Los comienzos de Scarlett

Capitulo 2

Odiaba los lunes y las razones eran varias, pero lo peor era las cuatro horas de literatura dónde el profesor nos narra sus anécdotas de como el trabajo en una gran empresa como alguien importante, cosa que nunca creemos ya que siempre cambia la historia cada vez que lo cuenta, me apoye sobre mi brazo cuando de repente mi celular vibró señal de que me acababa de llegar un mensaje, tratando de que no me viera el profesor abrí el mensaje
 


 

Sam❤️
 


 

¿Adivina como se llama? 
 


 

Mentiría si dijera que no se de quién hablaba, conociendo la como la conozco estoy segura que ha investigado al ojos bonitos con el que choque, volteó a mirarla para negar, como si no supiera a lo que ella se refiere, la veo poner sus ojos en blanco
 


 

Sam❤️
 


 

No te hagas la tonta, sabes perfectamente de quién te estoy hablando 
 


 

Arle🖤
 


 

No tengo la menor idea Sam, y mejor concéntrate en clases que nos van a regañar 
 


 

Con ese mensaje trate de ignorar a Sam por lo menos evitar el tema pero no funcionó, mi celular no dejaba de vibrar y tenía que en cualquier momento el profesor se diera cuenta, ya fastidiada abro los mensajes
 


 

Sam❤️
 


 

Te hablo del bombón con el que has chocado...
 


 

Scarlett, contestame... 
 


 

No seas tan mal, y ya contestame...
 


 

Contesta o te hago una llamada...
 


 

Scarlett, por favor contestame...
 


 

Volteó a ver a Sam que me recibe  con una sonrisa de oreja a oreja, a lo que yo solo niego 
 


 

Arle🖤
 


 

¡No me importa!, Deja de mandar mensaje, ¡Que nos van a regañar!
 


 

Cuando terminó de enviar el mensaje me doy cuenta que el salón está completamente en silencio, al alzar la vista me encuentro con el profesor frente de mi pupitre 
 


 

—¿Algo interesante que contar?, Señorita Esparza
 


 

Yo solo sonrió mientras niego, a lo que el solo entiende su mano para tomar mi celular yo nada más puedo cerrar los ojos 
 


 

—Veo que usted y la señorita Altamira, tienen cosas más importantes de qué platicar 
 


 

—Profesor, yo....
 


 

No me deja continuar cuando el está mirándonos a Sam y a mí para luego decir:
 


 

—Se que tendrá una maravillosa explicación para decirme señorita Esparza, pero en vez de que me la digan a mi, ¿Por qué no se la dan al director? —su voz se a vuelto más pesada —, vayan las dos ahora mismo a la oficina del director, enseguida estoy con ustedes 
 


 

«genial lo que me faltaba» digo para mí misma al momento que tomo mis cosas para salir, no sin antes pedir mi teléfono
 


 

—Profesor, sería tan amable de devolverme mi celular 
 


 

—Creo que eso no se va a poder señorita Esparza, es más.. —voltea a ver a mi amiga —; su teléfono señorita Altamira
 


 

De mala gana mí amiga saca de su busto aquel teléfono mientras el maestro abre los ojos sorprendido ella se lo entrega aunque con un poco de resistencia 
 


 

—Maravilloso lugar donde guardarlo —dice sarcásticamente —, pero creo que hay otro lugares más apropiados para guardar este aparato 
 


 

Señala la salida a lo que nosotras caminos hacia la oficina del director, sin decir ninguna palabra esperamos en las bancas de afuera esperando al maestro 
 


 

—Todo es tu culpa —digo, después de un silencio —, si no hubieras insistido con los mensajes 
 


 

—¡Ahora es mi culpa! —alza la voz haciendo que la secretaria nos callé —, si tú no te hubiera echo la loca nada de esto estaría pasando 
 


 

—En ningún momento te pedí que investigar sobre el —dijo enojada 
 


 

—Ves como si tenía razón y te estaba haciendo la loca —me señala —; tu eres la única culpable 
 


 

—Shhh —dijo una vez más la secretaria para hacer que dejemos de hablar
 


 

El silencio se instalo, para escuchar los pasos del profesor acercándose a nosotras, al pasara a la oficina sentí en la boca del estómago un mal presentimiento, y no me equivoqué, cuando el profesor empezó su relato no tardó mucho en agregar sal y pimienta a su gusto dejándonos mal paradas 
 


 

—... Así es como estás señorita no solo estubieron enviando mensajes en mi clase —nos señala —, sino también me distrajo a la calase entera, con sus risas 
 


 

Nosotras solo pudimos negar sorprendidas, mientras el director nos miraba con cara de están jodidas, jamás en mi había visto esa cara del director y creo haber visto una sonrisa de satisfacción 
 


 

—bien, llamaré a sus padre 
 


 

«Vali verga» dije para mí misma al mismo tiempo que cerraba los ojos 
 


 

Estábamos sentadas esperando a que llegarán nuestros padres, yo estaba más que nerviosa, y no era para menos mi madre me iba a matar, volteó a ver a Samanta que está tranquilamente recostada en la silla con los ojos cerrados 
 


 

—No me preocupa —sin abrir sus ojos me respondió a la pregunta que formule en mi cabeza
 


 

—¿Cómo sabía que lo que estaba pensando? —digo tratando de alejar mis pensamientos de lo que sea que mi madre me hará 
 


 

—Por que te conozco Scarlett —se incorpora, soltando un suspiro —. Lo que sea que te esté preocupando bórralo de tu cabeza, ¿Que más te puede pasar?
 




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