Lucia, luz y poder

Capítulo XXIII

Narrador omnisciente.

La tensión en el aire se espesa mientras Darek espera ansioso una respuesta tras la llamada abruptamente interrumpida con Lucia. Con el corazón latiendo con fuerza, marca el número de los guardaespaldas, sus dedos temblando ligeramente sobre el teléfono.

—¿Guardaespaldas? ¿Qué está pasando con Lucia? —cuestiona ansioso.

—Señor, hubo un accidente. Nos quedamos atrapados en el tráfico después de que cambió el semáforo. Cuando finalmente llegamos, encontramos su auto impactado a un lado de la carretera —explica uno de los guardaespaldas.

—¿Y Lucia? ¿Dónde está Lucia? ¿Le sucedió —pregunta angustiado ante la información recibida.

—No estaba en el auto, señor —informa con voz grave el otro guardaespaldas—.  La estamos buscando, pero no la encontramos por ningún lado.

La noticia golpea a Darek como un puñetazo en el estómago. La impotencia y la desesperación lo inundan mientras intenta procesar la información.

—¿Cómo que no la encuentran? ¿Llamaron a la policía?

—Sí, señor. Ya hemos informado a la policía, pero estamos esperando su llegada. Ahora mismo le enviamos nuestra ubicación. —responde el primero.

Darek corta la llamada, su mente gira en un torbellino de emociones. Sin dudar, agarra las llaves de su auto y corre hacia la salida de sus oficinas.

El estrés del tráfico no es rival para la urgencia de Darek. Conducir se convierte en un acto de desesperación y determinación mientras navega por las calles. Su teléfono suena, y la esperanza destella en sus ojos al ver la llamada entrante.

—¿Lucía?

—No, señor. Todavía no la encontramos. La policía acaba de llegar, pero… —Darek corta la llamada, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. A lo lejos, ve las luces de la policía que rodean el lugar del accidente. Su mente se nubla con pensamientos oscuros mientras se acerca rápidamente.

La policía y los guardaespaldas rodean el auto accidentado. Darek llega corriendo, con la esperanza y el miedo entrelazados en su expresión.

—¿Dónde está Lucía? ¡Dónde está!

—Señor, aún estamos investigando. —explica el oficial de policía—. Parece que el auto fue impactado por otro vehículo y quedó abandonado. —Darek observa el auto dañado, su corazón latiendo con fuerza en sus oídos. La incertidumbre del destino de Lucía se cierne sobre él mientras enfrenta una verdad desconocida y amenazante.

—Oficial, necesito saber dónde está Lucía. Ella fue al banco por unos papeles importantes, y no están en el auto. —insiste Darek mientras el oficial toma notas.

— Entiendo, señor. Estamos haciendo todo lo posible para localizarla. ¿Sabe algo más que pueda ayudarnos?

—Recibió una llamada y se fue al banco. —Darek le relata todo lo que ha sucedido hasta ese momento—. Algo no está bien, y necesito encontrarla. —El oficial asiente con comprensión mientras los destellos de las luces de la policía iluminan la preocupación en el rostro de Darek.

Darek, sintiendo la urgencia, marca el número del Comandante Jonás, su amigo, en busca de ayuda. La llamada se establece rápidamente.

—¿Darek? ¿Qué sucede?

—Comandante, Lucia, está desaparecida. Hubo un accidente, su auto fue impactado, pero no está en el lugar. Fue al banco por las pruebas y tampoco están. —Le cuenta con la voz tomada por la angustia y la desesperación—. No sé, pero algo no cuadra. Necesito su ayuda para encontrarla.

—Estoy en camino al lugar del accidente. Vamos a revisar las cámaras de seguridad y seguir cada pista posible. No desesperes, la encontraremos.

—Habló de documentos en el banco que podrían exponer problemas en la empresa. Pero los papeles no están en el auto.

—Entendido. Haré todo lo posible por localizarla, Darek. Mantente fuerte. —Darek corta la llamada, con el corazón lleno de incertidumbre. 

El comandante Jonás y Darek revisan con urgencia las grabaciones de las cámaras de seguridad cercanas al lugar del accidente. La pantalla muestra el tráfico habitual, hasta que se revela el impacto del auto de Lucia.

—Aquí está el momento del accidente. Pero algo no cuadra —indica Jonás mirando la cámara. Darek observa con angustia, su corazón latiendo fuertemente en su pecho. La imagen muestra a un automóvil chocando contra el de Lucía de manera aparentemente intencional.

—¿Quiénes son esos hombres enmascarados? —cuestiona Darek.

—Eso es lo que vamos a descubrir —responde Jonás frunciendo el ceño. Continúan viendo las imágenes mientras los hombres enmascarados se acercan al auto de Lucia. La tensión en la sala aumenta cuando los hombres abren la puerta y la arrastran inconsciente hacia una camioneta negra estacionada en un rincón oscuro.

—¿Qué están haciendo con ella? ¡Tenemos que encontrarla! —pronuncia Darek con furia contenida.

—Estoy un paso adelante, Darek. Vamos a rastrear esa camioneta y descubrir quiénes son. Necesito que te mantengas fuerte. —Darek asiente, con la mandíbula apretada y la mirada decidida. La búsqueda se vuelve más desesperada, con un manto de incertidumbre que envuelve a ambos hombres.




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