Luna de muertos

Capítulo 7.

Después de lo que ocurrió afuera del refugio Elijah le dio a Melissa a beber un poco de su sangre para sanarle las heridas que le causó Liam en el cuello y a este luego lo llevó a la enfermería del lugar donde Mason lo curó quemando la herida como su antiguo alfa les había enseñado. Por otra parte, Jace y Miranda estaban en la sala de descanso con Melissa.

— ¿De dónde sacaste la daga Lissa? —Interrogó serio Jace— Era plata esmaltada ¿En dónde la obtuviste?

—Lissa… —Se sentó Miranda junto a ella— Es importante que nos digas.

Melissa estaba sentada en silencio con la mirada perdida, ni siquiera parecía estar presente en la misma habitación que el resto.

— ¡Pudiste matar a Liam!

—Basta Jace —ordenó la rubia—. ¿Acaso no lo ves? —Se paró y susurró viendo hacia la chica— Algo no está bien con Lissa.

Mason entró con Elijah, ambos vieron como los otros lucían preocupados.

— ¿Ocurre algo?

Los rubios miraron a Melissa y esta levantó la vista hacia los que acababan de llegar, su rostro era vacío tanto así que apenas si podía entenderse lo que quería decir.

—Más problemas, eso ocurre —contestó irritado—. ¿Y Liam?

—Está en la enfermería reposando, ser quemado en una herida dolorosa no es cosa fácil ¿recuerdas primo? —Bromeó haciendo remembranza de cuando fue herido Jace en el bosque.

—Iré a verlo —agregó timida la rubia.

Después de que salió la habitación quedó en silencio unos segundos hasta que Melissa habló.

—Deberías hablar con ella Mason —soltó inexpresiva.

— ¡Ah ya hablas! —Protestó Jace— ¿Ya nos dirás sobre la daga?

—Yo…no sé por qué la traía, en un momento estaba en el cuarto de Alice y luego estaba viendo a Liam —confesó asustada—, juro que no sé qué me pasa…no me siento yo misma.

—Tranquila Lissa —se acercó Elijah—, es normal después de la fusión.

Los Barrow se vieron entre sí sin entender nada.

—Tu mente y la de Alice se están uniendo, lo que significa que sus recuerdos, pensamientos y sentimientos ahora son tuyos, te irás acostumbrando.

— ¿Adoptar los pensamientos y sentimientos de la bruja psicópata que casi nos mata? No me suena a una buena idea Elijah —alegó exasperado el rubio.

—Solo necesita un descanso.

— ¿Qué hay de Liam? Casi mata a Lissa… ¿él también necesita un descanso?

—Jace… —calmó Mason al rubio— Todos necesitamos un descanso, han sido días muy intensos. Liam acaba de despertar igual que Lissa y lo que les haya hecho esa loca no se irá en unas horas…además —se acercó al oído de Jace—, recuerda el problema con Milton.

—Está bien, tomemos un descanso —apretó sus dientes inconforme—. Lissa por seguridad mantente lejos unos días, Liam está inestable y por su propia seguridad también lo mantendremos lejos.

Elijah llevó a Melissa a casa. Jace fue a donde Liam para esperar a que despertara, Mason por su parte estaba en el estudio con Monik hablando sobre el asunto de Milton y el cambio de alfa.

— ¿Estás seguro de que quieres hacer esto Mason? —Hablaba en voz baja— Milton ha hecho todo lo posible para igualar su fuerza con la de un original, y es un excelente peleador, además…

—No teme mancharse las manos de sangre —interrumpió Miranda que oía por la puerta—, o eso he escuchado.

Monik vio el cambio de semblante de Mason y decidió irse para dejarlos hablar a solas.

—Lo que harás es un intento de suicidio ¿lo sabes? —Protestó molesta— Lexi me explicó de que va esta mierda del cambio de alfa ¡Estás idiota!

—Gracias, ya puedes irte Miranda —le dijo indiferente—. La próxima no oigas por la puerta…es de mala educación.

La rubia frunció su ceño indignada.

—Al carajo eso Mason —alzó la voz—, Milton odia a los originales por eso se ha puesto a la par con ellos ¿y adivina qué? ¡Eres uno de ellos!

Mason suspiraba sin decir nada, solo escuchaba atentamente a cada insulto, cada reclamo y cada advertencia que la cazadora le daba.

—No eres capaz de matarlo y si no lo haces él te matará…

—Estoy cansado de que me digan de que soy capaz y que no —protestó en voz alta—, lo mataré si es lo que hace falta ¿contenta?

— ¿Matarás a alguien solo por convertirte en alfa? Eso te hará un monstruo Mason.

— ¡Ya soy un monstruo Miranda! Pero te equivocas, no lo hago por el poder y privilegios, lo hago para salvar a Liam y para salvarlos a ustedes —confesó sin más—, ojalá hubiera otra forma, pero no la hay.

—Aun así, no puedes decidir sobre la vida de otro ser humano…lobo, vampiro o lo que sea —negó con su cabeza mirándolo decepcionada—, eso te volvería igual que Kalisman…igual a Arkain y eso si es ser un monstruo.

Mason bajó la cabeza y respiró agotado, no tenía ánimos para seguir discutiendo sobre algo que sabía que no ganaría.

—He visto morir por decisiones que nunca me parecieron a personas que me importaban y amaba demasiado —frunció sus labios al hablar—, y no quiero volver a hacerlo.

El chico alzó la vista cruzándose con los ojos verdes esmeralda de la rubia que lo veía honestamente preocupada.

—Y si ya lo decidiste no voy a interponerme, pero tampoco voy a apoyarte.

Mason asintió sin liberar palabra y luego ella se fue.

Mientras toda la locura de Lissa y Liam ocurría, Alec estaba con Lexi en el patio trasero acostados en el pasto estudiando, aunque ya estaban enterados de todo.

— ¿Segura que no quieres estar adentro? —Insinuó delicadamente Alec— Son algo así como tus mejores amigos.

—El resto está con ellos así que estarán bien ¿podemos seguir? —Dijo sin quitar los ojos del libro— No entendí bien la parte de si eran brujas o no.

—Cambia la conversación…no hay problema —susurró—. Y no lo eran, los Kineut eran seres que solo manipulaban los elementos de la naturaleza, pero los primeros licántropos creyeron que la Kineut que los maldijo era una bruja.




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