2010
Rachel se sentía muy insegura con lo que pensaba hacer, no era su ambiente, ¿pero acaso alguno lo era?
Sintió como las piernas le temblaban mientras se acercaba al pequeño grupo que conversaba en una esquina del aula; aparte de Carlos solo reconocía a la rubia teñida sentada en su regazo y a Juan, el chico medio bajo con el que también había compartido aula en la primaria.
Casi le da un infarto cuando este último le sonrió —¿Se lo habría imaginado?
Es tiempo de actuar en vez de lamentarse —pensó motivada por ese pequeño gesto —quizá soy yo quien ha estado demasiado retraída en su propia burbuja...
— Hola, chicos, ¿están planeando algo para este fin de semana?
Respuesta: nada...
—Carlos —volvió a intentarlo con voz más segura a pesar de sentir el corazón retumbando en su garganta —me gustaría conocer a tus amigos…
— Carlos, amor, creo que te están hablando —susurró con tono meloso la rubia teñida pero ni aun así Carlos se giró para verla
— Entonces, chicos, nos vemos hoy a las 8:00 pm en el Edén —continuó hablando Carlos mientras se paraba ignorándola a ella y a la rubia melosa —Juan se encargará de llevarlos, no se preocupen, la inmunidad está garantizada
Rachel ni siquiera se sorprendía de lo que estaba pasando; pero que le cayeran encima las 7 plagas de Egipto... ¡¡No le permitiría ignorarla otra vez en su maldita vida!!
Sus miembros actuaron de forma automática cuando alcanzaron el borrador para tirárselo con fuerza al "Bufón" dejándole una mancha blanca en su perfecta camisa.
Sintió sus tendones crisparse de rabia —un borrador es objeto más interesante que yo —pensó dolida al comprobar que ni aun así Carlos la miraba.
Un fuerte empujón la tomó por sorpresa.
—¡¡Tú, maldita perra!! —escupió en su cara la arpía teñida mientras la retenía contra la pared —¿Qué diablos te has creído para hacer algo como eso?
—¡¡Ivietta!! —tronó la voz de Carlos jalando la camisa de la rubia con tanta fuerza que del impulso la hizo caer de nalgas en el suelo— Has tocado a la Nerd. No te quiero cerca de mí a partir de ahora; y si la tocas de nuevo te aseguro que tendrás que cambiarte de escuela —escupió con desprecio para luego salir del aula junto con su séquito sin que nadie se volteara a verlas.
¿Debía asombrarse por eso? No —reconoció Rachel —había sido así prácticamente desde siempre; para él ella era invisible en la escuela, y por lo tanto, se volvía obligatoriamente invisible para el resto.
5 minutos después, llegó un profesor con una tarjeta de castigo para ambas…
***
—¡¡Maldito Bufón!! —siseó Rachel entre dientes
Le tocaba quedarse en casa de su abuela, y para cuando terminaran las horas de castigo le tocaría atravesar casi de noche el cementerio.
Lo observó con rencor; podía verlo perfectamente desde la ventana aun cuando estaba sentado en la plaza; a nadie parecía sorprenderle el hecho de que se mantuviera en la escuela un viernes después de clase, sin embargo ella sabía muy bien por qué no se había ido y lo odio un poco más por eso
Se odio a sí misma al no ser capaz de dejar de verlo. Su figura esbelta junto al color llamativo de su ropa a la medida lo hacían parecer un ídolo adolescentes en medio del mar de uniformes azules que lo rodeaban.
— Estúpidos sin amor propio ni cerebro —masculló al ver el creciente número de chicos que de seguro reían los chistes del "Joker".
Pero no podía juzgarlos, conocía de primera mano las estrategias de manipulación del Joker: su expresión relajada, la sonrisa amable de sus labios junto a sus rasgos casi perfectos emitían una sensación atrayente y agradable alrededor de él; solo sus ojos color musgo reflejaban lo oscuro y húmedo de su alma, esa que ella había tenido la dicha “o la desgracia” de conocer.
Justo eso debía recordar, lo engañoso de todo lo demás…
— ¿Alguien se anota para fundar su club de anti-fans? —preguntó al observar que los cinco estudiantes que la acompañaban miraban también al Joker desde la ventana
Quiso darse dos galletadas por idiota cuando fue consciente de que todos esquivaban su mirada; había escogido esa escuela porque más del 90% de los estudiantes eran internos venidos de distintas partes de la provincia; solo unos pocos la conocían, los semi-internos, los del pueblo… ¿Qué probabilidades tendría el bufón de arruinar su vida social otra vez?
¡¡¡Vaya que lo había subestimado!!! Un mes y algo de clases había sido tiempo más que suficiente para que él estableciera su jerarquía etiquetándola a ella como la Nerd invisible a la que no vale la pena mirar para “pisotear si quiera”.
El rumor había corrido como agua y ella era, otra vez, la peste invisible a la que si tocas, te contagia a su mundo de reclusión social absoluta.
¿Lo bueno? no se le acercaban ni para molestarla...
***
No podía seguir así, no entendía sus motivos pero no podía seguir dándole ese poder —pensó con determinación mientras salía del aula de castigo
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Editado: 13.05.2022