Los ojos de la Luna [2.2]

Capítulo 29| Una niña

T A D E U S🌊🌊🌊

T A D E U S
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Lo que pasó con Bunnie en la noche me dejó pensando hasta que logre caer en brazos de Hypnos luego de mucho rato estando pensando en ella. Aunque en mis pesadillas Morfeo se encargó de torturarme con la presencia de Bunnie y sus ojos, los secretos que ellos esconden me persiguieron hasta en mis sueños. Simplemente no entiendo por qué ella, sus secretos, su mirada y todo en ella me es un completo misterio que quiero descubrir. Algo que no sé es qué me atrae hacia ella, pero Bunnie es muy obvio que no necesita que nadie se meta en sus cosas y lo que me dijo anoche me lo dejó muy claro. Hasta en mis pesadillas ella se nota bastante arisca con el tema de contarme algo, lo que sea o se enfada conmigo por el simple hecho de preguntarle si se encuentra bien.

En el momento que la alarma de mi celular sonó me desperté sobresaltado, con una capa fina de sudor sobre mi cuerpo y el corazón acelerado. No tengo recuerdos de lo que estaba soñando, pero la manera en que me desperté me dio indicios de que quizá no estaba teniendo un bonito sueño, sino que una pesadilla. Moviendo mi cabeza me levanto sintiendo que las sábanas estaban empapadas en sudor y al ver mi cama pude notar que estaban mojadas. Sea lo que sea que estaba soñando en verdad fue más como una tortura que un sueño placentero y sin saber que es lo que soñé solo me levante y fui a darme una ducha para quitarme el sudor del cuerpo. Al salir de mi cuarto escucho las voces de mis sobrinas y las amigas de Mar, ignorando sus voces, continuo mi camino y me doy una ducha rápida, logrando tener pequeños flashes de recuerdos de mi pesadilla.

Estaba en el olimpo furioso por algún motivo y alguien más estaba frente a mí, pero no lograba ver el rostro de esa persona, apenas si identificaba que es lo que pasaba. Hasta que una mano me tomó del antebrazo y mis recuerdos se cortaron sin poder recordar más nada, ni siquiera el agua me ayudó con eso. Al salir de la ducha me puse mi ropa y fui a la cocina en busca de mi desayuno si es que las chicas ya no se comieron todo lo que preparó mi hermana. Apenas entre las bi a todas pasándose platos vasos y diferentes cosas que mi hermana preparó para que desayunaran tranquilas, entre todas ellas pude ver a Bunnie que comía sin muchas ganas huevos revueltos con tocino. Muy por el contrario de su amiga Red que estaba devorando su comida y peleaba con Sam para que le pasara las tostadas que según ella sabían más deliciosas con huevos y tocino. Siendo completamente ignorado por todas esas mujeres, me siento al lado de mi cuñado que al igual que yo se siente algo excluido de la charla que estaban teniendo las chicas.

Disimuladamente miraba a Bunnie mientras hablaba con sus amigas fingiendo estar feliz, pero esa sonrisa que demostraba en su rostro no llegaba a sus ojos. No podía dejar de pensar en lo que pasó anoche, me sentí mal por haber intentado meterme en algo tan íntimo para ella, pero es que no podía saber que se ofendería de tal manera. Estaba confundido con respecto a lo que pasó anoche, por eso en cuanto vi que ella se puso en pie para irse al baño a lavarse los dientes la seguí de manera disimulada. La casa cuenta con más de un baño por lo que nadie notaría mi ausencia y sin intentar parecer muy obvio me fui sin hacer demasiado ruido dejando a las chicas con aquel ajetreado desayuno.

Prácticamente fui corriendo tras de Bunnie que no se percató de mi presencia hasta que la tome de la cintura para que se girara a verme y tomándola por sorpresa ella agranda los ojos antes de darse cuenta de que soy yo quien la arrastra a una de las habitaciones de invitados. Ella hace que la suelte en cuanto entramos en la habitación y yo apoyo mi espalda en la puerta cerrada, no sé qué me está pasando, pero ahora ya no puedo arrepentirme y sigo adelante con lo que quería hacer desde que la vi en el desayuno.

— Antes que digas nada déjame hablar – exclamó alzando mis manos hacia adelante en un movimiento del que no le haré nada malo, Bunnie asiente con la cabeza y se cruza de brazos señalándome que continúe hablando. — Quería pedirte perdón si anoche te dije algo que llegó a ofenderte o si me metí en algo donde no tengo que meterme. Lo siento mucho, pero soy algo curioso y tus ojos reflejaban algo que me hizo preguntar sin antes pensar – asegurarme realmente arrepentido por lo que pasó y la pose a la defensiva que tenía la descendiente de la luna se relajó y pude ver una ligera sonrisa querer aflorar de sus labios. Sus suaves, cálidos, carnosos y rosados labios. Muevo mi cabeza tratando de borrar de mi mente la noche en que ella me beso, aquella noche donde ayudamos a la madre de los perdidos y por alguna extraña razón mi corazón se paralizó cuando ella me beso.

— Acepto tus disculpas, pero no hacía falta que me secuestraras Tadeus – acortando la distancia que nos separaba ella subió sus manos por mis brazos y los afirmo en mi hombro para impulsarse hacia arriba. Cerré mis ojos esperando algo que no llegó de la manera que esperaba, los suaves labios de Bunnie se posaron en mi mejilla y me dejaron un beso tierno. — Perdón por ser tan brusca anoche, nos vemos luego tengo que ir con las chicas – su voz me hizo reaccionar y sintiéndome como un idiota me aparte de la puerta dejándola salir, ella me sonrió y se fue dejándome con un calor que me subió desde el estómago hasta la cara. Que imbécil debí de verme cerrando los ojos esperando que me besara, pero qué pasa conmigo apenas nos conocemos y ella tiene la edad de mi sobrina es una niña.

Que imbécil debí de verme cerrando los ojos esperando que me besara, pero qué pasa conmigo apenas nos conocemos y ella tiene la edad de mi sobrina es una niña




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