Los ojos de la Luna [2.2]

Capítulo 20| Destrozada

T A D E U S🌊🌊🌊

T A D E U S
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Desde hace un par de días no había recibido la inesperada y desagradable visita de otro de los hijos de la madre de los perdidos. Por lo que tenía entendido Bunnie tampoco tuvo otro encuentro con esos jóvenes o al menos eso fue lo que me dijo por mensajes en Instagram se negó a darme su número o a contactarnos a través de su bola de cristal. No quise preguntar por lo que Nova me contó acerca del padre de Bunnie al parecer ese hombre se toma muy en serio el no dejar que su hija tenga contacto con las divinidades. Mis padres son muy permisivos con esos temas o al menos lo son desde que yo nací cuando mi hermana Ylenia era pequeña mi madre se encargó de alejarse de todo lo relacionado con mi padre u otras divinidades. Querían protegerla y cuando nací yo mis padres no quisieron separarse buscaron la forma de vivir una vida normal u seguir sirviendo sus deberes en el olimpo como el gran dios griego.

Me siento en la mesa del patio junto a la piscina viendo a Nova tomar asiento frente a mí, con la delicadeza de siempre se acomoda y no puedo evitar verle los pechos cuando ella se agacha para acomodar su pantalón en sus tobillos. Me sigue pareciendo jodidamente sexy, todo en ella me lleva a tener pensamientos que no diré por respeto y los que si diré es que quiero ser algo más que su amigo. Ella se vuelve a sentar bien en su lugar y deja su celular sobre la mesita de cristal posando sus ojos de color negro sobre mí. Sonríe antes de relamer sus labios e inclinarse hacia adelante para decirme algo.

— Ya nos dejaron en paz con las bromas de las novatadas y dentro de no mucho comenzará la guerra de bromas anuales entre fraternidades – comenta la rubia con entusiasmo, este sería el primer año que Nova participa de los juegos y puedo entender su entusiasmo. — Es una pena que tú no me puedas acompañar es algo exclusivo de las fraternidades – pasando su mano por encima de la mesa ella toma la mía apretándola un poco. Sentir su piel sobre la mía fue un detonante en mi sistema que no pudo resistirse y me puse nervioso, no entendía como Nova no se daba cuenta del efecto que ocasionaba en mí o si se daba cuenta por qué me ignoraba.

— El año siguiente será – apretando su mano con la mía le sonrió como un idiota enamorado, llevaba sintiendo estas cosas por ella desde la primaria y aún me sentía inseguro sobre decirle. Es gracioso porque no le temo ni siquiera a mi tío Zeus, pero tener que decirle lo que siento a Nova me pone a temblar.

— ME MUERO – un grito nos hace salir de nuestra pequeña burbuja y nos levantamos mirando en dirección de donde provino aquel grito de mujer. Parada del otro lado de la piscina estaba Avril con una ballesta en su mano derecha, vestida de negro con ropa ajustada y municiones colgando de su cintura. — Me muero, pero del asco con ustedes dos perdedores – termina la oración esta vez completa al ya tener toda nuestra atención en ella. Fui al campamento con Avril cuando era un niño ella siempre fue rara, pero jamás me imagine que ella pudiera terminar siendo la asesina de tantos semidioses.

— ¿Qué quieres fenómeno? – de manera retadora le habla Nova demostrando que Avril no la intimida y que tampoco le cae bien ni un poquito. Entiendo su actitud, pero lo que me preocupa ahora es que Avril porta una ballesta y quien me asegura que no contrae en la punta de sus flechas veneno. No podemos ir gritándole fenómeno cuando ella tiene una clara ventaja sobre nosotros.

— Ya cállate sol de verano, nadie ha venido a hablar contigo estúpida esto es entre Tadeus y yo – me señala con su ballesta y yo de inmediato me posiciono delante de Nova para protegerla. No comprendo que puede querer una asesina de semidioses conmigo, pero viendo la cantidad de veces que me estuvo amenazando la madre de los perdidos lo más seguro es que haya contratado a la loca para que me venga a amenazar.

— La cosa es entre nosotros deja a Nova fuera entonces Avril – digo manteniendo a la rubia atrás de mí, la castaña me mira con sus ojos oscuros y una sonrisa aflora desde lo más profundo de su ser.

— Ninguna persona puede ordenarme nada Tadeus, aquí yo soy la jefa – cargando la ballesta con cuidado de no tocar la punta de su flecha Avril nos pone en su punto de mira – Ahora cierren la boca y escuchen bien – ordeno la chica caminando unos pasos por el borde de la piscina, siguiéndola caminé con Nova hacia el sentido contrario de Avril.

— ¿Tadeus, porque esta loca te persigue? – susurro en mi oído mi amiga aferrando sus delgadas manos sombre mis hombros, no pude contener el escalofrío que paso por todo mi cuerpo a sentir su cálido aliento chocar contra mi oreja. Algo que no paso desapercibido por Nova ni por la sociopata pata que teníamos enfrente apuntándonos lista para asesinarnos si hacíamos un paso en falso.

— ¿Aún no le dices que estás enamorado de ella? – pregunta con un aire burlón la cazadora bajando su ballesta para soltar una fuerte risa. — Eso es patético hasta para ti Tadeus – volviendo a apuntarnos la castaña sonríe maliciosa y vuelve a hablar. — Cuando la luna llena aparezcas deberás cumplir tu parte del trato o si no yo misma vendré por lo que nos pertenece – estaba claro que Avril no se iba a ir sin hacerle daño a alguien y en un acto reflejo me giro para abrazar a Avril y caernos ambos a la piscina. Nova grita en un acto reflejo por la sorpresa, pero al salir del agua no vemos a la cazadora y tan solo se encuentra mi sobrina Mar que nos mira con una ceja alzada sin entender que es lo que estábamos haciendo. Se suponía que nosotros íbamos a estudiar no estar jugando en la piscina como dos adolescentes.




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