Los comienzos de Scarlett

Capitulo 14

Estaba exhausta hace dos horas que estamos en esta boutique viendo un sin fin de vestidos de novia. Miro a mi madre salir del probador con su veintésimo vestido, se observo en el espejo antes de voltear a verme

—¿y bien, como se me ve? —pregunto con una sonrisa que contagiaba a cualquiera

Pero para mi esa sonrisa me causaba dolor y rabia, ¿Tan pronto se había olvidado de mi padre? Pero claro, porqué ella jamás lo amo. Con rabia me levanto de aquella silla en la cual estaba sentada aunque ahora que lo pienso ¿Por qué vine?

《Por que es tu madre》Repitió una vocecita en mía cabeza y eso me hizo enojar más. Tome mi mochila para marcharme

—Scarlett —escuche la voz de mi madre —, ¿A dónde vas?

—A la casa, no tengo nada que hacer aquí

Mi madre no dijo nada más pude ver como su rostro se ponía triste, era la forma que manipulaba a todos. Así que sin decir nada  más y sin prestar atención salí de aquella tienda, tomé un taxi para ir hasta mi casa. Una vez que estuve en el departamento dejé la mochila en el sofá para entras a mi habitación dejándome caer en mi cama justo en el que mi teléfono suena con un mensaje de Elena

‘¿Scarlett vamos se antro hoy?' —leí

Iba aceptar cuando me llegó un mensaje de David

‘Hermosa ¿Vamos al cine?, paso por ti en 30 minutos’ —una sonrisa se instaló en mis labios y rápidamente acepté

Deje el móvil en la cama y empecé a buscar en mi ropa algo que ponerme, una vez que deje buscada mi ropa me metí a bañarme. Estuve lista justo en el que el teléfono empezó a sonar y era un mensaje indicándome que ya estaba afuera esperándome. Tomo mi teléfono para salir a su encuentro, vestía casualmente con unos jeans de color azul marino calzando unos tenis negros, una camisa polo color blanca. Se veía realmente guapo y al estar recargado en su auto con los brazos cruzados sobre su pecho lo hacía ver sexy

—Estas preciosa —me sonrió —, ¿Nos vamos?

Yo solo asentí para luego entrar en su auto

Rebeca

Entro exhausta en el departamento veo la mochila de Scarlett en el sofá y con una sonrisa entro a su habitación pero ella ni está. Suelto un suspiro para luego ir hacia donde deje mi bolso para marcarle pero no contesta

—¿Dónde estas Scarlett? —pregunto volviendo a marcarle —, ¿Por qué no contestas?

El teléfono sonaba pero ella no respondía, y era en esos momentos donde me preguntaba su estaba haciendo lo correcto. Y el querer volver que ser feliz ya estaba vetado para mi, y por eso ella hacía lo que hacía. Para no seguir pensando en eso y dejar de atormentar me dediqué hacer mi limpieza y preparara la cena con la esperanza de que Scarlett volviera temprano para cenar en familia. Pero el reloj marcó las 8 y ella no había vuelto soltando un suspiro empecé a servir mi cena cuando el timbre sonó, me limpié las manos en un trapo de cocina para ir abrir la puerta encontrándome con la sonrisa encantadora de Christian

—Hola mi amor

—Hola —le regalo una sonrisa —, pasa llegas justo a tiempo para cenar

—Gracias mi amor, pero esta vez tengo compañía —lo miro confundida

Él voltea hacia un lado de el y sonríe en eso una mujer más joven que yo aparece ante mi campo de visón. Es muy hermosa con su piel blanca y esa hermosa cabellera castaña, ella al verme solo sonríe antes de abrazarme

—Tenia muchas ganas de conocerte —se separó de mi —, eres más hermosa de lo que Christian me dijo

Yo no podía decir palabra alguna me había quedado muda, ya que no sabía quien era ella

—Oh, que tonta deja me presento —me extendió la mano —, Soy Ana… Ana Santos la hermana de Christian

Narrador

Las luces del antro se combinaban con el alcohol y alguna que otra sustancia que algunos consumían. Una mujer estaba rodeada de dos hombres uno lo tenía agarrada por la cintura pegando su trasero para rosar su miembro entre sus nalgas mientras que el otro estaba frente de ella pegándose a su cuerpo haciendo que sus pechos quedaran pegado al pecho de él, cuando de la nada los hombres fueron apartados

—¡Oye! —grito antes de ver quién era

—Quiere verte —hizo señas con su cabeza

Cuando ella alzo su cabeza hacia el segundo piso pudo ver al hombre que la observaba, ella camino entre la multitud para subir las escalera hacia el encuentro de aquel hombre. Cuando estuvo frente de ella vio como dos mujeres estaban una a cada lado

—¿Dónde está? —le pregunto una vez que tomo asiento frente de él

—No lo se —se encogió de hombros —, no la pude encontrara

—Vine está noche por que dijiste que la traerías —le hizo saber —. Y me estas diciendo que no vino contigo

—No es mi culpa, ella no quiso venir —dio un pequeño salgo tras el golpe que el hizo en la mesa

—Averigua donde esta y tráela —ordeno

Ella solo soltó un gruñido antes de voltear a todos lado

—No vino —hablo cuando ella le iba a preguntar —, tenía un asunto urgente que atender

Ella soltó una risa antes de negar mientras se cruzaba de brazos

—¿Cuál es el chiste? Quiero reírme también

—El chiste es que —lo miro —, el asunto urgente es… ella

Aquella mujer sólo pudo reír al ver la cara de enojo que tenía aquel hombre tras su confesión. Ella estaba cien por ciento segura que él había descubierto lo que pretendía hacer con ella por eso evitó que la trajera a este lugar 

《Vaya, vaya, la que se va armar》Pensó mientras llevaba el trago que le había traído el camarero 

 




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