Los comienzos de Scarlett

Capitulo 12

Scarlett

Aún no podía creer del todo de que este espécimen tan hermoso que tenía frente de mi, estaba hablándome conmigo. Yo sabía que un chico que te liga en un antro no es del todo serio no era ingenua pero aún así su mirada y esa sonrisa me seducía haciendo que mis colores subieran a mi rostro 

—¿Hace mucho que eres amiga de Elena? 

—No mucho —bebí un sorbo de mi piña colada —, cuéntame de ti... ¿A qué te dedicas? 

—Trabajo en… el negocio familiar 

Escuche como su voz salió lastimero como si le chocara estar trabajando ahí 

—¿Y tu? —sonrió —, ¿A que te dedicas? 

—Ahorita estoy estudiando —sonrío y el me mira 

—¿Te han dicho que tienes unos ojos hermosos? 

En ese momento sentí que el aire me faltaba y en cualquier momento me iba a desmayar. Iba a hablar cuando mi teléfono 

—Disculpa 

Saco el teléfono y ve que es una llamada perdida de mi madre, soltó un suspiro par luego ver a quien está aquel apuesto joven 

—¿Problemas? —preguntó y asiento 

—Lo siento tengo que irme —me levanto —, tal vez otro día podríamos vernos 

¿Enserio dije eso en voz alta? Sonrío ojalá que no me vea como una loca desesperada 

—¿Quieres que te acompañe? 

—No quisiera molestarte 

—No es ninguna molestia, si gustas puedo acompañarte hasta tu casa —me sonríe —, así también me siento tranquilo por que llegues segura a tu casa 

—Si —paso un mechón de mi cabello atrás de mi oreja —, si quieres… vamos 

Salimos y el frescor de la noche nos golpeó haciendo que crucé mis brazos frotando 

—¿Tienes frío? —pregunto quitándose la chamarra —. Ten, ponerla para que no te dé frío 

—Gracias 

Al tener en aquella chaqueta la fragancia de su perfume golpeo mis fosas nasales sin poder evitarlo una sonrisa se instaló en mis labios. Tomamos un taxi y todo el recorrido lo hicimos en silencio al llegar a mi casa pude observar que un auto estaba estacionado y no es que fuera raro ya que muchos tenían auto en se edificio pero estaba cien por ciento segura que este auto ya lo había visto antes 

—¿Todo está bien? —pregunto a lo que yo asentía con una amena sonrisa 

—Este es mi edificio —señaló 

—Bien, ¿Quieres… salir conmigo? 

Pregunto y sentir como todo mis colores subieron a mi rostro 

—Claro, te doy mi número y… nos ponemos de acuerdo 

Después de intercambiar números nos despedimos y yo empecé a subir al elevador cuando estuve en mi piso abrió la puerta de mi departamento encontrando a Rebeca en la sala junto a su novio 

—Hola Scarlett —me saludo aquel hombre 

—¿A caso no tienes casa? 

—¡Scarlett! 

—No te preocupes Rebeca —le sonrió él —, si Scarlett tengo casa. Pero quise verlas un rato, espero que no te moleste 

—Pues la verdad si me molesta, pero que le puedo hacer —sacó la jarra de agua del refrigerador —, pero ni modos al menos solo es por un momento ya que solo vienes de vista 

Veo como Rebeca y él se observan en silencio 

—¿Pasa algo? —preguntó dejando el vaso en la mesa —. ¿Hay algo que no sepa? 

Veo como Rebeca observa a su novio para luego suspirar 

—Scarlett, Christian me propuso matrimonio 

—¿Qué? —sacó una sonrisa forzada —. Le has dicho que no, ¿Verdad? 

Los observo a los dos que intercambian miradas 

—No Scarlett, acepté ser su esposa 

—¡¿Te has vuelto loca?! —gritó —. Mi padre tiene muy poco de muerto y tu ya te vas a casar 

—Scarlett déjame explicarte… 

—¡No me interesa lo que tu tengas que decirme! —le gritó —, tu lo único que has hecho es arruinar mi vida en tan poco tiempo. Te odio, ¡Los odio a los dos! 

Entro a mi habitación poniéndole seguro, para luego escuchar los golpes insistente de Rebeca 

—Hija, por favor déjame explicarte 

—¡Vete! No quiero escucharte 

—Scarlett, por favor 

—Vete, ¿Qué no entiendes? —digo con voz entrecortada —. Te odio 

Me dejo caer en el suelo con la espalda pegada a la puerta y mis piernas contraídas hacia mi pecho para luego derramar lágrimas sin parara 

Rebeca 

Suelto un suspiro de cansancio antes de sentir unos fuertes brazos rodearme sin más me dejo envolver en la calidez que me brinda; cierro los ojos antes de sentir un beso en mi cabeza 

—Lo siento  —murmura sobre mi cabeza —, no quería causarte este problema 

—Tarde o temprano tenía que suceder —doy la vuelta para abrazarlo —, al menos ahora podrá asimilarlo más rápido 

El me separa para luego posar sus manos en mi rostro y mirarme directamente a los ojos 

—Yo se que esto te pone mal —beso mi frente —, estas dividida entre tú hija y yo. Y yo no quiero eso yo las quiero a las dos. Y yo entenderé si quieres cancelar este compromiso, no podría verte infeliz 

Algo dentro de mi sintió un dolor tras el temor de que él de fuera así que lo abrace 

—Si, soy infeliz si mi hija está mal —susurre en su pecho —, pero también seria infeliz si me dejas. No puedes dejarme Christian menos ahora que te has metido en el fondo de mi corazón 

Sentí como sus brazos me estrechaba con un poco de fuerza 

—Te amo Rebeca, te amo tanto que el solo pensar en perderte me desgarra el alma. Haré lo imposible para que tu hija me acepte por que lo único que quiero en la vida es estar a tu lado para siempre

Beso mis labios en un corto beso pero que trasmitía todo el amor que sentía por mi y una sonrisa salió de mis labios 
 


 




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