Luna de muertos

Capítulo 9.

Elijah fue a Orkus con Lexi y Jace luego de que Lydia le avisara sobre a donde iría Melissa, cuando llegaron se encontraron con la policía y la ambulancia en el edificio.

— ¿Qué carajo pasó aquí? —Protestó el rubio— ¿Dónde está Lissa?

“Juro que no sé nada, cuando entré todos los guardias estaban muertos.”

Los tres amigos se miraron entre sí cuando oyeron lo mismo.

— ¿Ustedes creen que…? —Mencionó en alto la insinuación de los chicos— Por Dios, es Lissa…ella jamás haría eso.

—Nuestra Lissa no, pero recuerda que la fusión hizo que una bruja psicópata comparta mente con ella —alegó Jace serio—. Tenemos que entrar a ver.

—Me encargaré de los policías que vigilan el paso.

Elijah llegó a ellos y sin ser visto los noqueó luego los escondió detrás del escritorio de recepción.

—Por eso es que a veces envidio su super velocidad —susurró Jace.

— ¡Ja! Eso no se oye todos los días —se burló y siguió adelante.

Los tres llegaron hasta la escena del crimen luego de noquear a otros tantos policías y miembros del hospital.

—Esto parece la escena de una pelicula de…

— ¿Terror o acción? —Comentó husmeando con la vista.

—Yo iba a decir que, de un thriller, pero supongo que también funciona —frunció el ceño al patear el cuerpo de la enfermera—. Ella no tiene sangre…

—Por cómo está creo que alguien le rompió el cuello —mencionó Elijah sin prestar más importancia—, creo que aún hay otro.

—Yo solo veo siete cuerpos…

—No, tiene razón —añadió el lobo siguiendo al vampiro—. Huele a sangre…y no es de este lado.

Elijah abrió la puerta de la oficina del doctor Lewis y los tres se impactaron ante la escena.

— ¿Ese no es el doctor que atendía a Lissa? —Dijo sorprendida— Un tal…Lewis.

Empezaron a husmear la oficina, buscaron que pudo traer a Melissa hasta allí pero solo hallaron archivos viejos y algunos libros con notas de Lewis. Lexi encontró el artefacto en el piso y vio que el cadáver tenía su mano puesta sobre este así que consideró importante llevárselo para averiguar que era.

— ¿Qué? —Protestó al ver como la observaban— No es la primera vez que me llevo cosas de un muerto para investigarlas, además…él ya no va usarlo.

—Solo salgamos de aquí pronto…¿tú también Elijah?

—Lexi tiene razón, deberíamos investigar un poco más sobre lo que sabía Lewis —enseñó los archivos—, también servirá como excusa de que por eso están muertos todos ellos.

—No es como que puedan indagar mucho, este pasillo no tiene cámaras y dudo que los socios de Lewis dejen que busquen entre sus cosas.

—Buen punto —suspiró Jace.

Por otro lado, en la mansión de Kalisman.

—Ya despertaste —comentó Kalisman aburrido—, bienvenida al mundo de los vivos linda.

Los vampiros sacaron a la chica antes de que llegasen más personas al charco de cadáveres que había creado y se la llevaron dormida por un dardo tranquilizante.

—Odio estas porquerías —protestó quitándose el dardo del pecho.

Kalisman se sonrió burlesco mientras le llevaba un vaso con agua.

—Ah, debo suponer que fuiste tú quien lo lanzó ¿no?

—Supones bien bruja —se sentó y bebió su trago de vodka—. Ahora dime, ¿Qué le hiciste a Greta? Desde que salimos venía perdida y al llegar se encerró arriba.

Marcel bajó de las escaleras y se aproximó a estos dos.

—Imagino que debemos darle las gracias por eso a tus nuevos y mejorados poderes ¿verdad Alice? —Intervino el moreno— ¿O debemos llamarte aún Melissa?

—Púdranse ambos —reviró sus ojos—, ¿no tienen una pastilla para el dolor de cabeza? Ese estúpido doctor me dejó adolorida.

—Somos vampiros, no nos duele la cabeza —alegó Marcel haciéndose el obvio.

—Excepto cuando una bruja nos provoca una aneurisma…no he sufrido una en siglos —rio y bebió.

Melissa recargó su brazo en el apoyabrazos del sofá y se sobó la frente sin hacerle caso a los vampiros.

— ¿Debo ver en sus mentes o me dirán que hago aquí?

—Oh cierto, lo olvidé ¿gustas algo de comer? Marcel puede prepararte algo… —volteó a ver al moreno que se negó enseguida.

—No gracias, solo ve al grano Kalisman —exigió exasperada—. La última vez me echaste de aquí si mal no recuerdo, así que no sé porque me trajiste.

—Siempre tan malagradecida —suspiró—. Es simple, no te queremos a ti sino a la ganadora de la fusión que claramente no fuiste tú —extendió su mano con desprecio—, hablamos de Melissa…la verdadera obvio.

— ¿Qué te hace creer que no gané yo? —Se cruzó de piernas con su mirada fija en Kalisman— Sino…¿Por qué soy yo quien está aquí?

—Buen intento, sabemos que estás en el borde del proceso adaptativo y en cuanto te vayas tendremos a Melissa…a quien necesitamos para nuestro plan.

—Así que ¿Por qué no nos haces un favor y te vas de una vez bruja? —Añadió Marcel desde el bar— Sería más fácil para todos.

Melissa se paró del mueble y se burló de ellos sin temor a que le hicieran algo, tomó el vaso con agua que le habían ofrecido antes y por fin le dio un sorbo, luego se quedó viendo el agua y se sonrió cuando un horrible grito salió del segundo piso viniendo del cuarto donde descansaba Greta.

—Es Greta —mencionó alterado Marcel— ¿Qué le hiciste bruja?

—Creo que es mejor que vayas a verla —giró su vista hacia él.

Marcel salió enseguida hacia la mujer y su acción provocó un suspiro aburrido de la pelirroja.

— ¿A qué estás jugando bruja? —Dijo el rubio intentando pararse— ¿Nunca te han dicho que no es bueno jugar con algo que no conoces?

—Pero yo si lo conozco —respondió engreída con voz tenue—, solo observa.

Kalisman frunció el ceño cuando empezó a ver como todo a su alrededor cambiaba, los muebles se desvanecían en forma de hilos de humo, la chica ya no estaba y él empezaba a flotar en el vacío. Parecía que estaba en un cuarto blanco.




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