Capítulo 30| Tormenta

B U N N I E
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No estaba entendiendo la desconfianza de Anker con su tío Tadeus, él es una buena persona o al menos es lo que demuestra cuando está conmigo si puede ser algo metiche, pero fuera de eso no es una mala persona. Me cuido cuando me desmaye en la nueva isla de la madre de los perdidos y teniendo muchas oportunidades de dañarme jamás lo hizo, la única que se hace daño soy yo teniendo estos sentimientos extraños por una persona que está más que claro le interesa alguien más. Es irónico. Anker estaba enamorado de mí y yo no sentía lo mismo por él, las hermanas destinos tienen un sentido del humor curioso cuando hilan nuestros hilos de la vida.

— No entiendo como todos están como babosos detrás de Calíope – la queja de Lila me sacó de mis pensamientos y me trajo de nuevo a la cafetería donde estábamos almorzando y mi amiga la que nunca hablo mal de nadie estaba mirando con odio a la platinada. Sam soltó una carcajada que no pasó desapercibida por ninguna y al ver que era el centro de atención.

— Calíope es una chica nueva, es bonita y pronto dejará de ser el centro de atención. Ya no te sigas criando telarañas en la cabeza Kevin no es el interés de Calí y tampoco lo será a futuro es una chica algo inexperta no creo que quiera estar con tu novio Lila – la castaña tomó un sorbo de su jugo sin prestar mucha atención a la hija de Deméter que estaba tan roja como un ladrillo viejo.

— Dejen de hablar de Calíope no es una chica mala, deberían conocerla es amigable – interviene Mar captando ahora la atención de todas. No me toma por sorpresa que ella vea solo el lado bueno de Calí, su madre es igual, pero no siempre todos tendremos un lado bueno, existen personas que son maldad pura y por más que nos empeñemos nunca encontraremos bondad en ellos.

— Ni muerta, no me cae bien y sé que algo esconde su carita de ángel no me engaña – habla ahora Melione levantándose de la mesa, la princesa del inframundo es una persona que sin quererlos se mete en problemas y por ende no confía en las personas muy a la ligera.

— Ignorenla. Mejor coman que la hora de la comida debe ser sagrada, chicas – Red alzó la voz por encima de las demás y sonrió al ver que nadie más hablaría de la platinada. Yo no sabría de qué lado estar, no la conozco, pero concuerdo con Mel que algo raro tienen y ni hablar su hermano Oliver es muy lindo, pero algo en ellos no me termina de convencer. Mucho menos que ahora sé que Calíope es la novia de Colín y Mar está triste cada vez que los ve juntos. Tenía mis sospechas de que a Mar le gustara Colín, pero siempre estuvo la duda ahora viendo que se pone tan mal con verlos y aunque intente esconderlo sé que le gusta mucho el gruñón.

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Mantengo el equilibrio como me indico mi madre, con mi mente despejada únicamente concentrada en mantenerme quieta y la mirada fija en el cielo. A mi costado escucho como el agua se agita de manera turbia y al tratar de ver que sucedía mi equilibrio se rompió y terminó cayendo al agua junto con las rocas que cargaba en mis manos y pierna. El agua está helada y casi de inmediato mi cuerpo reacciona nadando hacia arriba en busca de aire fresco, salgo a la superficie buscando oxígeno con desespero, tengo mi cabello tapando mis ojos y el agua a mi alrededor está turbia. Apartando mis cabellos veo a mi madre gritando mi nombre desde la orilla y levanto mis manos haciéndolas brillar para que ella me vea. Funciona, me ve y viene volando hacia mí sacándome del agua congelada de la noche y me lleva a la playa donde me envuelve en una toalla.

– Suficiente entrenamiento por hoy, vamos a casa le avisare a tu padre que te quedas conmigo es muy tarde para llevarte hasta tu casa – pasando su brazo por encima de los míos mi madre me atrae hacia ella para que comience a caminar junto a ella. Como semidiosa puedo usar mis poderes y aparecer en mi casa, pero como mi madrastra no sabe que tengo poderes no puede aparecer de la nada en la casa.

– ¿Mamá, puedo hacerte una pregunta acerca de tu y papá? – indague apretando la toalla en mi cuerpo, viendo el suelo mientras hilos de agua me recorrían el cuerpo aún mojado, con el frío haciéndome temblar de pies a cabeza.

– Se por dónde vendrá, pero está bien pregunta – su agarre en mis hombros se apretó un poco y dejo de verme a mí para centrar sus ojos al frente, no estábamos muy lejos de casa, pero si nos apartamos de cualquier ojo curioso que nos pueda molestar a la hora de mi entrenamiento. Desde que comencé con esto me cansaba cada vez menos al usar mis poderes y sentía que estaba siendo muy poderosa.

– ¿Por qué culpaste a papá de no decirme la verdad el día que llegué al olimpo inconsciente? – al fin pude decirle, esa pregunta estuvo rondando en mi cabeza desde que Tadeus me contó lo que dijeron mis padres. Estaba muy curiosa por saber de qué verdad hablan, intentaría hablar con mi padre, pero conociéndolo como es sé que me evadirá el tema.

– Bunnie con tu padre nos gritamos muchas cosas en un momento de enojo, pero si es verdad que existen secretos por los cuales nos separamos en su momento y de los cuales no me corresponde decirte. Son temas de tu padre y no me meteré en algo que él debe decirte, le corresponde a él porque es su pasado no el mío hija, sólo espero nunca tener que contarte nada. Porque si ese día llega es que en verdad tu vida corre riesgo, espero tu padre recapacite y te diga toda la verdad es lo justo – sonriendo besó mi frente apoyando su cabeza sobre la mía, sé que ella no me dirá nada si mi padre no quiere, pero saber que ese secreto los llevó a divorciarse solo aumentaba mi curiosidad. ¿Qué fue tan grabe para que mis padres se separen?