Los Elegidos (en proceso)

Capítulo 3

Era extraño, estaba confundida, no sabía donde me encontraba

Era extraño, estaba confundida, no sabía donde me encontraba. Lo último que recuerdo es a Eleonor despidiéndose de todos nosotros y cumplió con lo que nos había dicho. Todo estaba oscuro, solo un pequeño rayo de luz se filtraba por un agujero en la parte de arriba del lugar donde me desperté. Estaba sola en lo que parecía ser una cueva, pero como si estuviera hecha para cada uno de nosotros. Me levanté y cuando puse mis pies descalzos sobre el piso frío, no logré mantener el equilibrio, no sé exactamente cuanto permanecí dormida. Cuando por fin me mantuve de pie, observe la salida y me dirigí a ella.

No sabía si estaba sola, si ellos también estaban aquí. Todo era muy extraño, caminé por lo que parecía un pasillo, estaba alerta a cualquier movimiento. No sabía si esto era seguro. Al frente observe lo que parecía ser otro tipo de habitación, me acerque lentamente y al llegar no había nada. Fue cuando sentí unas manos sobre mi boca ejerciendo presión. Así que golpeé su estómago para liberarme.

- Joder Cristina, me asustaste, no pensé que eras tú. Gracias por el golpe - me sorprendí al ver a Ben, estaba acariciándose en el lugar donde lo había golpeado.

- ¡Ben!, eres tú - me abalancé a sus brazos y lo abracé, sentía como el alma se devolvía a mi cuerpo. Estaba ahí, vivo y conmigo. Lo que podía ser una señal de que estaban los demás. - Estás vivo - Le dije ya con las lágrimas en mis ojos. 

- Yo también te extrañé - me respondió estrechándome aún más en sus brazos. - ¿Sabes que es todo esto? - me preguntó cuando me soltó.

- No lo sé, creí que estaba sola, pero me alegro de que no sea así- le respondí -¿Sabes si aquí están los demás? 

- Probablemente, aunque no estoy muy seguro. Mejor vamos a revisar el lugar, no queremos más sorpresas - Todo era como un conjunto de túneles, era como un laberinto. Caminamos rectamente hasta que el camino se dividió en 2. No quería separarme, no sabíamos a ciencia cierta si este era un lugar seguro. Tome la mano de Ben y entendió el mensaje, no íbamos a separarnos, así que me indicó con su cabeza el camino de la derecha. Cuando íbamos a dirigirnos hacia ese otro túnel escuchamos un ruido del otro lado. Sonaba como pisadas y cada vez se escuchaban más cerca. Nos colocamos en alerta, sentía mi corazón palpitar muy nerviosamente y mis manos empezaron a sudar. Ben me hizo una seña de que no hiciera ruido y se paró enfrente de mí. 

 - No siento mi poder - me dijo con un tono preocupado - Cris, si las cosas se ponen feas, tú solo corre hasta que veas una salida - me ordeno. 

 - No te dejaré aquí - le respondí. No estaba dispuesta a perderlo, ya habíamos perdido demasiado. Ben solo me dirigió una mirada y las pisadas se detuvieron y todo se quedó en silencio, solo escuchaba nuestras respiraciones. Hasta que una figura se acercó a nosotros muy rápidamente, era grande y tenía una espada. No tenía la intención de acercarse a darnos un caluroso saludo, pues su postura y la forma en la que se movía hacia nosotros significaba que nos quería atacar.

- ¡CORRE!- me gritó Ben y me arrastro hacia el otro lado. El camino era largo y yo solo le rogaba al cielo que hubiera una salida o que nuestra energía se llenara por completo para defendernos. Pero lo que ocurrió fue menos desalentador, se sentía cada vez más cerca y al llegar a lo que parecía el final, el camino se volvió a separar. Mire a mi alrededor tratando de buscar una solución que no fuera separarnos, pero sabía que si nos quedábamos juntos, nos iba a atrapar a los dos. 

- Ve por el de la derecha y trata de gritar ayuda, yo lo distraeré mientras tú corres. Cristina, pase lo que pase, no vuelvas, no mires atrás - me dijo, quería discutirlo, decirle que no quería ir sola, pero sabía que era lo mejor. Así que lo obedecí y me fui.

Pero el plan no salió como esperábamos, pues lo que fuera que nos estaba siguiendo, comenzó a perseguirme. No escuchaba a Ben, y el miedo que sentía empezó a aumentar. Corrí tanto como mis pies me lo permitieron tratando de sentir un poco de mi energía, pero no sentía nada. Al final visualice lo que parecía el final y había luz, sabía que esa era la salida, así que acelere. Lo que parecía una salida solo era lo que conectaba todos los túneles. No sabía qué hacer si irme por otro túnel y perderme o quedarme allí y tratar de detenerlo. 

 Los pasos eran cada vez más cercanos y me desesperé. Así que trate de concentrarme, sabía que si mi energía volvía era capaz de detenerlo. Cerré mis ojos y como nos enseñó Eleonor, visualice mi energía. Pero el miedo me invadía y cada vez sentía que este iba a ser mi final, uno muy triste.

No me quería rendir, lo volví a intentar hasta que llego a donde me encontraba y se acercaba cada vez más, solo que ahora el paso era mucho más lento. Retrocedí hasta que choque con una pared. Me veía perdida, pero traté de concentrarme de nuevo. Tenía la esperanza de poder detenerlo. Pero levanto su espada y estaba dispuesto a atacarme. 

 Pero como si de un milagro se tratase, sentí como si mi alma se devolviera a mi cuerpo. Era una corriente eléctrica atravesar por todo mi cuerpo. Lo había logrado, canalice mi poder. Alcance a agacharme y logre hacer que un árbol de gran tamaño detuviera el ataque de la espada.

 Me levanté y me recompuse, dispuesta a enfrentarlo, pero no fue así. Lo que parecía ser un caballero dispuesto a atacarme hasta la muerte se encontraba arrodillado enfrente de mí, mostrando su respeto. Y su cuerpo poco a poco se fue convirtiendo en piedra.



#658 en Ciencia ficción
#4097 en Fantasía
#1748 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: amor, magia, amistad

Editado: 28.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.