Los siete caballeros del espacio

Mikrokosmos

Capítulo final

Pasaron varios meses, un año desde que conocí a las siete estrellas que cambiaron mi vida..., mi séptima vida y la mejor de todas. No me arrepiento de la decisión que tomé aquel día que estuve en la morada de la diosa madre.

Quizás muchos de ustedes pensarán que fue estúpido de mi parte, pero otros entenderán que mi único deseo siempre fue que mis estrellas lograran ser felices y sé que ellos deseaban mi felicidad también, lo que ellos no sabían es que mi felicidad dependía de la de ellos.

Amar a veces implica dejar ir y eso fue lo que hice.

Ese día que estuve delante de las diosas lo recuerdo muy bien.

—En cuanto a las cinco estrellas que desaparecieron solo hay una forma de traerlos a la vida —dijo la diosa Hera—. La luz que les robaron no se las puedo devolver, así que si les devuelvo la vida será en su fase dos. Olvidarán todo y les tocará conseguir la luz en su vida para seguir progresando. Por lo que hicieron les pondré en una posición en la que obtengan la luz, te lo prometo.

—Quiere decir que ellos no podrán recordarme... —balbuceé mirando a la nada, tragando en seco.

—Exacto, será un nuevo comienzo para ellos.

—¿Y qué hay de Alpherg y Skat? —Tenía miedo de lo que iba a escuchar.

—Ellos están atados a ti por causa de la conexión creada por su esencia. Su progreso se detuvo, así que la única forma de salvarlos es que renuncies a tu conexión con ellos y se te quite la esencia que te dieron. Ellos deben olvidar todo y lo mejor será ponerlos en la fase dos para que tengan un nuevo comienzo. En cuanto a ti no debes preocuparte, no solo posees la esencia de siete estrellas, sino que también la de una octava estrella, el que debió ser el primero y único. Volverás a nacer en tu séptima vida, pero solo con la esencia de la estrella que te eligió, porque a los otros yo los elegí para ti, sin embargo, tú habías sido elegida por otra estrella.

—¿Olvidaré todo lo que viví con mis siete estrellas?

—Sí, será lo mejor.

Mi corazón se achicó, si quería que mis siete estrellas lograran progresar debía renunciar a ellos, sin embargo, prometí que no los iba a olvidar.

—Lo que más deseo es que mis estrellas obtengan lo mejor y si eso implica que debo dejarlos ir —por mis mejillas corrían muchas lágrimas—... Entonces lo haré. Pero, no quiero olvidarlos, no quiero olvidar cada una de mis vidas anteriores. Si tengo la dicha de verlos en mi séptima vida quisiera poder reconocerlos, aunque ellos ya no me recuerden... Aunque ellos ya no sientan nada por mí.

—¿Podrás soportar el hecho de que ellos no te van a recordar si te ven? No importa lo que hagas o digas, las siete estrellas que te amaron solo vivirán en tu recuerdo.

No podía dejar de llorar, estaba tomando una decisión que implicaba mucho coraje... Coraje que meses antes no tenía y que gracias a mis siete estrellas logré obtener.

Sí, claro me iba a doler si de casualidad me los llegaba a encontrar y para ellos fuese una completa desconocida, pero estaría feliz sabiendo que estaban con vida y que todos tendrían la oportunidad de llegar a tener su propia constelación, su Mikrokosmos.

Alpherg y Skat no supieron de mi decisión, por lo cual, se extrañaron cuando los abracé con tanta fuerza que dolió y lloré mientras decía que los amaba y que mi felicidad era que ellos fueran felices.

Volví a nacer en mi séptima vida, todos mis recuerdos llegaron hace un año, como si hubiese vivido todo otra vez, por eso hablo como si realmente pasó hace meses.

Esta vida que me dieron es muy diferente a todas las otras que tuve, en esta tengo una linda familia, tengo dos amigas que amo tanto y juntas tenemos grupos de ayuda para aquellos que son víctimas de acoso escolar. 

La octava estrella llegó y la diosa Rea tenía razón, lo amo tanto como amé a mis siete estrellas. Claro, todavía los sigo amando, pero de una forma diferente, más especial. 

La diosa Hera me premió con muchas cosas buenas en esta vida, sin embargo, nada se compara a poder ver a mis estrellas. No están en el cielo como cuando hablaba con ellos, no obstante, son estrellas en la Tierra, con una luz increíble que ilumina el mundo entero. Sé que la diosa Rea hizo que los siete estuvieran juntos y se encargó de que yo los conociera antes de recordarlos.

Estoy al tanto de lo que hacen, no es difícil saber quiénes son en esta vida. Cada vez que los veo riendo me llena de alegría y deseo que esas sonrisas continúen y nunca se apaguen.

No había tenido el privilegio de verlos antes, mas, hoy estoy aquí, lista para verlos, esperando que salgan a ese escenario delante de mí e iluminen todo con sus inspiradoras canciones.

¿Quién lo iba a decir? Ahora son parte de una boyband muy famosa, han logrado llegar a la vida de muchas personas con su música. Son ángeles en la Tierra y no tengo dudas de que llegarán a la fase tres en esta vida.

Ya no solo son mis estrellas, sino que son las estrellas de millones de personas que los aman tanto como yo.

Verlos triunfar como lo están haciendo me hace sentir feliz y saber que tomé la mejor decisión.

Heze me dijo que cuando nos volviéramos a ver me diría: Te extrañé. Viéndolos aparecer en el escenario, ahora soy yo la que dice:

—Los extrañé.

 

 

FIN

 

 

*******

¡Gracias por llegar hasta el final! *-*

Espero hayas podido disfrutar de esta linda historia tanto como yo disfruté al escribirla.

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En el texto hay: dioses, secretos, poderes

Editado: 02.10.2021

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