Los Secretos del Joker

Capítulo 22

«Biblioteca, hora de almuerzo, literatura grecorromana.»

Los ojos de Rachel se abrieron de pánico; la pequeña ventana de chat casi la hizo saltar en su asiento e intentó soltar el aire lentamente; la impresión de sentirse descubierta había disparado los latidos de su corazón.

Intentando no llamar la atención, sus ojos recorrieron el salón por encima del monitor hasta que se lo topó.

En otro tiempo hubiera sido un sueño hecho realidad descubrir a esos ojos verde musgo mirándola en la escuela;  sin embargo, esa mañana le recordaban las promesas que no cumpliría, los secretos que escondía esta vez ella y que parpadeaban en la esquina inferior de su monitor con otro simple mensaje, solo que de otro personaje irónicamente igual y diferente:

Un deseo por un secreto…”

Carlos le sonrió débilmente desde su puesto antes de pararse sin pedir permiso y salir del salón; Rachel se sintió aun peor.

Había tenido razón al decirle que las cosas cambiarían un poco en la escuela. El simple juego de disimuladas miradas compartidas, los pequeños detalles que encontraba en su mesa y las citas clandestinas como esa, la hacían sentir importante y especial; él la hacía sentir especial…

Volvió sus ojos al monitor y se sintió hipnotizada por las 4 cartas que daban vueltas en una esquina.

¿Quién era ese otro Joker que parecía más real que todos a pesar de ser una caricatura?

Su experiencia en el árbol le decía que Carlos y éste no tenían nada que ver aunque representaran el mismo papel. Carlos le había pedido que no entrara al programa y ella entendió que en principio a éste, Carlos no lo controlaba. Esa era una de las razones por las que había hecho justo lo contrario la otra noche; pero... ¿y ahora?

«Corazón, Pica, Diamante, Trébol»

Su dedo índice picó, sus pulsaciones aumentaron. ¿Qué tan real podía ser lo que ese "Joker" tenía para ofrecer?

«Amor, Venganza, Riqueza, Suerte»

Ya tenía lo que más había querido: “Amor”  porque lo tenía ¿no?

Pero… ¿por cuánto tiempo podría mantener su “burbuja” de Amor?

Sus manos temblaron al levantar la pequeña Tablet que había encontrado en su mochila.

—Profe… —levantó la mano una Rachel débilmente avergonzada— este…  necesito ir al baño…

Las risas no se hicieron esperar.

Rachel salió hiperventilando del laboratorio de computación; no por las mudas burlas de sus compañeros de aula, sino porque acababa de tomar una decisión…

***

«Estaba condenada» —reconoció Rachel sintiendo ganas de vomitar mientras se desviaba camino a la biblioteca en vez de ir hacia el comedor.

Un escalofrío la recorrió al recordar lo que había hecho, jamás en su vida se había creído capaz de algo así, de echo ni sabía bien porqué había aceptado; solo sabía que ya no había vuelta atrás.

Se encogió de forma involuntaria al pasar frente a la encargada de la biblioteca sintiéndose repentinamente juzgada.

«Eres una tonta, Rachel, nadie sabe nada» —se reprochó— ¡nadie puede saber nada!

Su mente desvariaba mientras recorría el laberinto que formaban los estanques de la biblioteca.

Con ese "secreto" no solo había canjeado un "deseo" si no que ella misma se había puesto en las manos de sabría Dios quién.

La euforia por cumplir el reto, por conocer y probar lo que el "Joker" podría ofrecer ante su "deseo" y la pequeña probabilidad de que verdaderamente ahí podría estar su respuesta; la impulsaron a actuar sin pensar  sintiéndose momentáneamente orgullosa por ser alguien capaz de asumir riesgos... Pero ahora, cuando todo eso había pasado, se daba cuenta de cuánto poder sobre ella había entregado. Le dio temor pensar en las consecuencias y le dio más temor aun, pensar en qué estaría dispuesta a hacer para evitar esas "consecuencias"

—Te atrapé... —una mano sobre su boca ahogó el pequeño grito de susto cuando sintió que la agarraban.

En solo segundos se vio arrastrada hasta detrás de un estante; su espalda pegada a un pecho cálido y masculino, los dos apretados en los escasos 60 cm que quedaban entre el estante y la pared.

—Hola, novia —Carlos quitó la mano de su boca mientras repartía suaves besos desde su mejilla  hasta su oreja— tardaste demasiado, me has hecho extrañarte; así que tendrás que indemnizarme...

—Ah sí, ¿de verdad? ¿me lo prometes? —se giró entre sus brazos para tenerlo de frente sintiéndose repentinamente feliz

— ¿Que te haré pagar? Absolutamente...

—No, que me extrañaste... —le susurró poniéndose en puntitas para darle un beso sutil.

—Ni si quiera sé cómo se te ocurre dudarlo... —escuchó que le susurró sobre los labios besándola esta vez él.

Los besos de Carlos provocaban un enjambre de mariposas en su estómago.

«Realidad alternativa» desde siempre habían sido eso el uno para el otro, el lugar donde podías correr a esconderte cuando la otra realidad se volvía demasiado cruel; como ahora...

—Basta, que nos pueden descubrir —hizo un mohín al sentirse apartada— No hagas eso con los labios, por favor, que me dan ganas de mordértelos... Vamos, no estamos seguros aquí.

El hecho de recordar que tenían que esconderse le bajó el ánimo; pero los dedos de Carlos entrelazados con los de ella la volvieron a hacer genuinamente feliz

—¿Sabes que el Pre antes fue una fortaleza militar? —le explicaba en voz baja mientras la guiaba por detrás de una fila de estantes que daban contra la pared.

Viendo hacia atrás no sabía cómo habían entrado a ese pasillo, antes hubiera jurado que los estantes estaban adosados a la pared

— Pues esta biblioteca es de aquel entonces —le siguió explicando— una de las remodelaciones a lo que es ahora la dirección, reveló una oscura habitación oculta detrás de una pared. Inmediatamente la obra se detuvo y el área quedó clausurada hasta que llegaran historiadores y esas cosas para evaluar la evidencia histórica que podría haber allí. 
»Mateo y yo nos colamos una noche; era algo así como un cuarto de archivo; aunque la escasa luz de nuestras linternas no nos permitía ver casi más allá de nuestros pies. Encontramos unos planos que luego pudimos corroborar eran los planos a detalle de la fortaleza con sus cámaras ocultas y una red de túneles que la conectan con lo que es ahora el Edén o más bien con lo que está debajo del Edén... Muchos ya habían sido descubiertos, otros no, como este lugar —su mano tocó un punto específico en la pared y una apertura apareció ante ellos— sólo nosotros dos conocemos todos los lugares ocultos de esta fortaleza y de lo que está debajo de Edén; por eso logré sacarte aquella vez... pero no es bueno tentar a la suerte, Rachel...«



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En el texto hay: misterio, dolor, amor adolescente.

Editado: 13.05.2022

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