Capítulo 41. [Canción]

El equipo se preparaba para el ataque. Alistaron algunas armas que tenían todavía en el almacén del refugio. Lydia estaba allí revisando lo que llevaría cuando encontró la lanza de plata esmaltada cubierta con una sábana.

La tomó entre sus manos y apretó sus dientes recordando cuando vio a Jace morir.

—Lissa, estamos listos —avisó Elijah afuera.

La pelirroja respiró hondo, sujetó la lanza con fuerza y se fue con ella.

Condujeron hasta donde Marcel les indicó.

—No puedo creer que ese desgraciado haya estado aquí todo este tiempo.

—Recuerda lo que dijo Marcel —mencionó Liam—. Compelió a humanos para servirle y no llamar la atención con sus vampiros mientras él se escondía aquí.

—Infeliz.

Kalisman estaba adentro de su casa de ladrillo rojo sentado en su asiento de terciopelo mientras compelía a varios humanos a servirle como sus esclavos.

—No tengas miedo —dijo mirándolo fijo—. Solo dolerá un poco…

—Mi…mi cabeza duele —respondió con la mirada clavada en los ojos del vampiro.

Las pupilas del vampiro se dilataron al verse tan fijo con el hombre que también las tenía dilatadas, aunque la mirada de este estaba perdida, haciéndolo sentir fuera de sí.

—Ya pasará. Ahora córtate la palma y escurre la sangre en la copa.

Unos vampiros entraron corriendo.

—¿Qué?

—Hay lobos afuera.

El rubio rompió la copa entre sus manos y apretó su mandíbula, luego salió de prisa al patio frontal.

El equipo estaba peleando con los vampiros que cuidaban la entrada. Los lobos junto con Elijah estaban cubiertos de sangre y algunas heridas, por su parte Melissa se defendía bien usando la lanza y sus poderes para lanzar ondas de energía que los empujaba.

Kalisman apareció por atrás de la pelirroja y esta se volteó de inmediato para defenderse de su ataque con una onda, pero en cuanto el vampiro se detuvo contra un árbol el ataque de Lissa también cesó.

El rubio alzó la mirada y se acomodó el cabello, se sonrió al verla empuñar la lanza con la que él mató a Jace y empezó a ir hacia ella despacio.

—Debo admitir que me sorprendiste pequeña bruja —comentó Kalisman jocoso—. Todos lo hicieron, yo planeaba ir por ustedes también.

Melissa le mantuvo la mirada mientras que otros vampiros se pararon atrás de Kalisman listos para pelear por él.

—Conozco esa mirada —dijo con deleite—. No me tienes miedo, tu hermana tampoco me temía y tenía esa misma mirada en sus ojos.

La chica entrecerró sus ojos.

—Ya te vi matar a personas que me importaban de cerca, claro que no te tengo miedo.

Kalisman sonrió perverso.

—Antes no pudiste evitar que lo hiciera, ¿crees que podrás hacerlo ahora?

Melissa respiró hondo y sonrió frívola.

—Lo intentaré. —Frunció la nariz sonriendo.

Llevó su mirada a los vampiros junto a él e hizo que se lanzarán contra Kalisman. El rubio se enfrentó a todos hasta matarlos fácilmente y cuando quedó distraído Melissa lo atravesó con la lanza, como estaba susceptible aprovechó y entró en su mente.

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«En la mente de Kalisman»

El vampiro se rio de la bruja cuando vio donde estaban.

—Ya he estado en una ilusión así que no me asusta.

—No es una ilusión, estoy en tu mente justo ahora —susurró burlona—. Cuando tengamos la ubicación de tu padre te aseguro que te alcanzará en el más allá.

—¡Ja! —Expresó jocoso al verla— ¿Quién lo diría? Después de todo tu hermana no era pura maldad y tú no eres pura bondad, eras la bondad que había en ella y ella es la maldad que hay en ti.

Kalisman estiró sus brazos para retarla.

—Hazlo, ¿qué más da? —Suspiró regocijándose— Ya hice sus vidas miserables así que hazlo…pero ¿si sabes que morirás si lo haces?

Melissa desvío la mirada en silencio y Kalisman se carcajeó.

—¡Lo sabes! ¿Y aun así morirás por esos idiotas?

—Esa siempre ha sido la razón por la que viví en primer lugar —respondió seria.

—Entonces te veo en el más allá, pequeña bruja —dijo burlón.

Kalisman empezó a reírse mientras Melissa le daba la espalda y se iba caminando. Suspiró y cerró sus ojos para gritar con fuerza en el interior de la mente del vampiro.

«En la realidad»

Liam y el resto no sólo atacaban a los vampiros que fueran contra ellos, sino que también protegían a Melissa de los ataques mientras ella estaba en la mente de Kalisman, quien estaba empezando a escurrir sangre por sus ojos.

Unos vampiros estaban por abalanzarse sobre la bruja, pero Lexi y Liam fueron tras ellos, pero al final fue Melissa quien se defendió sola cuando liberó el grito en la vida real. La magnitud del grito fue masiva que hasta las ondas acústicas pudieron ser vistas por todos cuando estas rebotaron sobre las cosas, rompiendo los vidrios de las ventanas y hasta empujando a todos con fuerza contra los árboles y muros de la casa.

Al final el grito destruyó la mente del vampiro y terminó explotándole la cabeza, pero las ondas se regresaron hacia Melissa con la misma rapidez con que fueron expulsadas; el cuerpo de Kalisman cayó al suelo tan pronto explotó su cabeza y la chica recibió el impacto de las ondas en su cuerpo.

Melissa perdió el equilibrio en sus piernas y terminó cayendo de rodillas. De lejos en el suelo, Liam vio y escuchó como las rodillas de la chica golpearon con fuerza el suelo y después cayó por completo yéndose de lado.

—Agh —se quejó Liam sacando una rama de su abdomen—. ¡Lissa!

Salió corriendo como pudo hasta ella y la levantó para sostenerla entre sus brazos. Trató de despertarla, pero no lo logró; la vista de Liam se nubló y cuando quiso abrir mejor sus ojos se dio cuenta de que estaba en otro lugar, uno vacío, frío y a la vez lindo como un jardín, pero estaba con neblina y se oían voces a lo lejos.