Mientras que en el exterior ocurría la pelea, en el interior de ese lugar, donde todos habían despertado, se encontraba un Zack nervioso y asustado. La más fuerte de ellos, 5 no había deportado, se encontraba ahí, sin mover un solo músculo. Tenía miedo de que algo malo le haya ocurrido y que esa había sido la razón por la cual no había abierto sus ojos. Pero también estaba preocupado por lo que estaba ocurriendo afuera. No sabía si debía salir y ayudar o quedarse en ese sitio vigilando y protegiendo a su amiga. Los ruidos habían cesado, por lo que concluyo que ya todo había terminado, pero de igual manera se puso en guardia. No sabía exactamente qué bando habían ganado, pero esperaba enormemente que hayan sido sus compañeros.
Afuera se encontraba un Phoenix dando órdenes a sus hombres para que se marcharan lo más rápido posible, para evitar que llagaran tropas del ejército de las sombras. Mientras que mucho de ellos se iban, en especial los más heridos, salió un Zack agitado.
- ¡Zack! ¿Qué ocurre? ¿Ya despertó? - Le dijo Aron, tratando de que calmara su respiración. Pero él lo ignoró, cuando centró su atención en Phoenix.
- Phoenix... Eres tú - Se acercó sorprendido a él. Siempre lo había admirado, era uno de los mejores guerreros que había conocido. Ambos se fundieron en un abrazo. Phoenix también le tenía cierto cariño especial, era el más joven de todos y a pesar de eso, era valiente y bastante escurridizo.
- También me alegro de verte chico, también te extrañé - Le dijo un Phoenix lleno de nostalgia.
- ¿Qué ocurre Zack? Te dijimos que no salieras hasta que uno de nosotros llegara por ti y mucho menos que dejaras sola a Iris - Le recrimino Ben.
- Lo sé, pero se trata de Iris - Le respondió
- ¿A qué te refieres? - Se acercó Aron.
- Cuando todo esto termino, me encontraba con ella aún dormida, pero después empezaron a aparecer unas sombras. Por un momento creí que eran de Bastian, pero no, eran de ella. Se acercaron a su cuerpo y la rodearon. Me expulsaron y a pesar de que intente entrar otra vez, no lo logre - Estaba asustado, ella había sido su responsabilidad, ella era fuerte, pero en el estado que se encontraba le era difícil defenderse. Apenas dio su explicación, Aron salió corriendo a donde se encontraba Iris.
Los demás lo siguieron, incluyendo al mismo Phoenix. Todos estaban preocupados, ella, a diferencia del resto, poseía una responsabilidad mucho más grande. Aron estaba asustado, temía que su poder la haya tomado por completo, dejándola en ese estado. Llegaron a donde se encontraba y observaron lo que parecían ser guardias protegiéndola de cualquier que se viera como un enemigo. Aron se acercó lentamente y a diferencia de Zack, a este sí le abrieron paso y lo dejaron pasar. Ante sus ojos era hermosa, siempre lo había sido, pero a pesar de estar aún dormida, su rostro seguía reflejando una enorme preocupación. La observo y la tomo en brazos, la tenía que sacar de ahí lo más rápido posible.
- Vamos, tengo ya unos autos listos para llevarnos. Allá me aseguraré de que la revisen adecuadamente. No se preocupen. - Siguieron a Phoenix.
Damian había preferido guardar la distancia, no entendía muy bien todo y aún estaba demasiado confundido y las dudas empezaban aparecer como cuando tenía 15 años. Todo había ocurrido muy rápido, la aparición, de los que había creído un mito, lo habían puesto en una situación que nunca creyó estar. Miro todo a su alrededor y cuando su mirada se centró en el enorme árbol pensó en lo mucho que pasó para que ellos estuvieran en ese momento ahí con todos ellos y en sentimiento de enojo y resentimiento le llego. Su mirada recayó nuevamente en ellos cuando salieron, y más aun cuando uno de ellos llevaba a una chica en brazos.
- Es hora de irnos muchachos. Demian, necesito que tú lleves a Cristina y a Zack contigo. Llega lo más rápido posible. Avísale a Diana que arregle una habitación con material médico urgentemente, y si el resto pregunta, diles que en el momento adecuando les daré explicaciones - Y así, todos se fueron a sus respectivos autos.
Demian se apresuró a sentarse en el asiento del conductor, pero se detuvo cuando noto que ni el peliblanco ni la chica se estaban subiendo. Ambos estaban ahí parados, sin hacer nada. Todo esto era muy nuevo para ellos. Salió del auto y les ordeno con cierta voz dura que se subieran mientras les abría la puerta de la parte de atrás.
Cristina no podía dejar de sentirse impresionada, ¿Cuánto tiempo había pasado? Todo era muy diferente a como lo recordaba y mientras el auto avanzaba ella observaba como el mundo había cambiado tanto. Dirigió su mirada a Zack, mientras ella admiraba todo, él estaba perdido en sus pensamientos, se sentía culpable. Estiro su mano y tomo la de él y de inmediato se observaron.
- Ella va a estar bien, es Iris - Espero que sus palabras sí lo hayan tranquilizado. Y sintió como una mirada recaía sobre ella. Era la de aquel extraño tipo quien estaba conduciendo. Ambos la apartaron rápidamente.
Llegaron a una especie de edificio abandonado y los dos chicos miraron maravillados como unas grandes puertas se abrían y para abrir paso a un camino subterráneo. Habían llegado al cuartel del Clan de la Rosa.
Demian estaciono el auto y les abrió de nuevo la puerta para que salieran. Todos los presentes que estaban ahí en ese momento, dirigieron sus miradas a los nuevos. Mientras se abrían paso, Alejandro y Jhon para llegar a donde estaban ellos.