Los Secretos del Joker

Capítulo 14

El marcado torso desnudo que subía y bajaba producto a la respiración exaltada, el pelo despeinado, el hermosos rostro débilmente sonrosado y la mirada intensa de esos ojos verde musgo; habrían sido un sensual espectáculo para cualquiera excepto para ella.

Rachel sólo enfocaba a la hermosa mujer que se reacomodaba la ropa de forma nerviosa.

El rostro asustado de la profesora miraba de Carlos a ella como si esperar alguna reacción del chico... Algo que nunca llegó; porque él, a su vez, mantenía sus ojos clavados en Rachel.

Ni aún después de escuchar abrirse y cerrarse la puerta tras los pasos de la profesora de física, Rachel había podido apartar la mirada del lugar donde la había visto segundos antes...

Carlos estaba allí, con la profesora; una mujer, no una niña como ella; haciendo...

«Te amo»

Dios, que tonta había sido...

Ahogó un gemido apretándose contra la pared; encogiéndose hasta sentarse en el piso y enterrar la cara en sus rodillas; como si así lograra volverse invisible

Un fuerte tirón en su brazo la obligó a incorporarse

— No me toq... —quiso protestar al sentir como un brazo se enrollaba en su cintura; pero sus palabras se perdieron en el contacto de unos labios que se presionaban contra los suyos.

Sintió asco e intentó alejarse, mas lo único que consiguió fue sentir cómo la alzaban apretándola contra la piel desnuda de un torso caliente para casi al instante sentarla en la mesa más cercana.

Carlos se coló entre sus piernas sin soltar el agarre en su cintura y sus labios volvieron a atacar su boca con besos duros.

Los besos de Carlos la dañaban, profundizaban la herida que le había ocasionado segundos antes, y por primera vez le parecieron extraños esos brazos que en vez de seguridad, le estaban transmitiendo miedo.

Intentó luchar una vez más rechazando el beso; pero Carlos la obligó a recostarse sobre la mesa, aprisionando su cuerpo contra el suyo, frotándose contra ella.

Apretó con fuerza los labios e intentó alejar el rostro de él arañándole la cara, hasta que una mano inmovilizó las suyas apretándolas por encima de su cabeza.

Carlos finalmente abandonó su boca, mudando sus besos a la piel de su cuello, chupando, mordiendo.

Quiso gritar al escuchar cómo éste rasgaba su camisa con la mano libre, pero por más que trató no pudo hacerlo, no tenía fuerzas.

La persona a la que más creía conocer, en la que más había confiado, por la que había estado dispuesta a enfrentarlo todo; la estaba dañando de nuevo aun cuando sus besos se volvían un poco más delicados.

Sus sollozos se mezclaban con los descontrolados jadeos de Carlos mientras este seguía besando toda la piel que descubría a su paso, mientras sus manos ansiosas parecían tocarla por todos lados al mismo tiempo.

Ese no era él, no podía serlo...

Sintió su lengua caliente deslizarse desde su cuello hasta su mejilla y de repente todo se detuvo.

Abrió sus ojos topándose con los de un Carlos que la miraba sin respirar, como si apenas se diera cuenta que era ella a quien mantenía bajo su cuerpo; y eso, extrañamente, le dolió muchísimo más que todo lo de antes.

Lo vio intentar decir algo que nunca salió de su boca, porque al segundo siguiente ya no lo veía, y el fuerte golpe de algo restallándose junto a un quejido humano, fue lo único que rellenó el silencio.

...

— ¡¡Defiéndete, maldito!! ¡¡Así puedo matarte a golpes!!

Gritó Mateo levantando a Carlos del suelo solo para asestarle otro puñetazo que volvió a tumbarlo.

Estaba drogado, el puto de Carlos estaba drogado y se había atrevido a... Si no hubiera llegado a tiempo...

La luz encendida junto a los claros sonidos de llanto de mujer y los extraños gruñidos de un hombre, lo hicieron correr hacia el aula temiendo que se tratara precisamente de ella.

Cuando Clarissa le avisó que Rachel estaba en la escuela, o aun después, cuando la encontró en el laboratorio, no había imaginado que las cosas se torcerían de ese modo; nada en este mundo lo había preparado para ver justamente a Carlos intentando forzarla justamente a ella, y nunca en su vida había sentido tanto odio...

— Tú y yo ya arregláremos esto —siseó contra el rostro de Carlos justo antes de soltarlo

Aunque tenía unas enormes ganas de matarlo, tenía otra prioridad en ese momento, sacar a Rachel de allí cuanto antes.

Quiso mandar sus prioridades al carajo cuando se giró para verla, Rachel temblaba con el torso prácticamente descubierto, su camisa hecha girones colgaba inservible de sus hombros.

Se quitó su pullover, apretando los dientes con tanta fuerza que temió rompérselos.

Intentó acercarse a ella para colarle su pullover por la cabeza, pero se paró en seco al ver como Rachel retrocedía ante su avance.

— Ponte esto — disimuló lo más que pudo el tono afectado de su voz cuando le habló lanzándole el pullover.

— Rachel... —buscó llamar su atención luego de que ella se vistiera —nos vamos

Ignorando las reacciones de Rachel, o la falta de ellas, la tomó de la muñeca para conducirla fuera del aula y de paso fuera de la escuela, y del pueblo si pudiera...

***

Una muñeca rota —pensó con amargura mientras la conducía hacia la casa de Rosa —eso era lo que ellos hacían, jugar con chicas inocentes hasta romperlas.

— Detente —la voz fría de Rachel lo hizo soltarla cuando estaban a solo unos pasos de la casa de Rosa —Vete

— Ra...

— ¡¡Vete, Mateo, coño!! —le gritó justo antes de estallar en llanto.

Una sola lágrima rodó por su mejilla al verla llorar de ese modo

¿Qué podía hacer él? ¿Tenía algún derecho? ¿Consolarla lo haría menos malo?

En ese momento estaba sintiendo una pizca del mismo dolor que él infringía a otros, no tenía derecho de matar a Carlos, porque él hacía justo lo mismo...

Aunque no tenía por qué ser Rachel, ¡¡no con ella!!

— No me toques... —le exigió Rachel rechazando su intento de abrazo —nada de lo que hagas por mí podrá reparar lo que pasó así que deja de intentarlo... ¡No quiero nada de ti! ¿lo entiendes? Así que para aquí y déjame seguir mi camino... ¡¡No hay cosa bajo el cielo que pueda hacer que ella vuelva!! ¡¡Nada de lo que hagas podrá sacar de mi cabeza que por tu culpa mi madre está muerta!!



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En el texto hay: misterio, dolor, amor adolescente.

Editado: 13.05.2022

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