Los Brazos de Morfeo.

51.

Loki:

Cometí un asqueroso y grave error al espiar a aquel guardián, no puedo sacármelo de la cabeza, no puedo dejar de pensar en sus ojos grises, su figura perfecta, los músculos que destacaban en su ancha espalda, su cabello castaño y mojado cayendo en cascada por su rostro cabizbajo...

Morfeo le hizo daño, tal vez si yo hubiese estado ahí, lo habría impedido de alguna forma...

Cada vez la idea de unirme al bando de Sacha se me hace más y más tentadora, las cosas en el Olimpo son un verdadero desastre, Zeus solo se guía por su capricho y no he visto a mi padre hace un largo tiempo, decir que temo por su seguridad es exagerar, me favorece que no ande rondando por ahí, vigilándome todo el tiempo.

Eros está cada vez más raro, callado y hasta me atrevería a decir que menos lujurioso que de costumbre, se limita a meterse en la cama y dormir, dormir por muchas horas, pareciera que está deprimido. Estoy bastante seguro de que Ares le hizo algo, ese infeliz.

Desde que Jasper y Noah, las piezas claves para Zeus se han ido, está al borde de la histeria, Jasper es una máquina de destrucción, yo mismo lo vi, realmente es un monstruo, calculador, preciso y letal.

─ ¿No te cansas de eso? ─pregunta Eros señalando el libro entre mis manos, está recargado contra la pared, con los brazos cruzados y el cabello mojado─, vives leyendo los mismos tres libros una y otra vez.

─Es que siempre olvido lo que sucede, no puedo concentrarme bien con todo lo que está sucediendo ─explico, él chasquea la lengua y se queda callado.

─Me resulta aburrido ─Solo dice con la mirada perdida.

─ ¿Leer?

─Vivir ─masculla─, ¿qué es lo interesante de ello?, debo encargarme de que la gente ame, es mi único propósito en la vida, qué divertido, ¿eh? ─dice dándome la espalda, lentamente cierro el libro y lo deposito a mi lado─. Es vacío para mí, tu amor es vacío, dios del caos.

─ ¿Qué te hace pensar eso? ─pregunto levantándome para acercarme a él.

─Soy el dios del amor, ¿crees que no sé de estas cosas?

─Creo que hay algo que no me estás diciendo, has estado realmente raro últimamente, dime qué es lo que te sucede, Eros ─exclamo intentando tomarlo por los hombros, pero me aparta.

─Nada, no me sucede nada ─espeta─, no me sucede nada que seas capaz de comprender.

─Bueno, si dejaras de hacerte el víctima por cinco minutos, podrías ayudarme a comprender lo que te sucede, Eros.

─Mi padre, mi madre, todos ellos se han puesto de acuerdo para sacrificarme a los titanes. Esos monstruos han pedido un sacrificio a cambio de su ayuda en la guerra. Frigga ocupará mi lugar, hace tiempo que todos aquí quieren deshacerse de mí ─exclama con los ojos cristalizados─, y no te lo digo para que intentes hacerte el héroe y salvarme, sino para que reacciones y te comportes como si en verdad yo te importara algo, ¿crees que no sé las ganas que le tienes a aquél mortal?, al menos finge que me quieres hasta que mi muerte suceda, miénteme si quieres pero hazlo lo suficientemente bien como para que parezca que me amas tanto como yo te amo.

Sus palabras se clavan en mí como espinas venenosas y no sé qué decirle, me acerco lentamente e intento abrazarlo, se resiste unos segundos, pero termina cediendo.

─ ¿Cómo pueden sacrificarte?, no es... no puede ser verdad ─murmuro con el ceño fruncido.

─Lo es, Zeus me detesta, mira lo que me ha hecho en el rostro ─exclama─, solía ser el más bello de todos y él me arruinó. Solo quería darle un poco de su propia medicina, Hera había sufrido tanto con sus traiciones...

─Para mí sigues siendo el más bello de todos esos infelices, Eros ─digo separándolo de mi cuerpo para ver su rostro, las cicatrices en su cara se ven dolorosas y sus ojos de un tono extraño debido al daño que han recibido están aún más nublados por las lágrimas─, no puedes decirme que van a matarte y luego pensar que voy a permitirlo ─Intento sonreír de lado, pero no lo consigo, me tiemblan las comisuras de los labios.

─ ¿Y qué se supone que haremos? ─musita con escepticismo─, tengo los días contados, Loki, tú solo no puedes contra Zeus.

─ ¿Qué tal si huimos?, Morfeo nos recibirá de su lado, está tan desesperado con ganar la guerra que no le importará, Eros, no dejaré que te maten ─digo mirándolo fijamente.

─No podremos escapar y lo sabes, estoy atado a éste lugar, mi castigo por lo que hice ─Baja la cabeza─, no podré, no puedo huir contigo.

─Debe haber una forma ─Comienzo a desesperarme─, no puedo dejar que simplemente te asesinen.

─No importa ya... solo... abrázame ─masculla enterrando su cabeza en mi pecho─, no hay de otra.

Lo abrazo con fuerza, y él se quiebra, primero es un sollozo silencioso, pero termina gritando y aferrándose a mí con desesperación, como si fuese a desaparecer.

─Estoy aquí, tranquilo ─musito enterrando mis dedos en su cabello─, no voy a dejarte solo... no lo haré.

Es como si cada pensamiento que le dediqué a Sacha estuviese clavándose en mi corazón, lastimándome y haciéndome sentir exageradamente culpable, Eros está aquí, me ama y sufre, es hora de devolverle cada puro sentimiento que desperdició en una basura como yo.

No puedo dejarlo, no puedo abandonarlo y que lo maten, no...

─No quiero dejarte ─solloza apretando fuerte mi chaqueta─, no quiero morir así.

─Deja de llorar, por favor, deja de llorar, todo estará bien ─digo molesto con las lágrimas que se precipitan lentamente por mi rostro─, todo estará bien.

Lo llevo hasta el sofá que traje desde el mundo humano para que pueda sentarse e intentar calmarse, pero solo sigue lamentándose abrazado a mí, siento su calidez tan placentera y el escalofrío que revuelve mi estómago con su tacto.

─Te amo ─admito apoyando mi barbilla sobre su pelo─, no quiero dejar que te lastimen, ¿me oyes?, vamos a salir juntos de esto.




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