Agosto 2025.
Melissa estaba sentada en la plaza mientras bebía un frappé de arándano frente a la cafetería Topanga’s, misma donde asistía Lydia y Elijah y donde trabajaba Monik.
—Prefiero el de fresa —comentó sin alzar la vista de la mesa.
«“No beberemos frappé juntos con esos gustos.”» Pensó en respuesta Elijah.
Para comunicarse Melissa usaba su habilidad de invadir la mente en Elijah y en el resto del equipo que aguardaba en la camioneta estacionada en la otra acera mientras que ellos usaban su oído sobrenatural para escucharla.
Elijah estaba en la tienda de ropa al lado de la cafetería.
— ¿Ya puedo hacerlo?
«“Si.”»
Durante los meses que pasaron desde que descubrió el nuevo alcance de su poder había estado practicando para controlar e invadir las mentes a gran distancia.
La chica se levantó y caminó entre las mesas llenas de personas; mantuvo sus manos abiertas a los costados como si las usara como brújula para dirigir su poder hacia las personas en la plaza, los manipuló para que quedasen paralizados mientras ella ubicaba a alguien con su mente.
«“¿La gorra era necesaria?”»
— ¿Querías que me reconocieran? —Alegó frunciendo el ceño— Ahora no hables, quiero concentrarme.
La gente adentro de los locales seguía sin percatarse de lo que pasaba afuera, sin embargo, la persona que el equipo buscaba no estaba sola, adentro de la cafetería estaban sus aliados que salieron y se dieron cuenta de todo así que no dudaron en atacar a la bruja. Melissa se defendió de ellos usando lo que había aprendido de pelea acompañado de su poder.
—Elijah vete —ordenó—, podría ser peligroso.
Aprendió a gritar en voz baja para que su grito se dirigiera a personas específicas que solo pudieran oírlo como los vampiros que tenían un oído más sensible.
Gritó para hacerlos sangrar y uno de ellos se arriesgó a sujetarla, pero el grito lo mató antes de poder hacerle algo más así que resbaló sobre ella manchándola de sangre. Debido a todo eso la chica perdió la concentración que tenía sobre las personas en la plaza que reaccionaron y vieron todo lo que había pasado.
«“Lissa…”»
—Ya sé.
Alzó su puño y en el aire lo abrió para volver a paralizarlos, de esa forma se metió en sus cabezas para alterar la escena que presenciaron y que siguieran con su vida normal.
—Elijah lo ubiqué —avisó volteando hacia atrás—, llévatelo y Mason…los cuerpos —mencionó para que fueran a recogerlos.
Elijah apareció rápido para llevarse al vampiro que buscaban; Mason junto con Liam y Lexi bajaron de la camioneta para recoger los cuerpos de los otros tres vampiros; Melissa manipuló a los empleados de la cafetería para que limpiaran la sangre que derramaron sobre el piso mientras ella iba hacia la camioneta.
En su camino estaba una mujer con unas toallitas húmedas de bebé, la chica le quitó una para limpiarse la sangre de sus atacantes y la dejó sobre una charola con basura que estaban por tirar. Cuando el equipo subió los cuerpos Melissa respiró hondo y salió de las mentes para que despertasen de su control mental.
El vampiro que se mantuvo con vida estuvo presente en la trampa de Kalisman de hace meses y había estado saliendo libremente por los lugares hasta que Elijah lo reconoció y el equipo inició un plan.
Fue llevado al refugio para que lo interrogasen en las celdas.
—Por favor no me maten —suplicó de rodillas.
Liam reviró sus ojos dándole la espalda para que Mason se hiciera cargo.
— ¿Dónde está Kalisman? —Exigió enterrándole las garras.
—Juro que no lo sé —balbuceó—. Nosotros solo estábamos con Marcel…
Elijah frunció el ceño al oír el nombre y se acercó.
—Se más claro, ¿por qué solo con Marcel?
—Él y Kalisman estan separados, q-quizás una pelea, no lo sé…pero llevamos un tiempo lejos de él.
— ¿Cómo sé que dices la verdad? —Metió con profundidad las garras.
—Lo hago, lo hago…su bruja puede comprobarlo.
— ¿Y sabes dónde puede estar? —Intervino Liam recargado en la puerta— Kalisman…¿dónde puede esconderse?
—N-no lo sé…pero si hallan a Marcel…s-seguro lo sabrán.
— ¿Entonces de que nos sirves tú? —Protestó Mason irónico.
La mirada del vampiro pedía piedad, pero no bastó para que Mason no sacara su corazón del pecho.
Liam suspiró exasperado y salió rumbo al patio.
— ¿Descubrieron algo? —Preguntó Melissa al verlo.
—Dice que Marcel y Kalisman están separados, si queremos a Kalisman debemos ir primero por Marcel —respondió fastidiado—. Esto no está llevando a ningún lado.
—Hey, todo irá bien —le sonrió dándole una mirada consoladora.
—Es muy dificil seguir así —confesó cabizbajo.
—Lo que te haya hecho cambiar de opinión debió ser muy fuerte para que aún no te rindas.
Liam alzó la vista hacia el atardecer que marcaba el fin de otro día de esfuerzo en balde.
Hace un mes.
—Ya pasó un mes Liam —comentó Marie—, debes dejar que descansen en paz.
El timbre sonó y Liam ignoró a su madre para ir a abrir.
Un chico pálido de ojos azules estaba parado frente a su puerta, lucía cansado por las ojeras remarcadas que indicaban que no había dormido mucho, sino fuera por los pequeños rulos castaño claro que sobresalían hacia su frente que seguían húmedos parecería que acabase de salir de la cama.
— ¿Te conozco? —Frunció el ceño.
—Soy Elliot Barrow…
El nombre causó una punzada en el pecho de Liam y el recuerdo del chico alto de cabello ondulado que abrazaba Mason en el funeral de Jace llegó a su mente, no lo había visto de frente pero ahora que lo hacía con atención se había dado cuenta que el parecido entre ambos hermanos era demasiado exceptuando el tono de piel y el tipo de cabello, Elliot tenía la tez más clara con rulos más marcados y de un rubio más oscuro mientras que Jace tenía su piel apiñonada con el cabello más dorado y un tanto más liso.
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Editado: 13.01.2024