B U N N I E
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En el momento en que mi número acabó fui donde estaba mi padre y mi familia, mi padre no fue por el partido en sí, sino por verme bailar a mí. Sabe cuánto me gusta esto y ya me había dicho por la mañana que quería verme, pero ahora que sabe que mis amigas asisten al mismo liceo que yo me va a regañar por mentirle. Las piernas me temblaban y no era por el frío de la noche, en verdad sentía muchísimo miedo de que mi padre tomara una decisión precipitada y termine sacándome del liceo y nos mudemos aún más lejos de todos. Mi madrastra se percató rápido de que mi padre no estaba de humor se alejó un poco con Maddy para dejarnos pelear a gusto supongo. A mi hermanita nunca le ha gustado cuando me pongo a discutir con papá siente que todo es por su culpa y se pone a llorar, es su manera de que ambos dejemos de pelear. Por esta razón Cintia siempre se llevaba a otro lado a mi hermana y jamás se metía en nuestros pleitos porque no se siente con el derecho, creo la verdad no tengo mucho trato con ella más que lo estrictamente necesario.
— Papá yo te puedo explicar que…
— Me mentiste, ¿qué piensas explicarme como me engañaste? – habla con un tono dolido mi progenitor mirándome con una rabia en sus ojos que no era la normal de cuando metía la pata. Estaba más que enojado eso se le notaba, pero también pude notar que él estaba ¿decepcionado?
— ¿Querer venir al mismo liceo que mis amigos los cuales no me consideran un fenómeno como tú, es haberte engañado? – reprochó con amargura y un enfado que me hizo apretar los puños muy fuertes reteniendo las ganas de gritarle en la cara.
— Ya habíamos hablado de esto Bunnie, convivir tanto tiempo con ellos te dejará un rastro que monstruos pueden oler y dañar a tu hermana, a Cintia que no tienen nada que ver con el mundo de tu madre – alega intentando no elevar demasiado su voz y las últimas palabras las dijo mordiendo cada una de las palabras, me demostró que sigue sintiendo un odio profundo por mi madre.
— No pasará nada soy cuidadosa y ¿por qué siempre tienes que traer a mamá a nuestras discusiones? O mejor aún ¿por qué me tuviste, si la odias tanto? – ladró con tanta furia que puede que las personas a nuestro alrededor llegaran a escuchar nuestra pequeña riña. No me importó menos estaba harta, enfadada y decepcionada de que mi padre tratara a mi madre como si todo lo malo que pasa en su vida sea su culpa cuando no es así.
— No voy a tener esta conversación contigo y mucho menos aquí – espetó dándome la espalda para querer irse, mi madrastra y hermana ya se estaban yendo y pude ver como el equipo celebró una nueva victoria. Quise decirle algo a mi padre, pero una mano sobre mi hombro me detuvo, me giré y encontré a Ylenia la madre de Mar con sus cabellos rubios lacios cayendo por los costados de su rostro. Con el pasar del tiempo la madre de mi amiga tuvo que comenzar a usar pociones que disfrazan su verdadera identidad joven y con el cabello celeste.
— ¿Bunnie te gustaría pasar la noche en casa con las demás? – expresó con una sonrisa que en ese instante logró calmar un poco todo el enojo que venía acumulando con respecto a mi progenitor.
— Si, me encantaría, pero en estos momentos mi padre está algo enfadado no creo que me diga que si – me quejo con la voz algo apagada luego de las cosas que nos dijimos con mi padre dudo mucho que me deje ir a ningún lado que no sea mi habitación.
— No te preocupes yo hablo con él, para algo tengo que usar mi voz de sirena y cambiar esa cara cariño la historia de tus padres fue hermosa mientras duró. Prueba de ello estás tú – sonríe dándome un ligero abrazo y fue en busca de mi padre que continuaba su camino para intentar llegar al estacionamiento antes que las otras personas.
Le sonrió mientras ella me dejaba ir por mi padre, yo me giré para ir a los vestidores a recoger mis cosas y casi de sorpresa mis amigas me abordaron antes de que pudiera escapar de la cancha. De no ser por Becca me habría caído, en mi espalda estaba Melione gritando que mi presentación fue la gloria. Lila se reía con Sam de las actitudes de la princesa del inframundo, Mar que estaba siendo abrazada por Red se nos acercó con una sonrisa y le habría creído si en sus ojos azules no delataran la tristeza que sentía. Lo disimulo muy bien en cuanto Becca se acercó a ella para abrazarla también, pero no se librará de mí cuando nos encontremos solas en los vestidores.
Poco a poco las chicas nos dejaron ir finalmente a los vestidores donde recogimos nuestras cosas de las taquillas y cuando todas se fueron me acerqué a Mar. Ella estaba concentrada en sus cosas a tal punto que al cerrar su taquilla se asustó de tenerme cerca.
— ¿Qué te ocurre? – apoyando mi mano en su hombro le dedicó una mirada comprensiva, de todas las personas en el mundo además de Anker, Mar me conoce mucho y yo a ella. Por lo que no me puede mentir cuando algo le ocurre además no es muy buena mintiendo, se pone muy nerviosa se siente culpable y termina diciendo la verdad.
— La coronación me está poniendo muy nerviosa, aún no decido que voy a hacer y no lo sé me siento un poco rara mi estado de ánimo no ha sido el mejor – su tono fue débil y apagado. Pude notar que algo más me estaba escondiendo, pero no las presiones quizá solo sean cosas mías y al final ella no tenga nada.
— Sabes que puedes hablar conmigo si lo necesitas, con las chicas igual Mar no te aísles todas te podremos ayudar – sonriéndole la abrazó sintiendo que mis propias palabras me martillaban en el cráneo. Sonaba tan hipócrita que le dijera que contara lo que le sucedía cuando ni yo misma lo hago.
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Editado: 02.10.2021