Día 5

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¿En verdad moriste?

Enviado a las 9:40 am.

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«Y mandé el mensaje. ¿Por qué lo hice?»

«Bueno, es cierto que me pone un tanto nervioso que esto perturbe mi tranquilidad porque falló algo que incluí en mi rutina planificada. Incluso me parece más increíble que lo haya incorporado que por el hecho de que esté así por el mono».

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¿No viniste a la universidad?

Enviado a las 10:30 am.

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«¿Por qué razón enviaste esa pregunta Nathaniel? Deberías estar saltando de felicidad porque los mensajes se calmaron. Aún así, no es que me importe, pero me parece extraño no leer nada luego de que esa persona obtuviera lo que tanto quería. En realidad, es sospechoso. ¿Estaría tramando algo? ¿Me hará algo después de que respondí? ¿Insistía tanto porque ya consiguió lo que quería y por contestar ahora tiene acceso a mi celular?»

«Cálmate Nathaniel, no vueles tanto».

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Es irónico. Estuviste acosándome e insistiendo para que te respondiera, pasa que lo hago y ahora no respondes. ¿Qué cosas no?

Enviado a las 12:00 pm.

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«Y sigues respondiendo. Olvídalo Nath, mejor así. Esto es una buena señal entonces. Gracias a Dios, la chica o quien sea que estuviera al otro lado, no me volverá a escribir».