Ser el elegido, la salvación, cuando se trata de una historia de fantasía o ciencia ficción, es emocionante, aunque contenga sus peligros. En cambio, ser la elegida en el tiempo actual, contemporáneo y de negocios, en el que debes dejar de lado tu felicidad para salvar a otros, no es ni por asomo emocionante.
Pero tras una cena, ella entenderá que no todo lo que viene del mal, es malo.