Los comienzos de Scarlett

Capitulo 6

Un año después...
 


 

Ya había pasado un año. Un año desde que dejamos atrás aquella terrible tragedia. Cada vez me costaba adaptarme más a la idea de que ya no vería más a mi padre. Cada noche salía a refugiarme en el alcohol tratando de no sentirme cada vez más vacía. Mi madre estaba cada vez menos conmigo. Había conseguido trabajo en un restaurante y por las tardes trabajaba limpiando unas casas, cuando llegaba estaba tan cansada que apenas y me ponía atención.
 


 

—¿Vas a salir? —me pregunto mientras comíamos 
 


 

—Si —juge con la comida —. ¿Trabajarás hoy? 
 


 

—Si, hoy tengo doble turno en el restaurante —me miro —. Por favor llega temprano 
 


 

No le contesté y me dedique a terminar mi comida. Me encerré en mi habitación mientras llegaba la hora de irme.
 


 

—Hola Elena —digo con una sonrisa —. ¿A dónde iremos hoy? 
 


 

—Hoy iremos a un nuevo bar que acababan de abrir no hace mucho 
 


 

Subí al auto y nos dirigimos hasta el bar. Cómo cada noche nos predicamos en el alcohol, llegué a mi casa en la madrugada, o al menos eso creía yo. Cuando intente abrir la puerta está se abrió sola mostrando la imagen de mi madre 
 


 

—¿Dónde estabas? —pregunta enojada 
 


 

—Por ahí —paso tambaleando
 


 

—¿Estás tomada? —cuestiono mi madre —. ¿Desde cuándo? 
 


 

—No se de qué me hablas 
 


 

—¿Desde cuándo tomas Scarlett? —dijo subiendo le los tonos a su voz 
 


 

—¡Ahhh!, Hace poco —niego —. Pero no te preocupes, no es todo los días —miento 
 


 

—¿Sabes que fecha eso hoy? —pregunta cuando iba a irme 
 


 

—Nop —niego —. ¿Que celebramos? 
 


 

—Hoy cumple una año tu padre de muerto —y al escuchar eso sentí que la sangre se me fue hasta los pies —. Y espero que esté sobria a la hora en que vaya a verlo 
 


 

Cuando ya había entrado a mi habitación y después de que se me pasará la resaca, la soledad me embargo ella había había sido mi única compañera durante este año. Miro aquella fotografía y una lágrima resbaló por mi mejilla. Era tan feliz y no me di cuenta, cuando de un momento a otro todo cambio 
 


 

«Padre cómo e extraño» Digo en mi mente mientras miro al cielo. Dos golpeó en la puerta me hacen reaccionar 
 


 

—Scarlett tenemos que irnos 
 


 

Cuando estábamos saliendo tocan la puerta y un mensajero con un ramo de rosas aparece enfrente de nosotras 
 


 

—¿La señora... —lee la tabla de registro —. Rebeca Flores? 
 


 

—Si soy yo 
 


 

—¿Me podría firmar aquí de resubido? 
 


 

Ella asiente mientras firma yo tomo el ramo y veo una tarjeta 
 


 

«Para la mujer más hermosa que han visto mis ojos, espero que pronto volvamos a vernos
 


 

Un beso con cariño Christian Santos»
 


 

—¿Que es esto madre?
 


 

Ella solo me arrebato la tarjeta 
 


 

—No tienes ningún derecho a leer mis cosas
 


 

—Fue por eso ¿Verdad? —pregunto tratando de no derramar lágrimas
 


 

—¿De que hablas? —cuestiono 
 


 

—Por eso murió mi padre —niego —. De seguro descubrió que la mujer que amaba le era infiel...
 


 

Solo sentí en ardor en mi mejilla, mi madre me hizo callar con una bofetada las lágrimas no paraba de salir, sentí una fuerte opresión en el pecho de solo imaginar ha mi padre saber esa cruda realidad 
 


 

—Solo me juzgas —nego con lágrimas —. Cómo si tuvieras el derecho de hacerlo 
 


 

—Ojala no te arrepientas de lo que le hiciste a mi padre 
 


 

—Ojala... —limpio sus lágrimas —. Tu no te arrepientas de tus palabras 
 


 

Tomo sus llaves y nos dirigimos al auto. El recorrido hasta la tumba de mi padre lo hicimos en absoluta después de aquellas palabras ninguno volvió a decir algo. Ya frente de la tumba las dos le rezamos en silencio y cuando terminamos era tanto mi coraje no pude evitar soltar aquellas palabras 
 


 

—¿Que no te da vergüenza? Venir a insultar la memoria de mi padre 
 


 

—¡Scarlett...!
 


 

—No Rebeca, mejor escupe su tumba creo que sería mejor que hacerte la mártir cuando ya tienes a tu amante...
 


 

—¡Basta Scarlett!, No te voy a perdonar que me hables de esa forma 
 


 

—¡No! Soy yo la que no te va a perdonar por la muerte de mi padre —señale la tumba —. Eres una asesina 
 


 

Salgo corriendo con las lágrimas en mis ojos. Todo se desmoronó, mi vida perfecta se había caído como un castillo de arena al ser golpeado por las olas 
 


 

Especial Rebeca
 


 

Mire la tumba de mi amado esposo, y no pude evitar llorar mientras me arrodilló ante el 
 


 

—Jesus, nos dejaste muy pronto —niego —. Aún necesitábamos de ti 
 


 

Flashback
 


 

¿Que es lo que te ocurre? —pregunte preocupada —. ¿Que me has ocultado?
 


 

—Rebeca, tengo un tumor maligno —senti que el aire se me salía de los pulmones —. Los médicos solo me dieron tres meses de vida 
 


 

—Por que no me lo dijiste —digo llorando —. Hubiéramos echo algo 
 


 

—No se puede hacer nada mi amor —limpia mis lágrimas —. Aunque me sometiera en tratamiento, aún así no aseguran que pueda vivir 
 




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