces con la clase de Historia Moderna Liberal? —pregunto —No la das con Sinclair, ¿Verdad?

—No, la doy con Isabela, la señora es lo mejor que existe.

—A mí me tocó con el demonio entonces… —murmuro. Abro la puerta de mi dormitorio con cuidado. La luz se enciende apenas entramos.

—Calma me dijeron que se irá de viaje todo lo que queda del semestre, que dejará algún estudiante superior encargándose. Es lo que suelen hacer algunos profesores, ponen a los casi graduados de maestrías a suplir sus faltas como manera de ayudarles con las horas que deben hacer en servicios.

Aleluya…

—Está solitario este dormitorio… —me dice al ver a su alrededor—, es actualmente normal, la mayoría de los que estudian aquí o viven con sus padres o prefieren independizarse y vivir por su cuenta. Los dormitorios están vacíos en su mayoría.

—¿Dónde te quedas tú?

—Segunda opción, ¿Me ves cara de seguir con mis padres?

Deja ciertas provisiones que compramos y las puso en la nevera pequeña. A decir verdad, ver una película no debería ser mi prioridad, tengo asignaciones dejadas por los profesores, y no quiero perder o atrasarme… Sin embargo, quiero pasar tiempo con mi nueva amiga.

—¿Romance o terror? —pregunto.

—Terror —dice.

—Romance será entonces.

—Pero…

—Odio el terror, no lo soporto. Además no dormiré nada.

—Comedia entonces…

—¿Romanticomedia?

—¿Qué es eso? —pregunta como con asco.

—¿Qué te hizo el romance, niña? Es lindo.

—Pon lo que sea, igual me voy a dormir a mitad de película. 

Puse algún clásico que me apareció en la pantalla al encenderla. Intento entenderla pero tengo ganas de ver a Thomas de manera inmediata. Emma solo cabecea como un niño pequeño en misa. Al final siento como mi mano termina buscando mi celular y entrando al perfil de Thomas, el bello. Y sí, Em se durmió a mitad de película como si nada. 

Siento como cada foto que él ha publicado se vuelve más entendible al unirlas a las partes que ya conozco… Como que ese chico y esa chica, en la silla de ruedas, son sus hermanos. La casa que veo en el fondo supongo que es su casa materna. 

Veo ciertas cosas más, unas canciones que pone en su caption, quizás unas fotos sin rostro o sin etiquetas… solo una mano. Y no es de él, porque es femenina, es una chica. Una pequeñísima mano pálida y con pecas que reposa sobre la mejilla de él. ¿Es ella?

Entro a los me gustas y comentarios… Nadie que llame mi atención, ni una sola chica que pueda ser ella luego de entrar a los respectivos perfiles y verlas. A excepción de que el diseñador Anker lo sigue y le da me gusta a todo lo que publica, su perfil es muy “normal”. 

La frustración vuelve, se me revuelve el estómago, ya no quiero ver la película, ya no quiero seguir despierta.

—¿Te quedarás a dormir? —le pregunto a mi amiga y la muevo un poco para que despierte —Puedes hacerlo, no debes irte a tu departamento, entonces. 

—Es mejor así —susurra y se recuesta en la pequeñísima cama de al lado—. No tengo ganas de volver con ella.

Me voy a dormir también, la película se quedó en el olvido, ni siquiera vimos el cinco por ciento. ¿Por qué me da tanta ansiedad cuando se trata de él?

Se me arruinó la noche de película.

—¿Planeas vivir en una montaña rusa, Raven? —me dice Em mientras se acurruca en la cama paralela a la mía —A mí me parece bien mi montaña rusa, pero tu pareces marearte mucho…

—¿Tienes una con Rosé?

—Se podría decir. Pero puedo decir con seguridad —bosteza, pero no se rinde —que no quieres eso en tu vida. 

—Creo que encontré una foto en su perfil, con ella. ¿Por qué no la ha eliminado si terminaron?

—Uno algunas veces decide no soltar todo, hasta estar  seguro de que tendrá de qué aferrarse… Además es parte de su vida, Cyrus, no tiene por qué eliminarlo.

—No la encontré en los me gusta.

—¿¡Le revisaste los me gusta?!




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