B U N N I E
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El agua me salpicaba en la cara, la adrenalina se apoderaba de mi cuerpo y, deje escapar un grito de pura alegría al montar semejante ola. Desde hacia mucho tiempo que no hacia esto y ahora me estaba desenvolviendo tan libremente sobre el agua que no parecía ser yo misma. Los chicos gritan vitoreando que logre dominar la gran ola y por dentro de mí siento una enorme satisfacción de lo que acabo de hacer. La ola comienza a morir y yo me tiro al agua para salir a flote y sostenerme de la tabla para ver Tadeus acercarse junto a sus amigos.
— Hermana domaste esa ola – me elogia Fred mientras yo me subo a la tabla para poder sentarme en ella, hacia mucho que no me divertía tanto y ver el sol sobre mi piel brillando con el agua me hacen sentir en paz. Necesitaba esto y ni siquiera lo sabía todas mis preocupaciones se esfumaron en cuanto mis pies estuvieron sobre la tabla.
— Hacia mucho que no montaba una tabla pensé que me caería – comento riendo — ¿Ustedes vienen muy seguido a surfear? – pregunto viendo con curiosidad a Tadeus que no hablo mucho desde que me trajo la tabla.
— Es la primera vez que venimos a esta playa Tad nos invitó por lo general surfeamos en otro lado las olas son buenas, pero las de aquí las superan – responde Hans acomodando su cabello para verse más atractivo, que no lo negaré el chico tiene su encanto, pero no es mi tipo. Conteniendo las ganas de reír vuelvo a mirar a Tadeus que no ha dejado de verme y la verdad es que me está incomodando un poco.
– ¿Has venido aquí antes Bunnie? – vuelve a hablar Fred, yo le sonrió y asiento. Había montado olas en estas playas incontables veces con mis amigas, cada que venía a casa de Mar y teníamos tiempo íbamos a surfear, pero desde hace mucho que yo no lo hago. Me quedaba en la playa bronceándome con Lila.
— Sí, con Mar siempre venimos a surfear, pero yo desde hace mucho no lo hacía – moviendo un poco mis piernas en el agua – Fue divertido volver a estar entre las olas, pero debo volver a casa – tumbándome sobre la tabla comienzo a nadar hacia la orilla, dentro de no mucho me llamará mi madre para que regrese a la casa. Los chicos me siguen y los tres salimos del agua en busca de las toallas para secarnos, en el patio de mi casa tengo una ducha exterior para cuando vengo de la playa. A mi madre no le gusta que entre llena de arena a la casa por lo que tan solo le devuelvo la tabla a Tadeus y me despido de los chicos.
En mi casa me enjuago con la ducha exterior quitándome toda la arena del cuerpo y el agua salada de mi piel. Secándome con una toalla entro en la casa viendo en la cocina a mi madre hablando con Noemi, la estrella paso de ser su guardaespaldas a ser su mejor amiga y compañera. Me alegraba saber que mi madre tenga en quien confiar, hace muchos años, incluso antes de que yo naciera mi madre se sentía muy sola. Lloraba por las noches cuando Nix se paseaba en su carruaje tirado por caballos oscuros, la diosa de la noche trato de animarla muchas veces pero nada servía. Hasta que mi madre conoció a mi padre en una de sus visitas a la tierra, ella dicta que fue amor a primera vista y que no tardaron mucho en ser pareja. Eran felices y luego toda esa felicidad simplemente desapareció.
— Estábamos a punto de llamarte Bunnie – habla mi madre limpiando sus manos con un trapo de cocina. Moviendo su cabello platinado a un costado mi madre abre uno de los armarios sacando los platos para la cena.
— Iré a darme una ducha rápida y enseguida vuelvo – corriendo al baño me doy una ducha bastante rápida. Me vestí con mi pijama pues no pensaba salir esta noche, quería estar cómoda estaba más que claro que con mamá veríamos una maratón de películas. Tal vez hoy podamos ver la saga completa de los "juegos del hambre" o alguna otra saga interesante que aún no hayamos visto.
Cuando estoy a punto de salir del baño mi celular comienza a sonar, al tomarlo del lavamanos veo que es una videollamada de Anker. Atiendo al llamado mientras salgo del baño, en la pantalla aparecen Anker y Nina quien está con toda la cara sucia de helado de menta.
— Hola – saludo sonriendo a ambos, conozco a Nina mucho y es una niña muy cariñosa además de ser la consentida de su padre.
— Hola, Bunnie – me saluda la pequeña con su mano de manera animada, casi sacando a su hermano del cuadro de la cámara queriendo ser ella el centro de atención. — Hoy la señorita Caroll nos hizo dibujar a nuestra mascota – Nina me enseño ante la pantalla una hoja donde se podía ver a un perro de tres cabezas negro, el césped verde y el cielo azul con un sol brillante. – Dibuje a Sufrimiento la señorita Caroll se asustó y dijo que debía hablar con mis padres, mamá se molestó conmigo y papá me dijo que estaba orgulloso de que no me salí de las líneas – escuchar su relato me hizo reír, mi hermana Maddy va al mismo kinder que Nina, pero no están en el mismo salón, pero ella viene igual de feliz que Nina cuando hace dibujos. Siempre dice que nuestra familia es algo extraña, pero que le gusta como está formada, muchas veces me enojo con Maddy porque es una niña muy caprichosa, pero existen momentos donde disfruto de su compañía.
— Es un hermoso dibujo Nina – en la pantalla aparecen de nuevo ambos hermanos y le sonrió a Anker que me devuelve el gesto guiñándome el ojo. — Los mortales no podrían llegar a entender lo especial que eres Nina, pero no dejes de demostrar lo que eres nadie puede apagar tu luz – realmente mi consejo era algo muy irónico, le estaba diciendo a Nina que siguiera algo que yo no estaba aplicando.
T A D E U S
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Nova chasquea los dedos delante de mí y me hace volver al mundo real de nuevo, parpadeo un par de veces para volver a poner mi atención sobre ella. Me miro con sus ojos oscuros antes de sonreírme y volver a abrir la boca para decirme algo ingenioso como lo es ella.
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Editado: 02.10.2021