Narrador omnisciente.
En las sombras de un lugar lúgubre, Marcos irrumpe con una mirada de desdén y una sonrisa torcida. Lucía, junto a las demás mujeres, lo enfrenta con una mezcla de miedo y desafío.
—Lucia, Lucia… —le dice con desprecio—, qué decepción. Sacarme de la empresa y ahora te permites tener nuevas compañías. —Ella atada, pero sin ceder ante su amenazante presencia, lo mira con firmeza.
—Ya no eres mi preocupación, Marcos. Agradezco a Dios todos los días haber descubierto lo que pretendías y el haberme librado de ti.
—Oh, pero lo serás, cariño. —Riendo como desquiciado, saca unas fotos— ¿Recuerdas esta cena? Parece que has encontrado a alguien más para compartir momentos especiales. —Ella aprieta los dientes al ver las imágenes de su cena con Darek, arrojadas en su dirección.
—Eso no tiene importancia ahora, le di una oportunidad luego de tu traición. ¿Qué pretendías? —Lo enfrenta con determinación.
—¡Tiene toda la importancia! —grita con toque de locura en sus ojos—. Antes de que el figurín te estrene, quiero que sepas que tú ya no eres útil. Pero no te preocupes, venderé la primicia en el mercado. Pagan un precio alto por una virgen como tú, es que hoy día son escasas. —Lo mira horrorizada, se estremece ante la perversidad de las palabras de Marcos.
—¡Eres un monstruo! ¡Eres un monstruo! —Le grita furiosa, él solo sonríe siniestramente confirmando sus palabras.
—¿Lo soy? Pero sabes, Lucia, nunca te toqué porque tenía a Brenda para eso. Una chica fácil y accesible. Pero tú, tú serás mi obra maestra en la subasta. —Se gira hacia Brenda—. Aunque por ti no paguen igual que por la otra, algo se obtendrá. —Lucia siente un nudo en el estómago mientras el frío y oscuro plan de Marcos se revela ante ella. —Tú eras totalmente manejable, hacías lo que te pedía sin preguntar, ya no te necesito, no eres útil, veremos cuánto pagan por ti.
—Haré lo que sea necesario para detenerte. —Marcos se aleja, riendo, con un tono de maldad, dejando tras de sí un rastro de temor y desesperación.
—No creo que las condiciones actuales, puedan hacer mucho. Sabes cuando hacía casting en la empresa las no seleccionadas eran debidamente monitoreadas con los datos que aportan y muchas fueron subastadas como lo van a hacer ustedes. Además, las finanzas están maquilladas y la única forma de comprobarlo es con los papeles que gentilmente Lucia sacó del banco donde tú, Brenda, los pusiste siguiendo mis instrucciones. Par de ilusas, creen que van a poder contra mí —comienza a reír con unas carcajadas desquiciadas que denotan su gran desequilibrio.
Tras cerrar la puerta, las penumbras se adueñan del lugar. En las sombras, las mujeres se aferran a la esperanza de la libertad mientras enfrentan la pesadilla encarnada en la figura retorcida de Marcos.
(***).
—Darek, con manos temblorosas, sostiene su teléfono mientras marca el número de su abuelo, Gorge. La preocupación en su mirada refleja la gravedad de la situación.
—¿Darek, qué sucede? No te he visto en toda la tarde. —responde con voz tranquila, ignorando lo que sucede.
— Abuelo, necesito que vengas a la mansión de los Alcántara. Es urgente. —Le pide con voz temblorosa.
—¿Qué ha pasado? —responde denotando preocupación en sus palabras.
—Lucia ha sido secuestrada, se llevaron a mi Lucia. Estamos investigando, pero necesito que estés aquí. Víctor también. Los necesito —pide en una súplica.
—Estaré allí lo más pronto posible, pero me explicas como es eso de tu Lucia —exige su abuelo.
—Nos estamos dando una oportunidad, pero eso ahora no es importante.
Darek corta la llamada y procede a marcar el número de Víctor, el único de los amigos de Lucia que sabe lo que sucede.
—Hola, Darek, ¿cómo estás? —responde animado.
—Víctor, necesito que vengas a la mansión de los Alcántara de inmediato. Lucia ha sido secuestrada. —le comunica con voz grave.
—¿Qué? —balbucea sorprendido— Estaré allí enseguida.
—Vamos a necesitar tu apoyo para comunicárselo a los abuelos de Lucia. Estoy yendo con el Comandante Jonás.
Al llegar esperan con ansias en la imponente sala de la mansión. Momento después, Eva y Rodrigo Alcántara, los abuelos de Lucia, los reciben con un abrazo, les presentan a Jonás y se alarman, seguidamente llegan Víctor y Gorge.
La tensión llena la habitación mientras Darek se prepara para compartir la angustiante noticia.
—Lucia ha sido secuestrada. —dice con voz entrecortada—. Estamos haciendo todo lo posible para encontrarla. El Comandante Jonás nos está ayudando en la investigación.
—¿Cómo ha sucedido esto? —cuestiona preocupado y los abuelos de Lucia se han quedado paralizados, y no logran articular palabras.
—Fue un acto premeditado. Necesito su apoyo y orientación en este momento difícil. Necesito que estén calmados, la encontraremos —Darek intenta calmar a los abuelos de su novia.
—¿Lucia ha sido secuestrada? —aún no logra creer lo que sucede. Darek asiente gravemente, compartiendo el peso de la angustia en sus hombros.