Narrador omnisciente.
El lunes llega con un aire denso en la sala del tribunal, donde el juicio contra Marcos Suárez está por llegar a su conclusión. Sentado en una silla de ruedas especial, el rostro de Marcos refleja la marca de sus acciones pasadas.
La sala está llena de expectación mientras las víctimas, entre ellas Lucia, se preparan para dar sus testimonios. La atmósfera es tensa, como una paleta de emociones listas para explotar.
—Damos inicio a la fase final del juicio. Las víctimas tendrán la oportunidad de compartir sus experiencias —enuncia el juez que preside en la sala—. Se procederá con los testimonios finales de las víctimas. Comencemos por la señorita Lucia Alcántara.
Lucia se acerca al estrado, su mirada firme refleja la determinación de una mujer que ha superado desafíos.
—Este hombre, sin escrúpulos, ha causado daño a muchas personas. Pero hoy, estamos aquí para exigir justicia. —Lucia, con valentía, relata cómo Marcos manipuló y amenazó a quienes estaban a su alrededor. Narra a detalle todo lo sucedido desde que lo encontró con Brenda en la oficina, la trampa que le tendió con el objetivo de que ella sacara los papeles del banco, el robo, el secuestro y las irregularidades detectadas en su empresa—. Su señoría, el impacto de las acciones de Marcos no solo fue financiero. Marcó nuestras vidas de formas inimaginables. Me enfrenté al miedo, la incertidumbre y la traición.
Marcos escucha impotente desde su silla de ruedas especial por su condición mientras la verdad se despliega frente a él.
—Señoría, mi cliente está en una situación vulnerable debido al accidente. Pedimos consideración. —Argumenta su abogado intentando desviar el curso de la situación.
—La vulnerabilidad no justifica el mal causado. Continúen con los testimonios —pide el juez.
Lucia describe como Marcos utilizó prácticas financieras fraudulentas, incluido el lavado de activos y la evasión fiscal, para financiar sus acciones ilícitas. Como, además, utilizaba los datos aportados por las víctimas que se presentaban a los castings para luego hacerle seguimiento, secuestrarlas y subastarlas.
—¿No es cierto que algunas de estas afirmaciones son subjetivas? —El abogado de la defensa intenta desacreditar.
—Pueden ser subjetivas, pero también son verdaderas. —Mantiene Lucia sus palabras con seguridad.
Las demás víctimas comparecen, dando testimonios y contando sus vivencias. Reveladoras y desgarradoras historias son develadas durante la vista en contra del acusado.
—Este tribunal condena los actos despiadados de Marcos Suárez. El daño causado es incalculable. El veredicto será severo —apunta el juez exigiendo justicia—. Después de revisar los testimonios y pruebas presentadas, este tribunal ha llegado a un veredicto.—Los rostros en la sala reflejan nerviosismo y anticipación—. Marcos Suárez, por los crímenes de secuestro, tráfico de personas, lavado de activos, evasión fiscal y abuso de poder, este tribunal lo declara culpable. —Los abogados defensores intentan argumentar, pero la evidencia y los testimonios son abrumadores—. Por secuestro, tráfico de personas, prácticas financieras fraudulentas, lavado de activos y evasión fiscal, condeno a Marcos Suárez a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, la cual cumplirá por su condición en un centro especial —dictamina el juez.
La sala estalla en un murmullo de justicia cumplida mientras Marcos Suárez, ahora cuadripléjico, enfrenta las consecuencias de sus acciones. La justicia ha hablado, y la sala del tribunal queda en silencio, marcando el fin de una etapa oscura y el inicio de un camino hacia la redención y la reconstrucción.
Fuera de la sala, los amigos y familias se abrazan y celebran el cerrar con bien este capítulo oscuro, donde por fin la justicia prevaleció.
—Niñas, hasta cuándo mantendrán la falsa, tengan un poco de piedad por Víctor y Carlos —pide Lucia a sus amigas.
—Víctor está tan emocionado con la noticia que no sé cómo decirle que no es cierto —indica Aiza asustada, sin saber qué hacer.
—No quiero decirlo, pero les dije que no era buena idea —apunta Lucia y Aiza baja la mirada con pesar, Verónica está en silencio como ausente—. Llegaron muy lejos con la broma.
—Vero, sucede algo —pregunta Aiza que se da cuenta también de lo distraída que está.
—Solo que creo que mi broma se hizo realidad y yo no quiero esto ahora —admite mientras una lágrima rueda por su mejilla.
—¿Qué dices? —pregunta Aiza.
—Creo que sí estoy embarazada —afirma contrariada.
—Seré tía —dice Lucia dando saltitos.
—Espero que no —suelta Verónica con desaliento.
—A ver, Verónica, ponte seria, qué cara esa, quisiera yo estar en tu lugar. —La regaña Aiza.
—No sé si seré capaz —dice mientras acaricia su vientre plano.
—Claro que lo serás y no estás sola. Esta será la criatura más consentida del mundo por sus tías —idica Aiza totalmente feliz con la noticia y logra que Verónica sonría mientras las tres se funden ennun abrazo.
Se acercan los chicos y nos invitan a cenar.