En la mañana siguiente Melissa se levantó temprano por una pesadilla que tuvo, sin embargo, aunque trató de recordar mientras se bañaba no pudo lograrlo. Se alistó para ir a clases y salió al comedor para despedir a sus tíos.
— ¿Todo bien linda? —Dijo su tía mientras preparaba un café.
—Hoy saliste mucho más temprano que siempre —bromeó el hombre—, ¿dormiste bien?
—Una pesadilla que ya no recuerdo, es todo —suspiró—. Tía…cambiaré de número, solo quería avisarles.
Melissa vaciló mientras guardaba las cosas en su bolso.
—De acuerdo…¿pero no es mejor cambiar el celular y mantener el número? —Cuestionó la mujer extrañada— Solo mira esa pantalla…
—No, está bien…no es necesario cambiarlo, funciona muy bien —negó nerviosa—, solo quiero otro número…recibo mensajes de personas que no conozco.
La mujer y su esposo se vieron confundidos, pero aceptaron sin más la petición de la chica.
—Bueno, pero al menos cambia la pantalla…está muy rota —ordenó—. Ahora ven a desayunar.
— ¿Quieres un café?
El hombre actuó de lo más amable y se levantó para prepararle uno a la chica, luego los tres se sentaron a desayunar como una familia para nada disfuncional.
Después de asistir a clases Lydia fue a casa de Liam porque este no había ido.
—Creí que estarías enfermo…pero estás ¿limpiando? —Expresó decepcionada.
Liam estaba limpiando su cuarto, moviendo algunos muebles y sacando cosas que ya no necesitaba, algunas las ponía en cajas para el ático y otras las tiraba a la basura.
—Creí que ya sería hora de deshacerme de algunas cosas…o llevarlas a un lugar mejor —comentó encogiéndose de hombros.
— ¿Te parece que el ático es un lugar mejor? —Dijo riendo— Mmmm…
Lydia se topó con un cuadro de foto que antes estaba sobre el buró junto a la cama y que ahora estaba sobre la cama esperando a ser cambiado de lugar. Levantó el cuadro y se quedó observando la foto en él, donde estaba Liam muy feliz acompañado de una chica de tez blanca con mejillas rosadas y unos lindos ojos marrones que brillaban al verlo.
—Es linda…
—Si…Ethan dijo lo mismo cuando la vio —mencionó con una sonrisa melancólica.
— ¿Irá al ático también? —Frunció el ceño.
—Ah…si —vaciló—, creo que es lo mejor ¿no?
—Solo si estás seguro de que eso quieres.
Liam respiró hondo, le echó un último vistazo a la foto y asintió con más seguridad, luego la puso adentro de una de las cajas para el ático.
—Me alegra verte otra vez así —comentó sonriendo—, Lissa ha sido algo muy bueno en tu vida…en la de todos.
—Sé por dónde vas Lydia.
El pelinegro evitó verla y se dispuso a seguir acomodando sus cosas mientras que Lydia se reía.
— ¿en serio vas a seguir negando que te gusta Lissa? —Expresó jocosa al sentarse en la cama.
—Claro que me gusta, es una gran amiga…
—Sabes que no me refería a eso Liam Hale —alegó seria viéndolo—, te gusta más que como una amiga, todos a tu alrededor podemos notarlo ¿Por qué sigues negándotelo?
Liam se sentó en la otra orilla de la cama para tomar aire y pensar mejor.
—Todo este tiempo creí que solo estaba preocupado porque otro ser inocente sufriera por Arkain, pero…cada vez que salía herida me aterraba la idea de que pudiera perderla —confesó anonadado—, ella es tan dulce e inocente…siempre que sonríe me surge la necesidad de protegerla a toda costa y…y ya no sé qué estoy diciendo.
Liam dejó agachar su cabeza y llevó sus manos a su cuello para tallarse la nuca.
—Me sorprende que con su poder de invasora Lissa no haya podido darse cuenta —comentó riendo—, quizás es porque ella tampoco ha conocido ese sentimiento y no sepa como reconocerlo…ni en ella misma —susurró al final.
— ¿Ahora de que hablas Lydia? —Preguntó cansado con la cabeza agachada.
—Deberías decirle a Lissa como te sientes…
— ¿Cómo se lo has dicho a Elijah? —Alegó volteando a verla— Está claro que te interesa “más que como amigo” ¿Por qué sigues diciendo que no?
—Eso es diferente Liam… —afirmó abatida— Una relación humana-vampiro…a la larga no funcionaría, además ¿no crees que es algo muy mayor? —Preguntó bromeando.
—Supongo que tienes razón —sonrió sin ganas—. Sé que no tiene nada que ver, pero…¿no tienes hambre?
Lydia soltó una risa y le asintió, después ambos bajaron a comer algo.
Melissa había ido al refugio para informar a sus amigos sobre el cambio de su número de celular cuando más tarde llegó Liam solo y la vio en la sala sentada en el sofá leyendo un libro de filosofía.
—Hey —saludó tímido.
—Hola… —imitó su timidez.
— ¿Filosofía?
—Es para el examen de mañana —se encogió de hombros— ¿Dónde estuviste? Reprobarás si no pasas los exámenes de esta semana.
—Estaba…aclarando mi mente —vaciló—, sobre el examen…¿podríamos estudiar juntos?
—Si, claro —expresó con una sonrisa timida.
Jace pasó por ahí en silencio cuando los oyó desde la cocina, antes de salir de la sala se detuvo a verlos un instante y sonrió, luego siguió su camino mientras comía su manzana. Por su parte Mason estaba en el estudio de John que ahora sería de él como el nuevo alfa.
Mason estaba abrumado con todo lo que ahora tenía que hacer como nuevo líder, tenía que conocer más a detalle a cada miembro de la manada, presentarse con otros alfas para que sepan quien está a cargo ahora y también tenía que hacer sus propios contactos con otros seres naturales que fueran influyentes, tanto brujas como vampiros o hasta cazadores.
— ¿Puedo pasar? —Dijo abriendo la puerta Miranda— ¿estás muy ocupado?
—Está bien, pasa.
— ¿Por qué no usas la silla grande? —Frunció la frente confundida.
Miranda se refería a la silla de escritorio donde John antes se sentaba y que Mason no usaba por sentarse en la de enfrente.
—No creo que sea correcto…era de John —confesó cabizbajo.
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Editado: 13.01.2024